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Lucas 

La observé mientras conducía, lo pensamientos que tenía sobre ella circulando pro mi mente a toda velocidad hizo que me planteara si verdaderamente la merecía a mi lado, si se merecía que no pasáramos todo el tiempo juntos que ella quisiera por culpa de los entrenamientos y partidos casi todos los fines de semana. 

Evidentemente que no quería dejarla ir pero si sabía que su sueños estaban por encima de mi, dijese lo que dijese ella, no quiero ser un impedimento para su felicidad y no quería convertirla en la fuente de la mía, intentaría ordenar mi mente y solucionar esto de una vez por ella y por mi. 

-¿Sabes no me esperé que alguien como tu fuera de un pueblito?.

-Bueno, soy una caja llena de sorpresas. 

-Ya veo ya, una cosa ¿Cómo son tus padres?.

-Bueno , pues son unos padres bastante estándar la verdad, los raros son mis hermanos pero ya no viven aquí. 

-¿Cuántos hermanos tienes?, si son como tu no son tan raros. 

-Pues tengo cuatro hermanos, yo soy la quinta y la última. 

-Y yo sufriendo siendo hijo único. 

-El primero es Javier, luego va Luis seguido de Yurey y por último Nuria que es un año mayor que yo pero eso fue por meses. 

-Siento que la casa debió ser un caos cuando llegaste tú. 

-Sinceramente no lo sé-dijo mientas aparcaba delante de una pequeña casa rural de esas de película con un pequeño jardín delantero adornado con un huerto- siempre nos hemos llevado bien de alguna forma, pero ellos ya tomaron sus aminos y no viven aquí yo sigo aquí por que no me veo viviendo en otro sitio. 

-Y si ¿tu trabajo te lo pidiera?. 

-Me tendría que ir, pero no lo haría s no estuvieras conmigo. 

Ella salió e coche y cogió las maletas que estaban en el maletero de este, las bajó y las arrastró hasta la puerta del que fue su hogar la mayor parte de su vida, en cuanto toco salieron sus padres a abrazarla yo me quedé apartado observando lo feliz que era en ese momento y lo estaba compartiendo conmigo. 

-Tu debes ser Lucas.-se acercó su padre con intenciones de darme un apretón de manos. 

-Si el mismo.-le devolví el saludo.  

-Pasad.-dijo su madre amablemente. 

Esto que estaba ocurriendo con mis padres habría sido totalmente distinto, la habrían juzgado y habrían hecho comentarios fuera de lugar sobre ella en cualquier momento, eso por parte de mi padre, mi madre al contrario no dría nada e intentaría tener una conversación tranquila con ella. 

La casa en su interior era como aquellas que veías en las películas americanas cuando la protagonistas se va de vacaciones a su pueblo para desconectar de todo el estrés de la oficina durante un tiempo, había fotos de ella y sus hermanos en casi todas las estancias de la casa. 

-Supongo que venís cansados, así que podéis descansar arriba cariño, luego os llamo para cenar.-dijo su madre amablemente apoyada en la baranda de la escalera.

Alba solo asintió y subió hacia lo que yo supuse que era su habitación de la infancia, me limité a seguirla, su habitación era pequeña y acogedora, tenía algunos posters en la pared y figuritas pero al fondo tenía una estantería que ocupada toda la pared, en algunos cubículos tenia vinilos y cds, pero lo importante era la cantidad de libros que poseía, algunos ya los conocía pero otros eran específicos de su arreara y orientados a explicar todos los trabajos que tuvo hasta obtener lo que siempre quiso. 

Las constelaciones de Lara [Parte 1] FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora