-Vaya vaya vaya- Murmuró un pelinegro saliendo de la oscuridad de aquella sala.
-Quien coño eres!? Porque me tienes aquí!?- grito el ojiazul moviéndose a los lados, haciendo que la silla en la que estaba se tambaleara. Intentaba zafarse de las cuerdas que amarraban sus muñecas y tobillos.
-Nick Hunter, sicario de la mafia el Dorado- Dijo el azabache parándose en frente del castaño.
-Pero... Cómo?-
-Tu mafia está muerta, todos están muertos, todos pasaron por esta misma silla y esas mismas cuerdas-
-No...es imposible-
-No, no lo es, pero tranquilo, no te voy a sacar información, ellos me la dieron toda, solo quedas tú vivo aunque no va a ser por mucho tiempo, Nicky-
-Vete a la mierda, no te creo nada-
-Volkov!- grito el mayor a lo que entro alguien más a la sala.
-Si, superintendente- salió un hombre con cabello gris y un poco más alto que el pelinegro.
-Puedes hacerme el favor de mostrarle a este capullo las fotos de sus amiguitas muertas?- dijo en un tono burlesco.
-10-4- murmuró y saco su móvil del bolsillo, busco algo durante unos segundos y finalmente le mostró la pantalla al menor. Habían fotos de todos sus compañeros muertos con la cara demacrada o un tiro en la cien.
-Porque!? Porque me dejaron de último a mi!?- grito desesperado.
-Me pareces muy guapo, tal vez podemos divertirnos un poquito con tu lindo culo antes de matarte, que te parece Volkov?- el ruso asintió con una sonrisa -Pues perfecto, te soltaré- caminó hasta la espalda del castaño y soltó sus pies y manos con cuidado. Al estar completamente suelto lo agarró de los brazos con fuerza -No intentes hacer nada porque te irá peor- murmuró el azabache en su oído.
Caminaron un poco hasta llegar a una mesa de metal, el mayor empujo sus caderas haciendo que su ya erecto miembro rozara con el culo del sicario -La sientes, verdad?- el ojiazul ya daba su vida como pérdida ¿Porque no echar un polvo con dos tíos guapos antes de morir? Así que asintió con la cabeza -Asi me gusta muñeca, mira como tienes al ruso, necesitado por tu gordo culo o tu linda boquita- apretó uno de sus glúteos con fuerza, el menor miró hacia donde estaba el peliplata.
Estaba apoyado en la mesa a un lado de ellos, sudado, con la camisa vinotinto desabrochada dejando ver su pálido y fornido torso, sin los pantalones ni el boxer se masturbaba con la excitante vista de su superior restregandose contra el sicario, soltaba muy leves jadeos, su polla era grande y apetecible, la parte homosexual del ojiazul le rogaba arrodillarse entre las piernas del ruso y hacerle un maravilloso oral.
-Lo quieres, no? Quieres chuparle la polla, adelante- lo soltó de los brazos y el fue caminando hasta el ruso, el cual lo agarró fuertemente del cuello y estampó sus labios, le arranco la camisa azul del cuerpo y empujó sus hombros hacia abajo a lo que quedó arrodillado entre sus piernas.
-Chupamela- murmuró con su típico acento extranjero, el ojiazul no se quejó, agarró el miembro del más alto metió el glande entre sus labios y succionó, el ruso no soporto más, agarró sus cabellos con fuerza, separó sus caderas de la mesa de metal y empezó a follarle la boca al menor el cual lloraba y hacia lo posible para no soltar arcadas.
Dirigió unos segundos la mirada hacia un costado y vio al pelinegro marturbandose con los pantalones desabrochados, su camisa estaba con los primeros botones abiertos y la corbata mal puesta, se concentró en su miembro el cual era más grande que el del ruso.
El peliplata termino de quitarse la camisa para quedar completamente desnudo -Ponte en cuatro- escuchó la voz del mayor a sus espaldas, saco el miembro del ruso de su boca e hizo caso poniéndose en cuatro en el suelo, el más alto se arrodilló en el piso y con un gesto pidió que siguiera dándole el oral, volvió a agarrar su miembro y lo metió a su boca.
El azabache quito el pantalón de Nick junto a sus boxers, dejando su culo al aire, agarró sus dos grandes cachetes y los abrio dejando ver su estrecha y rosada entrada, saco un tarro de lubricante de su bolsillo y echó en toda la circunferencia de esta, llenó dos de sus dedos del líquido y los introdujo de golpe en el ano del castaño el cual soltó un fuerte gemido mandando una deliciosa vibración al miembro del ruso.
Daba fuertes estocadas con sus largos dedos mientras con su otra mano se masturbaba, saco los dos dedos y vio como palpitaba pidiendo algo dentro, metió esta vez 3 dedos con fuerza haciendo que el menor arqueara la espalda, las estocadas eras salvajes y fuertes, después de unos segundos introdujo un cuarto dedo, en este punto casi toda su mano cabía en el ano del castaño el cual lloraba del placer que sentía, logro tocar su punto G, el castaño saco el miembro del ruso de su boca y gimió en alto.
Metía y sacaba toda su mano del ano del sicario, los tres ya estaban completamente desnudos, muchos fluidos salían de allí, su mano era ahogada por la entrada, el ruso se había corrido en su cara y en su boca 2 veces, mientras el castaño se había corrido unas 3 veces sin ser atendido, el moreno saco sus dedos del interior del ojiazul y metió su miembro de golpe, tocó a la primera el punto dulce del menor el cual arqueo su espalda -More More please MORE- Gritó al sentir tremenda descarga de placer.
Embistió con la mayor fuerza que pudo, la estrechez de Nick era maravillosa, saco su miembro de su interior y se puso de pie, levantó a Hunt del suelo dejándolo de pie con las piernas temblando -Viktor, agarra sus piernas, vamos a entrar los dos- el ruso asintió gustoso y se levantó del piso para agarrar al menor de las piernas, lo levantó dejándolo en medio de los dos, Jack entro con facilidad y siguio el peliplata, los dos miembros se rozaban mandando deliciosas sensaciones a ambas partes. Nick estaba al borde de la locura por el tremendo placer que sentía.
Empezaron a embestir con fuerza, Nick gritaba pidiendo más, ambos estábamos al límite pues su entraba nos apretaba cada que tocamos su punto, Nick fue el primero en correrse por 4 vez, después la estrechez de su entrada hizo que los dos mayores se corrieran la mismo tiempo con un último gruñido.
Salimos de su interior y nuestros fluidos empezaron a brotar por sus muslos, camine hasta mi pistolera y saqué la pistola y le dispare en la cien, su cuerpo inerte calló al piso.
-Joder Conway, este me gustaba- dijo el ruso caminando hasta su ropa y empezando a ponérsela.
-A mi tambien, pero mató a más de 70 personas, no podemos arriesgarnos-
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