Capitulo 5

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Se escuchaban los gritos de Mabel por toda la casa y al asomarme en la cocina, pude ver como ella estaba tirada en el piso haciendo una gran escena para que le hicieran caso. Mis tíos intentaban razonar con ella pero parecía ser en vano, pues Mabel no quería escuchar otra cosa que no fuera algo que le diera la razón. Sabia que ella era así pero no la entiendo, la e ayudado y apoyado bastante, ¿por que a mi no me deja hacer algo que yo quiero? no es como si le estuviera pidiendo gran cosa, solo quiero un espacio para mi. Levante la vista y vi como mi tío Ford le susurraba algo a tío Stan, poso su vista en mi y acto seguido camino hacia donde me encontraba.

—Ven conmigo. Tenemos que hablar.

Yo solo pude asentir con la cabeza y seguirlo. Nos dirigíamos al ático. Él estaba más serio de lo normal, creo que le harán caso a Mabel y el tema de que cada quien tenga su cuarto propio quedara en el olvido. ¿Mabel siempre fue así? No podía evitar pensar en que tal vez fue mi culpa por darle preferencia a las cosas que ella quería sobre las mías. Si hubiese sido mas consciente y haber defendido lo que yo quería, tal vez ella no hubiera agarrado esa actitud. 

—No es necesario decirte lo que esta pasando, pues tú ya lo viste hace un momento.— Dijo sacándome de mis pensamientos. Estaba tan sumergido que no me percate que ya habíamos llegado.

—Si tío Stan. ¿Qué pasará ahora?— Aunque sabia la respuesta, tenia que preguntar. No podía evitar bajar la mirada y sentirme triste.

—Aremos esto, mientras Ford esta con tu hermana empieza a mover tus cosas. —Levante mi vista algo confundido y parece que él lo notó. —me dijo que querías el ático, pero como vez la situación no es muy favorable, así que tu tendrás que usar el otro cuarto. —¿había escuchado bien, aun así me darían uno propio? —Eso si aun quieres tener tu espacio—. Mis ojos se iluminaron y mi emoción se hizo notar, así que corrí a abrazarlo.

—Hablas enserio tío Stan? no es una broma verdad? —dije sin deshacer el abrazo.

—Claro que no, pero tienes que darte prisa mientras Mabel esta así y Ford la esta entreteniendo. Te ayudare para que sea más rápido, así para cuando ella se de cuenta ya no podrá hacer nada.

Sin esperar un segundo más empezamos a mover todo, una ventaja fue que aún no había desempacado, sin embargo la cama aún sería un problema. 

Los gritos de Mabel se seguían escuchando cuando pasábamos cerca de la cocina. Entramos como si nada y para estas alturas imaginaba que ella ya se habría aburrido de hacer sus berrinches, pero parece que rompió su propio récord. Me sorprende que el tío Ford la aguantara durante tanto tiempo y que ella no se diera cuenta de nuestra ausencia.

Mi tío nos miró y nos sonrió, nosotros asentimos con la cabeza.

—Bien Mabel es suficiente.

—Eso quiere decir que dejarán a Dipper conmigo? —dijo levantándose del suelo y limpiándose las lágrimas.

—Eso quiere decir que Dipper será quien se cambie.

En ese instante la sonrisa de Mabel se borró por completo, estaba estática, no sabía que decir.

—¿Qué quieres decir con eso? Dipper no se irá a ninguna parte, ¿verdad tío Stan? Él y yo podemos dormir en el mismo cuarto, cómo siempre. —lo miro con ojos de cachorrito y con sus lágrimas apunto de salir.

—Lo siento calabacita pero Ford tiene razón, deben tener su espacio y privacidad cada quien.

—Eso no es justo y no lo permitiré. —se fue corriendo con dirección al ático. Se escuchó como azoto la puerta y en seguida un grito que probablemente se escuchó fuera de la tienda también.

Bajo corriendo y cuando estuvo frente a nosotros otra vez, se abalanzó sobre mi haciendo que ambos cayéramos. Ella estaba sobre mi golpeándome mientras lloraba.

—¿Por qué me haces esto? No se vale, se supone que somos hermanos.

Los tíos quitaron a Mabel de mi, pero ella seguía tan enojada que pataleaba y gritaba. Tío Stan se la llevó hacía lo que ahora sería su cuarto.

—¿Estas bien?

—Si tío Ford, estoy bien.

—No entiendo por qué tú hermana se comportó así.

—Esta bien no importa. —dije con una sonrisa, pero el tío no lo tomo del todo bien, se podía ver en su expresión.

—Te ayudaré ahora yo con lo que falte de tu nuevo cuarto. Vamos.

Una vez estando en mi cuarto, empezamos a acomodar las cosas. Mi tío dijo que haríamos unas ventanas para que hubiera más luz, pero que sería después de pintarlo a mi gusto y conseguir más cosas para mi.

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