•Capítulo 12: Cachetada•

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Manjiro me contó acerca de sus impulsos oscuros y su pasado, incluyendo la muerte de su hermano mayor, Shinichiro.

—Entenderé si luego de esto ya no me ves de la misma forma o si planeas dejarme. —añadió bajando su cabeza— No es necesario que te sientas obligada a darme tu apoyo por lásti-

—Jamás te dejaría por eso. —le interrumpí dándole un abrazo maternal de mi parte, dejando que su cabeza reposara en mis pechos mientras colocaba una de mis manos en su cabello rubio— ¡Eres muy importante para mí, Manjiro!

—¿En serio? —se separó del abrazo para poder verme a los ojos fijamente— ¿Prometes que jamás me dejarás?

—Yo... Prometo no dejarte por esa razón, al contrario, te voy a ayudar en todo lo que pueda. —cambié de tema dejando un pequeño beso en su frente

—¿Cómo planeas hacerlo?

—No sé, tal vez intentando distraerte con algo más o poner un nuevo hábito en ti para que no vuelvas a ponerte así.

—Eres mala dando ideas.

—Ya no te ayudo. —le di la espalda con intenciones de irme

—Era broma, era broma. —me detuvo colocando una mano en su hombro— No te molestes.

—Tonto. —susurré dándome la vuelta, siendo lo primero que topo con la mirada la sonrisa de Mikey

—¡Aún así me quieres! —exclamó colgándose de mi hombro como si fuese un koala— ¿Vamos por comida? Esta vez yo invito.

—¿En serio? —pregunté totalmente sorprendida

—¡Sí! Pero Ken-chin va a pagar.

Solté una risa por lo que dijo mi novio. Nunca me cansaría de sus ocurrencias.

Narra Takemichi

Me tomé de los pelos desesperado, ya que no tenía ni la más mínima idea de qué hacer, ahora que he viajado al pasado.

—¿Cómo rayos voy a evitar que Kisaki y Mikey se conozcan? —me pregunté en voz baja

—¡Hey! ¡Largo de aquí!

—¡¿De qué escuela son?! —se oyeron gritos por el pasillo del colegio

Todos volteamos hacia la dirección proveniente del ruido, aunque ninguno se levantó de su asiento.

—¡Oh, allí estás! —la puerta del salón se abrió y lo primero que apareció fue Mikey

—¿Eh? —lo miré sin creérmelo

—Neh, Takemichi. —entró al salón como si nada— Salgamos a jugar.

¡Este tipo está demente!

—Estamos en plena clase... —habló el profesor en un tono bajo, también estupefacto por la escena

Mikey ni se inmutó, así que no tuve más opción que seguirle el juego y salirme de mi salón, después de todo las clases estaban aburridas.

—E-ellos son todos los de tercer año. —tartamudeé viendo los cuerpos de todos regados por el suelo— ¿Qué pasó aquí?

—Ah, eso. —Draken llegó a mi lado— Me hicieron enojar y los noqueé.

Tragué saliva temeroso.

—Formen una fila, debiluchos. —les ordenó Draken— Los quiero boca abajo. —añadió

Inmediatamente todos, literalmente se arrastraron por el suelo boca abajo, hasta formar una fila recta.

—Están demasiado separados, luego no se quejen. —comentó éste y seguido de ello Mikey apareció, pues aparentemente se había quedado para pedirle permiso a mi profesor de dejarme ir

 Mi Debilidad (Manjiro y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora