Capítulo 17

315 52 12
                                    


Amy

Estoy en una hecha un ovillo en mi cama, llorando silenciosamente tratando de alejar pensamientos tristes de mi mente. La lluvia se escucha fuertemente a estas horas de la madrugada.

Antes me daba miedo el sonido de los rayos, truenos y lluvia fuerte solo porque pensaba que se caería el techo en cualquier momento así que me escabullía a la habitación de Mike para poder dormir. Iba a su habitación porque el en cambio de Ben si me dejaba hacerlo. Cuando lo internaban y no tenía a donde huir simplemente me ponía unos audífonos con música para distraerme de mi temor.

Ahora solo lloro por aquel recuerdo de un hermano que me dejaba dormir a su lado cada vez que llovía fuerte. No importaba que ya estuviera grande, el no comentaba nada.

Mike era la persona más bondadosa que he conocido, convivía demasiado con el debido a ese gran corazón que no tenía nada de maldad. El regalaba su almuerzo en la escuela a sus amigos que no llevaban, no le contestaba a mis padres, buscaba imitar las acciones de Ben porque lo admiraba, protegía mis miedos y jugaba a las muñecas conmigo cuando le lloraba. Eso antes de que cayera en las adicciones y su personalidad se transformara hasta el punto de hacernos sentir que era un desconocido.

Ben es más cerrado, para el solo existe una manera de hacer las cosas, me atrevería a decir que tiene ideas anticuadas, pero también un gran corazón que lo hace actuar como un líder que busca mantener feliz y protegida a su familia. Lástima que también este herido debido a lo que vivimos y ahora no le interese formar su propia familia debido a sus miedos.

La luz de mi habitación es encendida, me levanto para ver de qué se trata y veo a la figura de Marc acercarse a mi inmediatamente me pongo de pie y me lanzo a sus brazos. El me sostiene fuertemente arrastrándome a la cama con él.

-Se que no soy el- susurra en mi oído- pero te protegeré de todo enana.

-Lo sé-me apego más a el-sé que lo harás cariño.

Mi querido Marc era muy unido a Mike al igual que todos, sé que también lo extraña, pero él ya ha encontrado la manera de sobrellevarlo al igual que Zaid.

Al llegar la mañana, Zaid entra en la habitación empezando con su drama de cada día. ¿Soy yo la única que cree que él y yo somo unos exagerados?

-Durmieron sin mi- se queja- no puedo creer que no me invitaran.

-No queríamos despertarte- me pongo de pie para empezar a arreglarme.

-Excusas.

-Si, son excusas-dice Marc aun acostado -simplemente no nos dio la gana- Zaid se hace el ofendido llevándose una mano al pecho.

-Eso no es verdad- me defiendo- yo no quería preocuparte.

-Basta-masculla- dejen de herirme traicioneros- se tira sobre Marc.

-No me hagas golpearte tan temprano- amenaza.

-Primero me traicionas y luego me quieres golpear-se pone de pie- ¿Qué sigue?

-Que no te recoja de la escuela por pesado.

-Bien- se rinde Zaid- me voy con mi alma herida a desayunar- sale de la habitación con los hombros decaídos.

-Es tan adorable- suspiro.

Insoportable-corrige Marc.

Después de más reclamos, dramas y no haber desayunado llego a la Universidad. Ha pasado toda una semana desde de aquella platica en el jardín, le he entregado varias notas a Sean y él ha cumplido con su parte del trato.

Me toca la clase que comparto con Sean y Sky. Esta última no ha llegado al salón así que le aparto su lugar a lado de mí. Sean ya está sentado en su lugar habitual, mirándome con picardía como siempre.

-Deja de mirarme así- recrimino-parece que me quieres comer.

-Me alegra que lo captes- sube y baja las cejas.

No sabría como definir nuestra relación ya que esta semana solo nos vemos en la universidad en donde el no para de hacerme insinuaciones que me sacan de quicio. No me ha vuelto a robar un beso.

Después de ponerle los ojos en blanco, regreso mi vista a la puerta por donde va entrando Lía, me es imposible no alejar mi mirada de tan desagradable persona. Decidí no reclamarle su última acción hacia a mí ya que se me hizo algo tan bajo que gastar mi saliva con ella me parece una falta de respeto.

Ella como siempre va y saluda a sus amigos entre ellos Sean con un beso en la mejilla, justo en ese momento entra Sky que al darse cuenta de la presencia de Lía quien está de pie frente a la butaca de Sean. Mi amiga pasa por su lado empujando a Lía con el hombro y murmurándole un no estorbes, llega a su lugar sonriéndome con satisfacción.

-Odio a esa perra- expresa.

-Buenos días Sky- bromeo-yo también estoy bien, gracias por preguntar- me pone los ojos en blanco.

-Y yo también- dice Sean llegando a nuestro lado- pero estaría mejor si me saludaras con un beso en la boca- me mira fijamente.

-No estoy de humor- tiende su mano abierta hacia mí.

Bufo sonoramente para después sacar un post-it, escribir sobre este y ponerlo en su mano. El maestro llega y todos toman asiento.

Sean

"Llore toda la noche en los brazos de Marc"

Termino de leer la nota de Amy, mil emociones se acentúan en mi interior, pero la que más predomina es la rabia por no saber cómo hacer que deje de sufrir.

Saco la caja donde tengo las notas que me ha dado y la leo de nuevo intentando deducir que le sucedió.

"Creo que los recuerdos me van a consumir"

"Hoy lo extrañe más que nunca"

"Me da miedo pensar que nunca lo superare"

Se que tiene algo que ver con un hermano de ella, pero no sé nada más respecto a esta situación. Puedo deducir que falleció, pero sé que hay más aparte de eso. Estás notas son superficiales, Amy es astuta y aunque admite su dolor no da razones.

Dirijo mi mirada hacia la chica que se ha adueñado de mis pensamientos, recuerdo el sabor de sus labios sobre los míos, como se siente su pequeña cintura en mis manos y su respirar acompasado al dormir. Me he controlado bastante para no besarla realmente pues sé que no se encuentra bien, rara vez almuerza algo, su mirada se pierde más seguido y su expresión denota tristeza la mayoría del tiempo.

Sky intentó calmar mis preocupaciones diciéndome que es normal que ella este así este mes, pero las ganas de saber la verdad son cada vez más fuertes. Quisiera obligarla a comer, llenar su cara de besos hasta que deje de fruncir el ceño y verla sonreír todo el tiempo. 


Nota de la autora

Se vienen tiempos difíciles. JAJAJA

Dejándote Ir...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora