Recuerdos [Miritama]

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¿Por qué no te quedaste? Pensé que nos amábamos lo suficiente para superar las adversidades mientras estuviéramos juntos, sabías que no me importaban los susurros e insultos a viva voz, estaba consciente que a ti sí, siempre fuiste muy tímido e introvertido y ser el foco de un rechazo desmedido te llenaba aún más de tensión, pero ingenuamente creí que mi sola presencia bastaría para calmarte, que al volver a casa y amarnos libremente te daba las fuerzas para continuar, ¿Por qué no me lo dijiste? Preferiría tu rechazo al desconocimiento, ojalá hubieses terminado conmigo y no simplemente desaparecido. Cuando recuerdo aquel día un nudo se forma en mi garganta dificultándome respirar, levantarme ese día y no verte en la cama, buscándote por el departamento sin éxito, llamando a tu número y que me saliera desconectado, tu ropa no estaba, supe que era el adiós cuando vi la foto que te tomé en nuestra primera cita como pareja con tus llaves sobre ellas, ¿Por qué no me advertiste? Que lo nuestro tenía fecha de caducidad, que no tenía que fantasear con un futuro en el que estuvieras, que no debía hacer ese primer pago de la casa en la que pensaba llevarte para nuestro aniversario, aquella a las afueras de la ciudad donde cerca habitaban esas hermosas criaturas que te fascinaban, el dinero fue lo de menos, no habértelo podido mostrar es lo que más me duele, quizás te hubieras quedado... quizás. 

Recorro las calles por las que solíamos pasar, es la última vez que lo hago, me mudaré de esta ciudad, cada parte de ella tiene un recuerdo de ti. Paso por la florería de Sir Nighteye, un hombre algo extravagante fanático de los comics de All Migth, pero que jamás nos juzgó a pesar de lo que éramos, lo saludo mientras los veo regar las plantas al frente de su tienda, me llega el recuerdo de haberle preguntado si te había visto y negar, aún tengo el libro de chistes que me dio a modo de consuelo cuando se dio cuenta que me habías abandonado. 

Continúo y paso por el parque, me desvío entre los árboles y paso por aquel árbol donde te conocí, años atrás, grité porque pensé que había visto un monstruo pero sólo era que una mariposa búho*, esta se había posado en tu rostro y tenía las alas extendidas, mi gritó la ahuyentó y te pusiste muy nervioso, me costó entender tu explicación por lo bajito que hablabas pero fue el primer de muchos encuentros que tuvimos, nuestro primer beso y cómo habíamos grabado nuestro nombres en la corteza de aquel árbol, en la actualidad me encuentro acariciando aquellas marcas, un par de lágrimas salen sin mi permiso, respiro profundo hasta calmarme. 

Sigo hasta la plaza y me siento en el banco donde te besé, aquel momento parecía una puesta en escena dirigida por un estricto director de romance, el agua de la fuente siendo atravesada por la luz del sol creando arcoíris en distintas direcciones, los niños jugando inocentes mientras sus risas se escuchaban por todo el lugar, uno de ellos corriendo hacia las palomas que emprendieron vuelo para alejarse de la pequeña criatura, recuerdo haberme separado de tus labios viendo tu bella sonrisa y lo hermoso que te veías con las mejillas sonrojadas y los ojos entreabiertos mirándome con amor, como la burbuja de felicidad se rompió con el primer insulto, una madre indignada comenzó a gritarnos y a agarrar a los niños para cubrirlos y alejarlos de nosotros como si hubiésemos hecho una monstruosidad, como un grupo de jóvenes se enteraron de lo que pasaba y nos buscaron problemas, tu solamente me habías agarrado del brazo para irnos pero esos idiotas nos siguieron, diciendo cualquier horrible oración que sus pequeñas mente fuesen capaz de crear, sólo caminábamos más rápido, nunca fuimos conflictivos, cuando uno de ellos agarró del cuello de tu suéter vi rojo por un momento, todo pasó tan rápido, golpes llovieron por todos lados, no me fijé cuando los policías llegaron, alertados por los testigos, pasar aquella noche en la cárcel fue espantoso y no podía saber cómo estabas, te había perdido de vista en el enfrentamiento, cuando salí y te vi en la entrada esperándome contra tus carita bañada en lágrimas quise llevarte lo más lejos de aquel asqueroso lugar con su podrida gente, incluso los policías nos habían visto de mala manera al abrazarnos, me asegure de sacarte de allí esperando que no te dieras cuenta, nunca te habría visto tan frágil, esa fue la peor de nuestras noches juntos, simplemente abrazados sin hablar mientras el dolor de no hacer nada malo y ser odiados nos consumía, ahora que lo pienso quizás ese fue el punto de no retorno donde la idea de irte se instaló en tu mente. 

Salgo del parque y paso frente al hotel cuya habitación fue testigo de nuestra primera vez, no vivíamos juntos ya que no teníamos un lugar, pero mis ansias de consumirte me hizo llevarte hasta allí donde había escuchado que las reglas de quien entraba, su sexo y su edad eran más flexibles mientras tuvieras dinero para darles, no puedo contar las veces que me he tocado pensando en esa ocasión, la primera vez que te tuve desnudo entre mis brazos es uno de los recuerdos que más atesoro. 

Pasé por la tienda de tatuajes y como en una ocasión nos habíamos planteado hacernos uno en conjunto, de mariposas que al juntar nuestras manos parecía que están frente un espejo reflejándose, aunque sin saber cuál es el reflejo y cuál es la real, de haber sabido lo que pasaría, mi egoísmo te hubiera arrastrado dentro para tatuarnos, lo que me hubiese dado la certeza de que cada día pensarías en mí. Por último, pido un café en la cafetería que solíamos frecuentar, la mayoría de su clientela eran emos, góticos y snobs a quienes no les importaba los más mínimo la vida ajena lo cual nos sentaba de maravilla. 

Entro a la casa y boto el vaso desechable ya vacío, llamo a la aerolínea para confirmar el vuelo y al día siguiente me despido de aquel lugar donde viví los años más felices de mi vida, donde me llevo una maleta y tu fotografía, el único recuerdo físico que me quedó de nuestra relación, siempre estarás en mi corazón y ni siquiera en una parte sino en todo él, te amo, Tamaki.




Nota de autor.

Este Oneshot lo había escrito para un libro donde subiría historias inspiradas en canciones que uso para limpiar mi casa, pero esa wea no la leyó ni el editor así que decidí resubir esto aquí, además me di cuenta que el 99.99% de ese tipo de canciones eran de desamor y despecho, así que simplemente abandoné las historias, aunque de aquí obtuve otros 2 borradores que también subiré en este libro :3

Mariposa Búho.

PD: El de Disfraz sexy lo subo mañana, mas tardar el lunes, hasta pronto

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PD: El de Disfraz sexy lo subo mañana, mas tardar el lunes, hasta pronto...

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