naoto. mitake.

seis.

antes de comenzar: recuerden por favor que esta historia es un UA, osea, muchas cosas no serán iguales que en el manga/anime.

—¿qué cosas dices, m-mikey-kun? —su risa salió tan quebrada y nerviosa como su él de 12 años el primer día de secundaria. mikey, en cambio, se veía lo suficientemente seguro como para saber con sólo un vistazo que no estaba bromeando.

también se veía lo bastante burlón como para saber que, en parte, estaba jugando con su estabilidad y su corazón agitado.

no mostraba signos de saber lo que significaba el espacio personal, porque estaba pegado a él cual tortuga con su caparazón. sosteniendo los cabellos de su nuca y acercándolo a él, quedando a centímetros, lo observaba.

—oye, oye, takemicchi, me gustas.

—¡mikey-kun, nos conocemos hace sólo un mes!

—especialistas de todo el mundo dicen que basta 1 segundo para enamorarte, siempre creí que era una idiotez, que necesitarías meses y meses e incluso años para enamorarte de alguien, pero cuando te conocí… —prosiguió— ¿qué es lo que tienes, takemicchi, que llamas la atención de todos? ¡es como si nos obligaras a mirarte!

—¿o-obligar a mirarme? ¿de qué hablas? espera… ¡¿dijiste enamorarte, estás enamorado?!

el falso albino rió, y soltó los cabellos azabaches ajenos, para luego unir sus manos con las contrarias, enredando sus dedos. realmente le gustaba esa expresión de confusión y vergüenza que tenía el hanagaki. repitió:

—oye, oye, takemicchi, me gustas.

—mikey-kun…

—¿sí?

—a mí… no me gustas…

—¿eh?

y la ilusión del momento cayó en picado.

pero… no entendía, ¿no habían ido a citas? ¿no habían entrelazado sus dedos? ¿acaso takemichi no acababa de sonrojarse por la cercanía?

¿era acaso por su forma de ser?

era un tonto, nunca debía ser él mismo, siquiera con draken. fue él mismo con kisaki y terminó manipulado, casi termina con la toman desintegrada y su hermana murió por culpa de la fácil manipulación.

¿de nuevo había arruinado algo?

—aún.

—¿e-eh? ¿"aún" qué?

—aún no me gustas, pero… me atraes. sigue intentando ligarme.

sonrió.

estaba volviendo a hacer lo mismo que hace años. estaba volviendo a juzgarse a sí mismo por nada, como siempre.

—oye, oye, takemicchi, ¿puedo besarte?

—yo… n-no lo sé… hace muchos años que no beso a alguien…

—¿cuántos años específicamente?

—creo que… ¿5 años? sí, cinco años —contó mentalmente y respondió.

—¡yo nunca he besado a alguien, takemicchi! ¿quieres ser mi primer beso? —dijo como si nada, y fue una real sorpresa para el azabache.

mikey era guapo, mucho más ahora que se veía más sano desde que salía con él, y en su juventud probablemente también lo había sido.

no tenía pruebas, pero tampoco dudas.

—¿e-en serio nunca has besado a nadie? qué raro.

él rió, y de pronto estaban en otra posición junto a un pequeño grito de sorpresa por parte del azabache.

manjiro de la nada lo había acostado en el sofá, y se había posicionado entre sus piernas. pecho contra pecho, narices rozando, ojos fijos en el otro, y los cabellos blancos acariciando su rostro.

—¿entonces sí serás mi primer beso, takemichi?

tragó saliva, siendo el único sonido presente en el ambiente. ya no habían sonidos de motores que venían de la calle, no habían murmullos de la gente que pasaba, los pájaros no cantaban, el viento había dejado de soplar. el único ruido ahora era la respiración nerviosa de hanagaki y la respiración tranquila de manjiro.

—sí, seré tu primer beso, mikey-kun.

sus labios se unieron rápidamente, no fue lento, ni tortuoso, fue rápido y directo.

tal y como lo era mikey.

y ahora takemichi dudaba si en verdad era el primer beso de el chico sobre él.

ahora había un nuevo ruido, y era la saliva de ambos hombres uniéndose.

—¡oye, mikey, idiota! ¡había reunión--

y la voz gruesa de alguien desconocido.

—qué mierda.

no me gustó, pero estoy enfermo y es lo que hay [troste].