Capitulo 11.

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Me encontraba en el edificio de Whitmore, era muy difícil ser estudiante y mujer vampiro embarazada al mismo tiempo, no tenia tiempo de nada, hoy decidí no entrar a ninguna de mis clases y ser completamente feliz, abrí una mochila y me encontré con mi diario. Elena nunca sabrá que estoy embarazada si no le escribo. Comencé a escribir.

Querida Elena. Me di cuenta de que no había escrito en un tiempo. Lo siento. Aparentemente, el embarazo devora tu cerebro. De todos modos, todos te extrañamos, y Stefan finalmente se está recuperando de ese infierno de Phoenix Stone. Pero está preocupado por Damon ... mucho más de lo habitual.

En ese momento, Stefan entra por la puerta con una bolsa de papel en las manos y dejo de escribir rápidamente.

-Oye, lo siento, estaba intentando localizar a mi hermano- me dijo preocupado- ¿Papas fritas rizadas o gofres? Traje ambos.

-Todos. Todo. ¡Dame, dame, dame! - dije arrebatándole la bolsa, realmente estaba hambrienta, saqué una pequeña bolsa con papas fritas y empecé a comer- ¡Dios mío! ¡Te amo!

- ¿Me estás hablando a mí o estás hablando con las patatas fritas? - me pregunta Stefan con una pequeña sonrisa, la cual devolví.

- ¿Quieres que te mienta? - pregunte divertida, el rio, me incline para darle un beso que el siguió- Hola. También te amo. ¿Lo encontraste?

-No- me dijo mirando hacia abajo.

-Está bien. Déjame comer esta hamburguesa con queso y luego te ayudaré a localizarlo- dije parándome de la cama, sentí un dolor y me tomé la barriga. Stefan me mira con preocupación.

- ¿Están pateando de nuevo? - pregunto Stefan mirándome, asentí.

-Sí, solo... ¡Auch! - dije tomándome un costado, de verdad me dolía- Eso no fue muy agradables niñas, comienzo a sentir un dolor aun mas grave, empecé a quejarme, Stefan se acerca rápidamente a mí.

-Oye, ¿estás bien? - me pregunto quitándome un mechón de la frente. Tomo algunas respiraciones profundas, pero nada parece funcionar, mis rodillas se doblaron y vi todo negro.

Desperté en una camilla de hospital con alguien acariciando mi cara, hice un quejido.

-Hey- dijo Stefan sonriéndome- Me asustaste- dijo tocando mi mano, pero luego la soltó asustado.

- ¿Qué sucede? - pregunté y luego vi mi mano gris y disecada- ¿Por qué y como es que me estoy muriendo? ¡Auch! - dije al sentir un dolor. Stefan salió a hacer una llamada y pronto Valerie llego al hospital- Hey, extrañaba verte rubia.

- ¿Qué demonios esta pasando? - pregunto ella al mirarme- eso no es bueno y lo sabes.

- ¿Lo sabes? - pregunto Stefan, solté un suspiro.

-Bueno, al parecer no soy tan fuerte como parece- dije mirando el techo.

-Los únicos que pueden absorber su magia, son sus propios bebés- dijo Valerie mirándome con una mueca- Tiene bebés Sifones dentro de ella. Y me temo que podrían estar alimentándose de tu sangre ... Es decir, literalmente están extrayendo la magia vampírica de tu cuerpo. Pero eso, Maia ya lo sabía.

-No pensé que me fueran a querer asesinar- dije desesperada. Stefan empezó a regañarme por no haberles dicho a tiempo que sentía que los bebes podían absorber mi magia. Pero solo me encontraba tan cansada que lo escuchaba muy lejano.

-Hey, despierta- dijo Valerie poniéndome unos brazaletes en las muñecas.

- ¿Qué es? - pregunte curiosa, me sentía débil.

Maia Gilbert VII: LonelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora