Las constelaciones de Lara [Parte 1] FINALIZADA

19

Lucas 

El vuelo se me hizo ameno, suelo dormirme siempre en este tipo de transportes pero me costó pegar ojo, delante de mi tenía a un señor con el asiento reclinado incomodándome y detrás un niño pequeño dando patadas a mi espalada, espero que cuando sea grande y vuelva a viajar le multipliquen las patadas en su espalda en mi nombre. 

Las azafatas daban un servicio digno de mejora, no es por quejarme simplemente quería llegar de una pieza al aeropuerto, a ser posible con todas mis vertebras y con la piernas en funcionamiento, ya que llevaba con esa sensación de sentirlas adormitadas desde hace cuarenta  minutos y no es quesea de mi devoción lesionarme las piernas. 

Siguió pasando el tiempo y anunciaron el aterrizaje y el señor por fin puso bien su asiento y logré ver de nuevo mis piernas, el niño se ve que fue reprendido por la madre, un poco tarde señora pero usted a su ritmo, disfruté de cinco minutos de sueño es un viaje que había durado a lo sumo una hora y poco. 

-La próxima vez viajo en primera.- Pensé en voz alta. 

La señora de mi lado me miró sonriendo con ganas de decirme algo. 

-Por lo menos alguien se ha reído dije. 

-Me llevas dando pena desde la primera patada del mocoso, aparte llevas apretando esa cajita todo el viaje. ¿Te enfada o te pone nervioso?.- Me dijo señalando mi pequeña cajita azul. 

-La segunda, es una muy larga historia, ni siquiera se que hago aquí. 

-Hijo, creo que si lo sabes, no eres el primero que veo así en un avión pero pocos llegan a hacerlo de verdad, la gente ya no cree en algo para toda la vida dicen que eso solo pasa en ...

-Los libros, ella también lo dice.-Me reí . 

Enseguida sentimos como en avión entró en pista y comenzó a descender. 

-Cuídala, si lee es por que la realidad le han hecho mucho daño, créeme se de lo que hablo, las personas son dañadas de muchas maneras y a veces buscan la manera de salir de esa realidad, algunos pintas y otros leen, ella ha vivido muchos mundos hijo, no cumplas sus expectativas no  le des ese gusto, supéralas y créale unas nuevas, eso es lo que hizo mi marido en su momento. 

-Su marido es un gran hombre.- le dije asumiendo lo que acababa de decirme.

-Lo fue, hizo todo lo posible para que la vida se parara por nosotros dos, tengo la sensación de que tu también eres ese tipo de perosna hijo, esta yendo a Paris apretando con fuerza una caja que parece de un anillo con cara de susto por que te da miedo volar.

-No me da miedo volar me da miedo que se caiga.

Ella sonrió y seguimos con la conversación fluida y ni me di cuenta de que el cacharro de hiero había empezado a volar.

-¿Cómo conoció a su marido?- pregunté.

-En el ejército, yo era la enfermera en su campamento.

-Vaya, tubo que ser fascinante trabajar ahí y duro por su puesto.

-Lo fue, la cosa es que el sabía de mi antes que yo de él.- tuve un dejavú al escuchar esa frase.- Siempre venía a enfermería pero nunca entraba, hasta que las circunstancuias y una herida en su pierna provovó que empezaramos a habalr, muchas veces nos hace falta un golpe para iniciar la conversación.

-Creame se perfectamente lo que el sintió.

-También la obervabas.

-No, mis amigos hablaban de ella sin parar y me enamoré de una imagen, pero cuando la conocí fue una sensación tan abrumante y calida, es más guapa y bondadosa de lo que me imaginé, eso no quita que no tenga caracter, para conseguir que me viera tube que apostarme ganar un partido-. La señora tenía cara de fascinación por la historia.- Ella ahora esta de tour de firmas, escribe sabe, lo hace muy bien, Alba pone todo de su parte por todo lo que hace y por la gente que quiere, no espera nada a cambio, aunque se este ahogando en algunos de esos problemas que no cuenta ouede llegar alguien en busca de ayuda que se la va a dar.

-Creo que es una chica magnifica.

-Si lo es.

"Tripulación con destino a Paris dentro de una hora entraremos en terreno francés y aterrizaremo".

Al escuchar eso mi cara fue de alivio infinito.

-Ves como no es tan difícil volar.

-Si...,-mi cara seguía siendo de alivio con una sonrisa tensa.

-Te va a decir que si.- me dio la señora tocandome el brazo.

-Ojalá.

La útima hora nos la pasamos viendo un documental sobre pingüinos que puso el avión, la señora se puso a mirar las nubes, en ese momento miré en el cuaderno de mi bolsillo el día que Alba iba a firmar el lugar y la hora.

Sentí el aterrizaje y e sentí tranquilo después de las cuatro horas en ese bicho que vela, ola señora hizo un gesto para indicarme que preferái esperar y salir los últimos,  yo le hice caso, al cabo de cinco minutos pudimos salir.

Llegamos dentro del aeropuerto, cogimos juntos nuestras cosas y nos fuimos por taxis separados, le deseeé buen viaje y ella me miró deeandome lo mismo con la mirada.

Fue en ese momento cuando me di cuenta que algún día seré yo o Alba la que cuente nuestra historia en un avión a alguien que vaya asustado a París o a cualquier otro lugar del mundo por otra persona, reflexiné sobre las expectaticas de ella, no soy nadie pero la haré vivir la vida que se  merece olvidar y curarse de todo.

Llegué al hotel después de un viaje interesante en taxi viendo lo que la ciudad de las luces ofrecía de día, me dieron la llave de mi habitación y me dejé dormir sobre el sueave colchón de mi habitación.

Alba

Segundo avión nuevo destino a París, otras cuatro horas que pasaré duermiendo o escuchando música hasta llegar a la ciudad de las luces y dormir para la firma de mañana.

Con todo lo que tenía encima solo me ha dado tiempo de hacer llamadas de cicno minutos a todos los que no estñan conmigo en este viaje, le dejé a Lucas un mensaje de buenas noches antes de que despegará el avión y tuviera que quitarle la conexión.

Todo acabaría pronto pero ahora había que enfrrentarse a la firma de París sola por lo que intenté no crearme expectativas de nada.

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Hola Hola,

¿Cómo estais? se que llevo tiempo sin aparecer pero la universidad me deja sin tiempo para nada, pero por fin están aquí Alba y Lucas.

París va a ser testigp de muchas cosas.

Un beso y no leemos pronto.