Capítulo 1: El prisionero

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Después de una vida llena de viajes allí se encontraba tirada en una nave de transporte, directa a prisión. La joven Balkiara, hija de un famoso cazarrecompensas había sido apresada por sus antiguos compañeros, que viendo el alto pago que había recibido por su última caza, decidieron tenderle una trampa. Le atraparon y le dieron una paliza, al estar en shock por la traición no se defendió, hasta que se espabiló, entre puñetazos y disparos de su blaster les mató sin piedad, pero cuando iba a escapar aparecieron los soldados de la nueva república y la apresaron. Pasó unas semanas molesta y deseando encontrar la forma de escapar, pero poco tardó la joven en resignarse a la búsqueda de un plan de huída. La celda era más fría que de costumbre, intentaba calentarse frotando sus manos sobre sus brazos, añorando la chaqueta que le quitaron al entrar en el lugar. Estaba a punto de cerrar los ojos para dormirse cuando oyó un ruido, que parecía venir de un blaster, se oía lejano, pero la idea de una pequeña posibilidad de escapar, hacía que la joven se emocionara. Unos minutos después todo se llenó de un silencio alarmante.

-¿Qué ha sido eso?-. Se preguntó en voz baja.

De nuevo un estruendo inundó los pasillos de la nave, ella se levantó de un salto y se acercó a la puerta de su celda para ver como un grupo, que para su sorpresa no estaba compuesto por droides, se dirigía a la celda que se encontraba frente a ella.

-¡Ábrela!-. Oyó gritar a uno de los integrantes de aquel grupo.

Poco después de escuchar esa orden, la puerta de la celda se abrió, dejando ver a un twi'lek que no parecía muy amistoso. La joven giró la cabeza y miró a otro de los miembros del grupo, por su casco dedujo que era un mandaloriano.

-Qin...-. Dijo el hombre con sorpresa.

-Tiene gracia-. Le contestó el twi'lek con una sonrisa sarcástica.-El hombre que me abandonó, es ahora mi salvador, Mando-. Continuó hablando el tal Qin de forma sospechosa.

Conforme terminó la frase, la joven sabía que esa charla no acabaría bien. Y efectivamente no se equivocaba, los compañeros del mandaloriano aprovecharon el acercamiento de este a la celda para empujarle de un golpe al interior de ella, la puerta de esta se cerró y los acompañantes le dispararon con sus blasters.

-Dudo mucho que le hayan matado con eso-. Pensó la joven en voz alta.

La fama de las armaduras hechas de beskar era que resistían a ese tipo de ataques. Cuando la muchacha salió de sus pensamientos y alzo la vista, vio como el grupo de bandidos la miraba.

-¡Tu a callar, niña!-. Le gritó una bestia de piel roja que le sacaba al menos 4 cabezas.

La joven les dedicó una mirada de asco y se apartó de la entrada de su celda, para sentarse pegada a la pared. Al parecer la gran entrada de su nuevo compañero de celda no le dejaba descansar, no hacía más que pensar en lo injusto que había sido tal encierro. Nerviosa se levantó de nuevo y se acercó a la puerta, justo en ese momento el mandaloriano atrapó a un droide, golpeándolo contra la puerta hasta que le consiguió arrancar el brazo, disparándole en la cabeza y destruyéndolo. Poco después la celda de aquel hombre estaba abierta.

-Menuda habilidad, tu...¿eres un cazarrecompensas verdad?-. Le preguntó la joven.

-Eso a ti no te incumbe-. Le contestó con seriedad.

-Espera, ¿eres Mando, no?, seguro que conoces a mi padre-. Preguntó de nuevo ella. -Tu podrías ayudarme, necesito salir de aquí, tengo algunos asuntos que resolver-. Le explicó la joven.

-Ese no es mi problema-. Le respondió de forma cortante, mientras salía de la celda.

-Yo también soy una cazarrecompensas, mi padre era Sokhna-. Le dijo de forma acelerada.

The Mandalorian (Mando x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora