Capítulo 8

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Le aparté y le crucé la cara de un golpe.

-¿Quieres morir pedazo de imbécil? Como mi padre te vea si quiera a dos metros de mi te tirará a los tiburones idiota. Y no te metas en medio de mi boda con Airis, ha sido mi decisión y no soy nada tuyo para que te atrevas a llevarme la contraria. Te recuerdo que no estás en tu castillo. Y aquí, en este barco, yo soy lo mas parecido a la realeza que te vas a encontrar. No vuelvas a tocarme.

Él me miraba con aquellos ojos tan impresionantes.

-Has sentido algo.

-No vuelvas a tocarme.

-No me lo niegues. No me quites eso al menos Kera. Admitelo.

-No importa lo que haya podido sentir o no, no puedes volver a acercarte a mi. No voy a arriesgar mi libertad para salvarte el culo y que tu sigas arriesgandote cada dos por tres.

-Tú no tienes que hacer ningún pacto para salvarme Kera, no quiero que pierdas nada por mi.

-Eso también lo decido yo.

-No me gusta imaginarte en los brazos de Airis. El aire a fin y al cabo no es suficiente fuerte para protogerte.

Ignore su chiste con el nombre de Airis.

-No necesito que me protejan. Y si no te gusta lo que vas a ver, será mejor que te vayas. Ya has pagado tu deuda de sangre, eres libre.

-No puedo irme. Me han robado.

Suspiré.

-¿Quién y qué? Lo encontraremos y lo tendrás todo listo la madrugada de mañana y podrás marcharte.

-Tú. El alma, el corazón, el aliento y la razón.

Le mire sorprendida.

-Tengo que irme.

El negó con la cabeza y me sujeto.

-No te vayas Kera.

-Mira Ajax, las palabras que me dices son hermosas. Y todo lo hermoso tiene un doble filo. No tienes ni idea de quien soy y todo lo que dices me suena hueco- Me merezcó un premio a la mejor mentirosa del año, sin duda.

-Tú tampoco me conoces y te estás condenando a una vida que no quieres por mí.

Me libré de contestar gracias a Airis, que venía llamandome eufórico.

-Oh genial, el crio.

-Tiene dos años menos que tu como mucho-Dije.

-La edad no lo es todo querida.

Negue con la cabeza.

-Me debes otra principe. No es bueno deberle nada a un pirata. Y menos si es mujer.

Dije mientras me deslizaba por el mastil alejando la atención de Airis de las alturas.

-Tu padre me ha dicho que has aceptado. Dime por favor que no es otra broma.

Negue con la cabeza y sonreí timidamente. 

No quería hacer esto, me resultaba realmente repugnante. Él era como mi hermano.

-Kera, ¿Te das cuenta de que me estás haciendo el hombre más feliz del mundo?

-Creo que te has sobrepasado chico. Di mejor el muchacho más feliz del mundo- Maldito estirado del demonio, iba a patearle el trasero la próxima vez...

-Principito, será mejor que baje a sacarle brillo al suelo de la cocina-Le dije, lanzandole una mirada asesina mientras agarraba a Airis por el brazo- No tientes a Airis, o el muchacho te desarmará en dos estocadas- Y era cierto, quizás haya sido la única verdad que he dicho esta noche.

-Por supuesto no era mi intención ofenderle señor. Mis más sinceras felicitaciones- Hizo una reverencia y se marchó.

-No me gusta este tipo-Dijo Airis, yo solo me encogí de hombros. Él sonrió y me abrazó- Jamás pensé que esto ocurriría. Te amo Kera.

Cerré los ojos, esto no era justo para él. Tenía que hacer un esfuerzo sobrehumano y intentar sentir algo.

-Yo tambien lo hago Airis.

Entoncés me miró a los ojos y por un instante pensé que iba a besarme, pero no lo hizo.

-Creeme, no hay cosa que desee más, pero quiero hacerlo todo bien- Me sonrió y beso mi frente- Tengo que vigilar esta noche, vete a dormir, mañana empezaremos los preparativos para la ceremonia.

Asentí sonriendo y le bese la mejilla.

Me dirigí a mi camarote mientras él se alejaba practicamente saltando de alegría.

Es increíble lo que el amor hace a las personas, un simple "sí yo tambien te quiero" y te convertías en la persona más feliz del mundo. Nos manipula, nos hace perder el control, difumina nuestra realidad. Es como el alcohol, solo que aún más difícil de manejar.

Y si te lo quitan entonces te destrozan. Sientes como si una garra afilada te estuviese arrancando el corazón del pecho. Pero yo no siento nada por Airis.

¿Entoncés por qué siento que me duele cada bocanada de aire que tomo? 

Ajax. Ajax. Ajax. 

Tiene nombre de pájaro, pensé divertida. Pero no de un pájaro común. Su nombre me recuerda a un ave poderosa y fuerte. Un ave libre y totalmente fuera de control.

Supongo que por eso desde que llegó todo parece estar patas arriba. 

Mis ideales de que no había nadie bueno en la clase alta de la sociedad, porque ellos mismos se encargaban de apagar cualquier llama que pudiera aparecer. Sin piedad ni remordimientos. Como hicieron con mi madre.

Y llega un principe que se disculpa con los piratas, me ayuda y decidí quedarse a vivir con nosotros. 

Un principe que supuestamente estaba destinado a casarse conmigo.

Y para salvarle, yo, la persona que más ha luchado por su independencia y libertad, acepta a casarse con un chico que es practicamente parte de mi familia.

Todo en un par de días.

No puedo dejar de pensar que quizás todo es una trampa. Que quizás me esté arriesgando absurdamente y que en cualquier momento aparecerá en mi habitación armado hasta los dientes con la cabeza de mi padre en la mano y, riendose, me llevará con él a palacio, donde su padre hará lo que quiera conmigo y mi tripulación.

Pero simplemente, no deja de parecerme imposible verle hacer eso. 

Si solo tuviera alguien de confianza con quien hablar todo esto. Por primera vez en mi vida tengo miedo. Tengo miedo de verdad.

Y hago bien en tenerlo.

Por que esto es solo el principio del fin. 

Siento mucho haber tardado tanto en subir cap. He estado muy liada con los examenes finales....

Espero que os guste!! besoos lectorees

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