Muñeco

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Advertencias: Leve Katsudeku

Era Hallowen y un grupo de niños de la primaria U.A se reunía en la casa de uno de ellos para tener una fiesta, pero en opinión del anfitrión parecía más una tonta pijamada que una celebración al horror y a los muertos que esa noche debían pasearse entre ellos, o eso pensaba él para lo que se festejaba ese día, cansado de ese ñoño ambiente y con un plan hecho con antelación, habló con su madre para preparar la sala ya que contarían historias escalofriantes, pararon la música, los invitados dejaron de corretear o enseñar las nuevas cartas que se habían ganado en los sobres de barajitas, todo se reunieron, algunos se sentaron en los muebles o en el suelo a excepción de Katsuki que estaba de pie en la habitación donde todos pudieran verle, sostenía una linterna ya que las luces fueron apagadas, alumbró su rostro en un intento de verse más atemorizante... no funcionó.

Había cambiado un poco su voz intentando sonar más grave... no funcionó, y nada tenía que ver con su disfraz de ángel.

- Bien, iniciaré contándoles una historia sobre un niño y un muñeco – Dijo Katsuki

- Eso no da miedo – Dijo en voz alta Masaru.

- Un muñeco... ¡del infierno! -.

- Tengo que ir a la tienda – La esposa presionó la mano contra el hombro del castaño para volverle a sentar.

"Había una vez un niño que había ido a casa de su abuela, la señora había fallecido y debía ayudar a su madre a organizar algunas cajas ya que la vivienda sería vendida, se dio cuenta que había una caja distinta a las otras, era de madera y unas cadenas la envolvían impidiendo ver su contenido, el niño al ser muy curioso decidió buscar en el cajón que su abuelita solía usar para guardar llaves, pasó horas intentando hasta que logró dar con la correcta, los engranajes de la cerradura se movieron con un chillido y una nube de polvo salió del contenedor haciendo al niño estornudar, era un muñeco, no sabía que era, parecía un monigote negro, sin brazos y una máscara blanca parecida a los que usaban los doctores en la edad media, era suave y parecía de buena calidad, sólo debía limpiarlo; había pasado tanto en esa actividad que ya su madre tenía lo demás finalizado y era hora de partir, por lo que lo llamó – ¡Izuku ya nos vamos! -..."

- ¿Por qué soy yo el niño de la historia? – Preguntó el peliverde, no le gustaban las historias de terror y mucho menos si lo colocaban como personaje, su actitud discernía con su disfraz de demonio.

- Por qué así lo decidí y te callas – Se aclaró la voz – Continúo...

"El niño guardó el muñeco en su mochila amarrilla y se regresó a casa con su madre, luego de terminar la rutina de ese día, cuando se preparaba para dormir escucho el sonido de algo ligero cayendo, volteó y vio su nueva adquisición en el suelo

– Qué raro pensé que había dejado la mochila cerrada, espero que no te hayas lastimado pequeñín – Mencionó tomándolo del suelo ofreciéndole una sonrisa al muñeco.

– Descuida no me dolió – Dijo el objeto mientras un par de pequeños brazos salían de él encogiéndose de hombros con las manos hacia los lados mostrando un gesto despreocupado.

– ¡AAAAAAAHHHHHHHHH! – Deku soltó el muñeco asustado retrocediendo.

– Oye eso si me dolió...aquí – Se quejó señalando su pecho.

– ¿Q...qué e...r..res? – Tartamudeó como ahogándose con sus palabras.

– ¿Yo? Tu nuevo mejor amigo barra confidente – Voló hasta él gesticulando durante cada palabra – Ohh, ¿Dónde están mis modales? – Se dio una palmada en la cara – Soy Joi Irinaka, pero tú puedes llamarme Mimic -..."

BNHATOBER 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora