•Capítulo 10: Lo siento•

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—Yo... —ella parecía tener un duelo consigo misma

No sabía qué más decirle, había expresado todo lo que sentía.

¿Acaso faltó que dijera más cosas? Ken-chin mencionó que las mujeres son muy exigentes.

—Aveces me preguntaba: ¿Por qué me gusta tanto verla sonreír? ¿Por qué deseo comer sólo sus dorayakis? O también, ¿por qué rayos no puedo dejar de pensar en ella? —continué hablando mientras recordaba todas noches donde me ponía a pensar en mi vida y mi futuro

—Manjiro... —susurró mi nombre con tristeza. No sabía qué le pasaba— Yo no...

—Consulté con los chicos para confirmar lo que sentía, y en serio me emocioné al saber que me había enamora-

—¡Basta! ¡No sigas! —finalmente alzó su mirada, más no tenía la expresión que yo esperaba, ella estaba llorando— Ésto está mal...

—¿Porqué dices eso? —cuestioné. Estaba comenzando a inquietarme

¿Acaso Tn me rechazó?

—No está bien. —repitió intentando secar sus lágrimas

Odiaba verla así, y peor, creo que era mi culpa.

—Este es el peor resultado que pude haber obtenido desde que me decidí a sepultar mis sentimientos. —agregó en un susurro para sí misma

Estaba más confundido, necesitaba que me explicara lo que estaba pasando, la razón por la que me estaba rechazando.

Narra Tn

Sabía que Mikey necesitaba respuestas, no podía dejarlo así, yo también necesitaba soltar lo que me tenía guardado.

—¿Qué? —volvió a insistir él

Fue un mal momento, he tomado muchas malas decisiones y esta fue la peor de todas... No debí aceptar quedarme con Mikey, no debí permitir que estos sentimientos sigan creciendo.

—Yo... No quiero ponerte en peligro. —solté impotente

—Eso debería ser al revés. Se supone que yo soy el que debe tener miedo de ponerte en peligro, pero si éstas a mi lado te protegeré. Soy el más fuerte, podré hacerlo.

—No, no lo entiendes... —apretó los puños

Sé que Mikey quería darme tiempo para decirle la razón de mi rechazo hacia él, pero no quería ponerlo en peligro. Si por mí fuese, simplemente me iría de aquí, mas eso sería muy cruel de mí parte.

Odiaba ser la razón por la que ahora él se encontraba sufriendo. Ésto nos lastimaba a ambos.

—Dilo. —habló esta vez en tono serio

—Soy hija de unos mafiosos... Por eso huyo cada cierto tienpo con Yato.

Sus ojos se abrieron ante dichas palabras. Varias cosas encajaban ahora para él, pues siempre evitaba el tema de mi pasado y mi familia.

—Nuestros padres obtuvieron varios enemigos que ahora buscan venganza a través de Yato y yo, por eso es que no podemos quedarnos mucho tiempo en el mismo lugar.

—... —Mikey se quedó callado. Su silencio me dolía, pues me daba a entender que estaba molesto conmigo y se arrepentía de muchas cosas

Supongo que ya todo se acabó, ambos sabemos que lo mejor es que me vaya, así que hoy mismo me iré.

—Lo siento, Manjiro. —me disculpé con la voz quebrada. Ni siquiera podía controlar mi propia reacción al comenzar a llorar nuevamente

De repente, comenzó a llover, como si el mismísimo cielo estuviese sintiendo mi dolor.

Pese a estar ocultos en un callejón, cubierto por telas de ropa sobre nuestras cabezas, la lluvia estaba mojando poco a poco nuestra ropa, pero a ninguno le importó ese echo.

—En serio intenté alejarme de ustedes para no involucrarlos, pero... —estaba buscando una excusa para quedar bien, pues me sentía como la villana de esta historia

No sabía si Manjiro se encontraba llorando al igual que yo, pues ahora las gotas de lluvia se deslizaban por su rostro, camuflado las posibles lágrimas que estaba soltando, mas prefería pensar lo contrario, quería que en realidad él estuviera molesto y no triste, porque no quería ser la razón de su aflicción.

—Pero yo... —continúe hablando— Cada vez que me proponía decirles la verdad o sino huir de este país, no podía hacerlo... Porque en verdad no quería alejarme de ustedes... Ni de Emma, Draken, Chifuyu, Mitsuya y... —tragué saliva— Y de ti... —completé con temor

Sentía todas mis emociones revueltas, tal cual lo describían en los libros. Al fin podía sentir esta extraña sensación por primera vez, sin embargo no deseo volver a experimentarla, pues no sabía si llorar, molestarme, sonrojarme, gritar o largarme.

—En serio lamento mucho haberte mentido a ti y a todos, Manjiro. —solté entre hipidos

Tapé mi boca mientras agachaba mi cabeza, queriendo callar mis sollozos, los cuales transmitían demasiada tristeza y dolor. Cualquiera que me oyese, diría que perdí a alguien querido, y sería verdad, pues hoy lo estoy perdiendo.

—... ¿Eres idiota? —fue lo primero que él soltó

—¿Eh? —cuestioné desconcertada

Apenas levanté mi cabeza para verlo, Manjiro ya me tenía acorralada contra la pared de aquel callejón.

Sus brazos me tenían aprisionada, de tal manera que tenía uno a cada lado de mi cabeza, apoyando la palma de sus manos contra la pared detrás de mí, demostrando que así no podía huir de él.

—¿Piensas que por eso soy capaz de dejarte? —me preguntó con una seriedad que nunca antes había visto en él— Te acabo de decir que es la primera vez que siento todo esto, así que no estoy dispuesto a dejar de sentirlo sólo por tu pasado, eso no tiene importancia para mí.

Mis ojos se llenaron de lágrimas nuevamente, viéndolo conmovida.

¿En serio me estaba aceptando pese a ponerlo en peligro a él y su familia?

—Tranquila. —dejó de acorralarme para poder darme un abrazo sincero, colocando su mano en mi nuca, acercándome más a él, para que así resposara mi cabeza en su pecho. Podía oír los latidos de su corazón claramente

—¿Manjiro? —pronuncié pensando que me había desmayado y todo esto era un sueño

—Yo también tengo un pasado... Que es incluso más oscuro que el tuyo... —abrí mis ojos sorprendida, alejando mi cabeza de su pecho para poder verlo fijamente

¿Manjiro tenía un pasado más oscuro que el mío? ¿Más oscuro de lo que ya era? Es decir, murió su hermano mayor por culpa de uno de sus mejores amigos, era algo que marcó demasiado su infancia y perduraría toda su vida.

—Yo ya estuve en peligro, junto con mi familia, desde que terminé involucrado en el bajo mundo de las pandillas. —añadió con calma— También, ellos mismos se ponen en peligro al estar conmigo...

No podía entender a lo que se refería, ¿tenía que ver con su pasado? ¿Acaso hay algo más aparte de la muerte de Shinichiro?

—¿Qué? —pregunté esperando que sea más específico

—Pero yo también tomé la misma decisión que tú. —soltó una leve risa, cambiando de tema disimuladamente— Fui egoísta al insistir que tú y Yato se quedaran con nosotros, aún sabiendo que tal vez las pandillas enemigas tomaran represalias contra ustedes... ¡Sin embargo confiaba en que podía protegerlos a ambos, sabía que mientras estuviesen conmigo no les pasaría nada!

Ahora que lo pienso, es verdad, Yato y yo estuvimos en peligro con la familia Sano, pues había escuchado que las pandillas en Japón eran casi iguales a la mafia, estas tomaban venganza contra sus enemigos de una manera horrible y rastrera. No obstante, yo había decidido quedarme porque sabía defenderme y contaba con la ayuda de Eren.

—Así que, ambos tuvimos la culpa. —susurré con amargura

—¡Así es! —exclamó tomándome de los hombros— Pero no me arrepiento. —agregó para luego besarme sorpresivamente

 Mi Debilidad (Manjiro y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora