naoto. mitake.

cuatro.

—estás más raro de lo usual.

—¿me estás llamando raro?

—te queda mejor fenómeno —respondió con burla el ahora azabache, «¿por qué ahora todos tienen el cabello negro?» pensó mikey—. vamos, dime qué te sucede, incluso el otro día sólo diste la orden de sacarlo de toman a aquel traidor, usualmente hacemos… ya sabes… advertir que no se metan con nosotros.

y sí, mikey no estaba como siempre.

se veía… más feliz.

usualmente estaba serio, callado, en su propio mundo, sin esa chispa que había estado perdiendo desde que tenía 12, casi 13.

la chispa que empezó a apagarse y consumirse lentamente después de la muerte de él…

sus ojos nunca habían brillado mucho, usualmente lo hacían cuando sacaba a la luz aquel lado infantil y tonto, como cuando le ponían banderitas a su menú, y cuando draken le traía cada mañana sus dorayakis.

sin embargo, en algún punto de la historia, aquel lado infantil decayó y ya no estaba con ellos. mikey había muertó, y sólo quedaba un cascarón con ansias de más para los suyos. al menos aún era un poco amable, y no era una mierda en su totalidad.

pero en estos días, algo había cambiado. sus ojos parecían brillar un poco más, su sonrisa que hacía años no veía, había nacido un par de veces entre charlas, eso también, estaba más comunicativo.

sea la mierda que sea la que haya pasado, agradecería por el resto de su vida.

—estaba de humor.

—¿sólo eso?

—estaba de humor porque… —hizo una pausa.

—ya dilo.

—estaba de humor porque conocí… —hizo otra pausa.

—¡YA IMBÉCIL, DILO!

—estaba de humor porque conocí al chico más lindo.

draken bufó, y, desde antes que pueda terminar su respuesta, él ya estaba hablando, adelantándose sea cual sea su contestación.

—¿y eso es tod-? ¿qué? ¿cómo que el chico más lindo? —se vio confundido, y no era para menos.

no todos los días manjiro sano, mikey, el invencible, el líder de una de las bandas más peligrosas de japón… decía que había conocido a alguien hermoso.

—creo que me gusta mucho, ken-chin —aún si los años pasaban y ya no tenían 15, ese apodo seguía.

—¿gustarte alguien? ¿a ti? amigo, creo que te hicieron un amarre, corre de ahí.

—imbécil, lo digo en serio… lo conocí hace algunas semanas, y nos vimos un par de veces nomás —continuó, dándole un poco de contexto a draken, se notaba que lo necesitaba—. pero… en el tiempo que no lo ví y ahora mismo puedo olvidar sus ojos, su voz tímida, su muy notable determinación apesar de ser un poco llorón y bastante tímido.

ken estaba bastante extrañado y sorprendido, lo suficiente como para enviar en un grupo que tenían "ayuda mikey está raro".

"idiota, estoy a tu lado, no hace falta que escribieras eso conmigo aquí".

fue la respuesta que recibió.

aunque no lo demostrara, estaba realmente feliz por manjiro.

—¡lo sabía!

—¡q-quizás sólo se refiere a ligar en términos de amistad, ¿no?!

—¿qué clase de idioteces dices, idiota? —habló ahora kazutora, terminando de ordenar los nuevos paquetes que habían llegado al negocio—. obviamente te quiere ligar porque te quiere besar, te quiere amar, te quiere coje-

—en resúmen, no te está ligando como "amistad" —chifuyu tapó la boca del chico de cabellos ahora largos antes de que pudiera terminar su oración, pues una niña junto a su probablemente padre habían entrado al negocio. chifuyu los dejó solos para ir a atender a los nuevos clientes.

—es que… ¿alguien se fija en mí? ¿yo debería fijarme en alguien?

hanemiya suspiró, terminando de dejar la última bolsa de alimentos en la parte trasera del negocio—. sé de qué estás hablando, takemichi, y sé que aún no la superas, pero… debes seguir adelante, por tu bien y también por el de naoto, ¿crees que naoto quiere estar toda su vida viendo como su padre está solo y sin nadie a su lado?

—los tengo a ustedes…

—pero no hablo de esa forma, takemichi, hablo de que necesitas alguien que te cuide, alguien a quien cuidar, alguien que te ame románticamente, alguien a quien amar románticamente —matsuno volvió de la parte delantera, oyendo lo que kazutora tenía para decir.

—kazutora tiene razón, takemichi… debes seguir adelante, por más que cueste, puedes y debes.

hanagaki suspiró, comenzando a caminar hacia la puerta del local.

tenía su cabeza hecha un lío, ¿superarla a ella? sería imposible, por siempre, lo sabía. la había amado más de lo que alguna vez había amado algo, incluso sus padres.

pero al fin y al cabo sus amigos tenían razón, no podía, pero debía.

—gracias por ayudarme, chicos, lo aprecio —antes de que pudiera irse, kazutora se acercó a él rápidamente.

—cojer, te quiere cojer —susurró.

DEDICADO A LA SWANGANG, O, ESO ES LO MEJOR Q ME PASÓ EL 3 AÑOS WN. SLNDLQNDLA.D.