Dejándote Ir...

Capítulo 29

Sean

Estuve cuestionándome mucho rato que lugar es el indicado para una primera cita pues no quería que estuviera nerviosa, aburrida o se abrumara. Conociendola un restaurante elegante y caro no sería muy de su agrado pues ella no es superficial y el cine no nos daría tiempo de hablar o otras cosas ya que nuestra atención estaría en la película.

No tengo una idea clara sobre que debemos hacer, solo sé que me gusta su sonrisa, el sonido de su risa, como arruga la nariz al reír y... ya se me ocurrió una idea, así que me meto a bañar, al salir me coloco una camisa de botones negra con los primeros botones desabrochados mientras que en la parte de abajo uso unos Jeans negros junto a unos tenis.

Al llegar a el apartamento de Sky toco un par de veces antes de que la puerta sea abierta dejando a la vista Amy que hace que mi mente me grite lo mismo de siempre cada vez que la veo. >Linda> es linda de una manera que ninguna otra mujer en el mundo podría.

-Hola- sonrió de lado al ver la buena vista que esa blusa me ofrece.

-Hola- su voz acelera un poco mis latidos- deja tomo mi bolso- la veo ir hacia la sala y mi mirada recaí después en Sky quien me susurra un recuerda lo que te dije por lo que yo me rio evocando el recuerdo de aquella segunda conversación que tuvimos hace meses.

- ¿Por qué quieres llevarle la contraria? - me pregunta a través del teléfono- a ella le gusta tener el control.

No sé cómo convencerla de que me deje editar para llevarle la contraria a Amy y de esa manera poder acercarme a ella.

-No quiero llevarle la contraria- miento- solo se me facilita más.

-No me quieras ver la cara de estúpida- recrimina- es obvia tu atracción hacia ella, pero esto solo hará que se enoje- advierte.

-Y tú me habías dicho que solo habla con los demás para discutir- le recuerdo- no se me ocurre otra manera de acercarme a ella- me sincero.

-Bien- suspira- te ayudare porque creo que tus intenciones son buenas, pero ten en cuanta que si la llegas a lastimar te las veras conmigo- amenaza.

- Vamos- se despide de Sky al igual que yo y avanzamos hacia mi carro.

Empiezo a conducir hacia nuestro destino mientras ella no deja de preguntar a donde vamos, pero yo me niego a decirle ya que quiero ver su reacción. Se pone a hablarme de como batallo con sus primos en el supermercado y yo me compadezco de esos chicos que viven con esta mandona. Estamos a punto de llegar por lo que me estaciono para después caminar uno a lado del otro. Al llegar ella se voltea hacia a mi con una enorme sonrisa que la hace lucir mas tierna de lo normal y me felicito a mi mismo por la elección.

-La feria- no deja de mirar el lugar- desde que era una niña no voy a una.

-Pues no hay que perder tiempo entonces- avanzamos hacia la entrada en donde compro los boletos.

- ¿A cuál atracción nos subimos primero? ¿mejor jugamos algún juego de destreza primero? - la emoción es notoria en su rostro- Empecemos por ese- señala un puesto de juegos cercano y no espera mi respuesta, sino que corre hacia allá mientras yo la sigo.

El juego consiste en atinar 3 pelotas en un bote lejano. Le entregan 5 pelotas y lanza la primera sin precisión por lo que cae lejos y pone una mueca.

-Vamos tú puedes- la aliento.

-Cállate- Se acomoda de nuevo y tantea un par de veces lanzando la segunda pelota que caí lejos del bote- Voy a perder- forma un puchero con sus labios.

-A ver déjame intentar- me pasa una pelota la cual lanzo y encesto a la primera ocasionando que ella abra los ojos perpleja, de saltos de emoción y me entregue las dos pelotas restantes.

-Gáname ese peluche- ordena apuntando un unicornio de peluche.

- A tus ordenes- respondo antes de lanzar las otras dos pelotas que también encesto por lo que el señor me entrega el peluche que ella me arrebata.

-Vamos a la montaña rusa- se echa a correr de nuevo.

Hacemos una pequeña fila para después abordar la atracción sentados uno a lado del otro. El juego empieza a avanzar por el camino llegando a la primera subida que nos pone expectantes, llegamos a la cima y empieza el rápido descenso que le roba un grito a varias personas entre ellas Amy. Su mano encuentra mi brazo aferrándose del mismo presa del miedo. No lo suelta en ningún momento sino hasta que se acaba así que bajo yo primero tendiéndole la mano para ayudarla a salir.

-Ahora yo elijo mandona- entrelazo nuestros dedos y corro hacia la torre libre en donde la suelto para tomar asiento, pero una vez ubicados vuelto a tomar su mano.

Vamos de una atracción mecánica hacia otra sin descanso, intercambiando en ocasiones con los juegos de la feria donde ella me obliga a ganarle todo lo que quiere. La sonrisa no abandona nuestros rostros y nuestras manos solo se sueltan para lo estrictamente necesario.

- ¡Mira! - tira de mi mano- una cabina de fotos- nos metemos en esta y selecciona ella un marco y ese tipo de cosas hasta que empieza la cuenta regresiva para la primera foto.

Ambos sonreímos mirando al frente para la primera, después se gira hacia mi y me saca la lengua por lo que yo hago lo mismo mirándola. En la tercera la atraigo hacia mi enredando mis brazos alrededor de su torso por lo que ella ubica sus brazos sobre los míos y yo entrelazo nuestros dedos, miramos al frente con una sonrisa. Para la ultima ubico mis labios en una mejilla depositando un beso mientras ella ladea el rostro y frunce la nariz por reír como tanto me gusta.

Salimos de la cabina y ella se apresura a tomar la tira de cuatro fotos para ver como salimos. Me la muestra con una gran sonrisa en los labios y he de admitir que son perfectas, aunque salgamos sudados y agitados por tanta adrenalina.

-Es mía- me la arrebata y yo sacó el celular para tomar una foto de la tira mientras ella mira a su alrededor para ver que es lo siguiente que haremos por lo que yo aprovecho su distracción tomándole una foto.

- ¡Ey!- reclama al percatarse del flash- cobró por fotos mías- bromea.

-Así- la tomo por la cintura- ¿Cuánto cobras? - cuestiono.

-Depende- responde ubicando sus manos sobre mis hombros.

- ¿De qué? - frunzo el ceño.

- De la persona- no me da tiempo a responder pues se empina a posar sus labios sobre los míos.

Al instante correspondo moviendo mis labios sobre los suyos con el mismo entusiasmo que ella lo hace. Mi lengua pide acceso y ella no duda en dárselo ocasionando que la estreche más contra mí. Me sumerjo en el sin fin de emociones que me hace sentir el beso perdiéndome totalmente en ella pues se siente muy irreal y perfecto.

Se separa para tomar aire, pero no eliminamos la cercanía, nos mantenemos juntos mirándonos fijamente hasta que una sonrisa pícara surge de sus labios.

-Te ganaste otra foto mía- habla sobre mis labios.

- La cobrare- aseguro.

Después de eso y un par de atracciones mas decidimos que ya es hora de irnos pues son las 12 de la noche. Durante el camino ponemos algo de música y durante los altos tomo su mano pues siento que me hace falta su cercanía. Llegamos a su hogar luego de un rato.

-Me la pase genial- se voltea hacia mi- hace mucho no me divertía así- suelta su cinturón de seguridad.

-Yo igual- admito.

-Bien- asiente- es hora de irme- toma su bolso- gracias por todo- da un beso en mi mejilla antes de bajarse del auto y empezar a caminar hacia su casa. La observo embelesado con todo de ella y justo antes de entrar a su casa voltea y me sonríe consiguiendo que una calidez se instale en mi pecho.