Merito no Merecido

57 10 8
                                    

Advertencias: AU sin Quirks, OoC extremo.

La pequeña familia Midoriya tenía una pastelería, madre e hijo trabajaban en ella junto a un par más de empleados, quienes eran Bakugo como cajero e Iida como el chico de las entregas, este último había enviado un mensaje a la señora Midoriya indicando que no podría ir ya que se encontraba enfermo y disculpándose mil veces por las molestias causadas, Inko estaba preocupada, ella no podía dejar la cocina y había clientes constantes en el mostrador, así que no le quedó de otra que mandar a Izuku a entregar el pedido.

- Hijo necesito que entregues este paquete, el que lo encargó se escuchaba muy preocupado porque se entregara a tiempo -.

- ¿Kacchan no estará muy ocupado? - Lo dijo ya que había clientes esperando.

- ¿Me ves cara de inútil?, podré hacerlo mejor sin ti estorbando – Dijo con cara hastiada, aunque por dentro daba saltitos en un pie porque su crush se preocupara por él.

- De acuerdo, ¿Dónde es? – Después de que su madre le diera la dirección, la cual tuvo que anotar en su mano, salió de allí pedaleando rápido en la bicicleta.

El pecoso no tenía la constitución ni la experiencia del repartidor oficial por lo que intentar llegar al sitio casi lo dejó sin pulmones, se detuvo en una intersección ya que no recordaba bien hacía que lugar ir, miró su mano y notó que el sudor había deformado las letras, por lo que tenía que traducir jeroglíficos, tocó su bolsillo y se percató de que no se había llevado su celular al salir deprisa, maldijo en voz baja he intentó forzar a su memoria para que recordara – Ummmm, oeste, sí, en definitiva es hacia el oeste – Convencido se dirigió hacia allá, a medida que pedaleaba las fachadas de las casas y locales se veían más deterioradas, habían más vagabundos, no era de las personas que juzgaba, se concentró en su objetivo y suprimió los instintos de supervivencia que le gritaban que diera la vuelta enseguida, recordaba perfectamente a su madre decir que era en un local de puerta negra y paredes marrón oscuro, logró ver uno con esas características, por lo que se detuvo al frente, sacó el paquete de la mochila y se paró en la entrada viendo que no tenía ningún timbre, supuso que tendría que tocar, pero no tuvo que ejecutar esa acción ya que alguien salió mirándolo de arriba abajo.

- ¿Eres el chico del paquete? – Preguntó un hombre delgado y de porte fino.

- Sí señor aquí tiene – Le extendió la caja.

- No...no, tienes que dárselo directo al jefe, una vez que compruebe que la mercancía esta en buen estado podrás irte – Mencionó haciéndose a un lado para dejarlo pasar.

- Ohh... ¿Okey? – Supuso que sería una situación común, entró al lugar, escuchando el chirrido de la pesada puerta cerrar tras de él, lo que le envió escalofríos al cuerpo, al adentrarse notó que se trataba de un bar, algo elegante teniendo en cuenta su ubicación, la luces rojizas le daban un ambiente más oscuro e íntimo aunque la gente que allí se encontraba parecía todo menos amena, un chico con quemaduras y la piel cocida, una chica con cara de padecer de alguna grave condición mental, un tipo con piel que asemejaba la de un lagarto "¿Será una enfermedad?", otro de facciones toscas, de labios gruesos usando lentes de sol a pesar de estar en interiores y sentado en la barra un sujeto con manos pegadas alrededor del cuerpo "¿Qué extraños accesorios?", de pronto todos voltearon a verle muy muy mal, su instinto de supervivencia parecía un mono enjaulado halando furioso contra los barrotes desesperado porque saliera de allí ¡YA! Que después de eso no la contaría, pero como su sentido de responsabilidad era más fuerte que sus ganas de vivir continuó caminando, lo escoltaron hasta estar frente del peliceleste.

- Él es el chico del paquete – Dijo el señor tras él.

- Ohh, el chico del paquete, colócalo aquí – Señaló la barra.

- Aquí tiene señor, espero que le guste – Dijo forzando su mejor sonrisa natural.

- Por tu bien también lo espero – Mencionó toscamente, haló del lazo que envolvía la caja, levantando la tapa observando la preciosa tartaleta de fresas y melocotón que en el centro tenía escrito con chocolate "FELIZ CUMPLEAÑOS", Tomura sacó el dulce dejándolo sobre la madera, sus manos temblaban, todo su cuerpo lo hacía.

- Tomura ¿Estás bien? – Preguntó preocupado Kurogiri.

- No puedo creer que se acordaran de mi cumpleaños, son unos idiotas – Uso una de las manos cortadas para taparse la boca conteniendo sus sollozos, era la primera vez que le daban un dulce por su cumpleaño.

- Awww Shiga – Se le acercó Toga y lo abrazó en un costado, los demás presentes se miraron y Magne se encogió de hombros aproximándose al cumpleañero para ser parte del abrazó, uno a uno, todos terminaron en un abrazo grupal, el pecoso se hallaba enternecido e incómodo a la vez, se dispuso a irse cuando la rubia volvió a hablar – Hay que cantar.

- Pero no tenemos vela – Comentó Dabi.

- Hay una adherida a la parte interior de la tapa – Mencionó el peliverde, la desprendieron y vieron que era una vela de Sailor Mercury.

- ¡Já! Ami siempre fue mi sailor favorita, hasta en eso pensaron, y yo que creía que sólo tenían dos neuronas – "Felicitó" contento a su grupo, colocó la vela y la encendió – Bien, comiencen – De pronto empezaron a cuchichiar, la verdad es que nadie había cantado cumpleaños antes o no lo recordaban, así que inspirando, fuerte el pecoso inicio a la tonada y comenzó a aplaudir, un poco torpes los demás lo fueron siguiendo hasta terminar la canción, pensó que ahora sí se iría pero fue sentado en uno de los asientos y en breve tenía un plato con un trozo de tartaleta, al final terminó compartiendo una 2 horas con ese extraño grupo, bebió un par de copas, rio con algunas anécdotas y recibió elogios por el buen sabor del postre, indicándole que pronto volverían a encargarle más de sus productos, cuando llegó el momento de partir Kurogiri lo acompaño nuevamente a la entrada.

- No sé que sucedió aquí, obviamente no eras el chico que esperábamos, pero no importa, si mantienes la discreción con nosotros no tendrás ningún problema, que tenga buen día joven – Después de entregarle un fajo de billetes en un sobre cerró la puerta dejando a un aliviado y poco ebrio Midoriya, se montó en su bicicleta rumbo a la pastelería, siendo recibido con su madre preocupada y un molesto rubio que ocultaba su preocupación, después de contarle lo que paso omitiendo detalles escabrosos ambos se tranquilizaron quedando de acuerdo que Izuku no volvería a hacer de repartidor, aún y con la excesiva propina que le habían dado. 



Nota de autor.

Otra idea sugerida por el editor guionada por mí, me di cuenta que hasta hora no llevo casi días con shipps, pero creo que le agarre la diversión a este tipos de ideas con poco o nulo romance :3 

El día de mañana iba a ser una idea Caejose que planeaba a adaptar para BNHA pero me gusta tanto la idea como está, siento que va perfecta para un OS de jojos, así que tengo que hacer algo de cero, probablemente sea un Drabble quien sabe.

Espero que les haya entretenido, me gusta mucho la Villian Family aunque estén muy Out of Character ;3

BNHATOBER 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora