Detruitaj

Capitulo 8

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— Dipper, ¿Estás bien? Desde que regresaste llevas un rato de esa forma, mirando a la nada.

— No es nada tío Ford, solo me quede hundido en mis pensamientos.

— Siempre es así tíos no tienen de que preocuparse.

Mabel pareció estar normal, pero, algo en ella me hacia dudar. Aun sus palabras de aquel momento resonaron en mi mente. ¿Qué hice yo para que ella fuera de esa forma conmigo?
No le he hecho nada, si no todo lo contrario siempre la apoye en todo, incluso dejaba mis cosas aun lado por ella.

— Perdón tíos, hoy no tengo tanta hambre, mejor me voy a mi cuarto a descansar un poco.— Sin decir más me retiré. 

Al entrar pude percatarme que si se habían hecho las modificaciones que quería. Todas las nuevas cosas que había pedido ya estaban y sobre mi cama estaba una nota.

"Se que esto no es fácil, pero tu hermana te quiere mucho y todo este cambio aun le cuesta, trata de entenderla.

P.D hable con tu tío Stan y accedió a darte una semana para ti, libre de responsabilidades de la tienda, utiliza bien ese tiempo."

Se que ellos quieren lo mejor para ambos, pero el hecho de que me pidan algo así, simplemente no puedo. No le e dado una sola oportunidad, ya le di la muchas a mi hermana, varias veces y ella no parece entenderlo, en ninguna ocasión supo aprovecharlas. Realmente me dolió, quería ingenuamente, darle una más y que estuviéramos bien, después de todo sigue siendo mi familia, pero la actitud que me ha mostrado, las cosas que dijo y lo del bosque, me hacen dudar.

Esta semana la aprovecharé al máximo, tendré tiempo para pensar sobre su actitud, pero también, hay algo más importante en lo que quiero enfocar toda mi atención y tiempo. A demás estoy mega feliz por el tiempo que tomare para mi, no se como el tío Ford pudo convencer al tío Stan.

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Caminaba por el pueblo mientras observaba los cambios que habían hecho, desde esa vez que derrotamos a Bill, había quedado todo en ruinas, cambiaron muchas cosas desde la ultima vez que estuve aquí, que nostalgia, hace tiempo que lo extrañaba bastante.

Me dirigí a una tienda de electrónicos y compre unas cosas que no me atreví a pedirles a los tíos, tenia que prepararme con algunas cosas y esto no es algo que le pueda contar a ellos, tal vez en algún momento lo haga, pero no aún.

De un momento a otro, empecé a pensar en la voz que escuchaba cuando estaba en la escuela y pasó lo de Max, realmente no fueron buenos recuerdos, fueron momentos complicados. Sin embargo, de un tiempo para acá, deje de escucharla. Me llegue a acostumbrar tanto que incluso la extrañaba algunas veces, también llegue a pensar que la voz era de Bill, pero eso era imposible, tenia muy presente su voz, no es algo tan fácil de olvidar y más cuando por culpa de él casi fue el fin del mundo.

Venia tan concentrado en mis pensamientos que no me percate que choque con alguien.

—¡Ey tú! ¿Qué acaso no te vas a disculpar?

—Perdón no me fije— dije sin detenerme.

—¿Así te disculpas?—sentí como me tomo del hombro para girarme —a pasado tanto tiempo que ni siquiera me saludas y para colmo recibo una pésima disculpa de tu parte por haber chocado conmigo, o ¿acaso ya no te acuerdas de mi?

—Pacifica —No podía creerlo, ¿Cómo pude no reconocerla? —vaya que has cambiado, no te vi en la fiesta de bienvenida que los tíos hicieron para nosotros.