Las constelaciones de Lara [Parte 1] FINALIZADA

14

Alba

Nos levantamos el domingo por la mañana aun con la ropa puesta, yo con el maquillaje casi imperceptible y el pelo enmarañado igual que él, esta vez fui yo la que se levanto antes que el.

Me dirigí a la cocina para preparar el desayuno, como no teníamos mucho para este momento del día decidí hacer unos gofres, ya que la plancha para hacerlas estaba en el lado izquierdo de la encimera, empecé a realizar la mezcla con la receta que busque en google, en cuanto la tuve la mezcla según la imagen de la página empecé a cocinarlas en la plancha.

Emplaté y las coloqué en la pequeña mesita del salón y me dispuse a despertarle.

-Lucas-empecé a a moverle el brazo- vamos a desayunar.

-¿A ti? cuando quieras- empezó a remolonear-dame cinco minuto más.

-Sabes que no podemos, tenemos que irnos dentro de una hora.

-Lo sé, pero no quiero.

En ese momento empezó a llegarle el olor de los gofres y se reincorporó poco a poco.

-¿Dime de una vez lo que no sabes hacer? para aportar algo, por que me siento mal.

-No se jugar al baloncesto.

-Me consuela pero no tanto.

Tardamos un poco más de media hora en terminar de desayunar y recoger nuestras cosas para irnos, metimos las cosas en el coche y tal como habíamos venido nos fuimos de la misma manera, distinta música pero mismo paisaje visto desde el contrario.

No se cuanto tiempo había pasado ya que me dormí de nuevo, pero no me desperté cuando estábamos llegando como el viernes creo que me desvelé a mitad del camino.

-Déjame adivinar una cosa ¿el coche te da sueño? o ¿soy yo que te aburro?

-Siempre me duermo en el coche si no conduzco yo.

-Pues la próxima conduces tu.

-¿Cómo que la próxima?

-Claro, tendremos que volver a pasar mas días.

-¿En serio?

-Digamos que me dejaron la casa a cambio de volver de nuevo para que conozcas a mis padres, yo que tu no me mostraría entusiasmada

-¿Por que si son tus padres Lucas? se supone que la que tendría tener miedo de verlos soy yo y ni eso.

-Precisamente por que son mis padres y digamos que viven muy intensamente.

-Tampoco es que tu seas el ejemplo claro de tranquilidad.

-Lo sé, no es que no quiero que los conozcas, pero es que la relación que tengo con ellos no es del todo buena, no por parte de los dos, si no por parte de mi padre, el es un poco complicado y yo no llevo el estilo de vida que el quiere que lleve.

-¿A que te refieres?

-Mi padre, siempre ha querido que acabara trabajando en una oficina, cobrando bastante dinero y según él ya tendría que estar casado con alguien que el quiera y no de quien yo quisiera-hace una pausa mientras mira por el retrovisor- esto no debe de asustarte, por que eres la primea a la que voy a presentar, básicamente por que es mi primera relación seria y me da igual lo que el pueda pensar.

Creo que es de las cosas más sinceras que me ha dicho desde que estamos juntos.

-Lo sé, todo va a estar bien cuando los conozca.

-Claro que sí.

El viaje llegó a su fin, estando en el parking de mi edificio nos despedimos como lo hacíamos comúnmente, nos bajamos del coche y sacó mi maleta del maletero.

En ese momento notamos a alguien acercándose hacia nosotros, en mi mente pensé que sería Marta, que vive mas en mi piso que en el suyo propio.

-Marta, si intentas asustarme no lo estas consiguiendo-dije con desgana.

Lucas seguía mirando al maletero.

-¿A no? ¿ya no te asusto Alba?-no era una voz femenina si no que era masculina.

Me giro rápidamente agarrándome del brazo de Lucas, en cuanto le veo la cara recuerdo todos los momentos horribles que me hizo pasar, todas las cosas horribles que me dijo y todo lo que  no me dejó contar, volvía a tener al pelinegro de nombre Jorge, del que había huido y dejado por  teléfono del miedo que me daba decirle estas palabras a la cara.

-Veo que estas mu bien acompañada- dijo burlón- pensaba que tardarías más en superarme, pero viendo por lo que me has cambiado no me extraña que sigas mirándome con anhelo.

Había dicho anhelo, lo único que sentía mientras lo miraba era miedo y asco, seguía aferrada a su brazo, mi respiración se aceleraba y la lágrimas me seguían cayendo, le miré de reojo y vi su expresión enfadada.

-Oye, oye, oye, este rollito de tipo duro de turno insultando a alguien que te quiso, aunque lo dudo  mucho por su expresión-dijo Lucas mirándolo directamente a la cara- así que para un poco, por que que tengas que demostrar tu autoridad de esta manera, es sumamente patético.

Entonces el me miró dándome la señal, para que me fuera a mi piso yo empecé a correr y Jorge hizo el amago de seguirme, fue en ese momento cuando por el rabillo del ojo vi como Lucas le agarraba por los brazos para que no me persiguiera, mi vista se empezó a nublar por culpa de las lágrimas.

En cuanto entré en el portal de mi edificio vi a Marta y a Mario, intenté explicar lo que había pasado pero fue casi un intento nulo.

-¿Dónde esta Lucas?-me preguntó Mario acariciándome el brazo.

-Fuera con él.

Después de decir esto subí a mi piso con Marta y esta me ofreció una tila para intentar calmar mi ansiedad, cosa que estaba resultando nefasta y no era su culpa.

-¿Crees que estarán bien?.

-Incluso respirando le gana a ese imbécil.

-Lo sé, pero no puedo evitar preocuparme-dije mientras miraba por la ventana.

-Ya sabes..

Al terminar de decir esta frase sonó el timbre, el primero en entrar fue Mario, gracias al cielo no tenía ningún rasguño, desde que cruzó el marco de la puerta mi amiga corrió a abrazarle, segundo después entró Lucas, a simple vista parecía no tenía ningún golpe, pero al mirarle los nudillos y el lado izquierdo de su labio inferior, mi impulso fue apoyar mi frente sobre la suya poniéndome de puntillas, su respiración seguía acelerada y me seguían cayendo lágrimas.

-Esto no va a volver a pasar te lo prometo.

*:･ﾟ✧ *:･ﾟ✧ *:･ﾟ✧ *:･ﾟ✧*:･ﾟ✧*:･ﾟ✧ *:･ﾟ✧ *:･ﾟ✧ *:･ﾟ✧*:･ﾟ✧

Hola Hola, 

¿Cómo están?, espero de corazón que le haya gustado el capítulo de esta semana es un pelín intenso lo sé pero supongo que siempre hay gente molesta. 

Le mando buenas vibras bebés.