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Capítulo: 0

La sociedad ha sufrido un gran cambio en las últimas décadas, gracias a una potencial enfermedad la población mundial se vió perjudicada. Los científicos la bautizaron como: "Eca-Wm" ya que este mal solo afectaba al organismo reproductor de las mujeres lo que tuvo como consecuencias innumerables muertes alrededor del mundo.

Al principio se decía que está enfermedad solo lo desarrollaban las damas mayores de 60 años, puesto que ellas fueron las primeras víctimas con dicha dolencia. Poco a poco las hipótesis que los expertos crearon fueron tiradas a la basura, el acelerado progreso de este mal comenzaba a atacar a mujeres cada vez más jóvenes.

El mayor declive llegó cuando las féminas comenzaron a fallecer incluso antes de alcanzar la madurez corporal, en pocas palabras, morían antes de que les llegue su etapa de fertilidad; su primera regla.

El mundo se venía abajo, el caos reinaba en las calles, el llanto de los deudos se podía oír en cada hogar, el planeta entero sufría por este extraña enfermedad.

Cuerpo tras cuerpo, los científicos, médicos y todo el personal capacitado, hacían sus investigaciones en los cadáveres. La autopsia debía mostrar algún resultado, así sea el más mínimo, debía mostrar algún indicio de la procedencia de dicho mal.

Dos años después de la propagación de la pandemia el mundo se fué quedando sin esperanzas, tras grandes luchas por salvar a las mujeres, el 95.6% de la población mundial que quedaba eran hombres. Las únicas mujeres que aún quedaban con vida eran niñas incluso bebés de apenas meses, gracias al estado de emergencia, cada país tuvo la obligación de resguardar a las menores.

Debían separarse de sus familias para poder ser monitoreadas y evitar a toda costa que la enfermedad se apodere de ellas, eran la única esperanza de vida de los humanos.

Después de largos años de menospreciar y someter a las mujeres, ahora el mundo entero se arrodillaba ante ellas.

Por fin pudieron entender la falta que hacen, sin ellas la extinción de los humanos estaba a la vuelta de la esquina. Pasaron de pensar en ellas como una herramienta para procrear a admirarlas por su gran papel en la vida humana.

Gracias a la muerte de las damas no solo no habría más descendencia, sino tampoco aquellas actividades que sólo ellas podrían realizar. La humanidad estaba en decadencia y pedía a gritos un milagro para sobrevivir, fue entonces que.... Dicha plegaria se escuchó.

Tras 5 años desde que comenzó la pandemia mundial, un avispado científico decidió poner en práctica la ardua investigación que realizó durante este tiempo. Su hipótesis era descabellada y poco racional, sin embargo, era una pequeña abertura hacia el futuro.

La idea de modificar la genética de los hombres para que estos pudieran tener hijos era cosa de no creer, podría haber mil y una complicación con dicho experimento ya que se sabía científicamente que el cuerpo del hombre no estaba hecho para dar a luz a un niño.

Pese a las advertencias y el poco apoyo por parte de la población, el científico decidió proseguir con su investigación. Poco después de que le dieron el visto bueno a su proyecto, este prosiguió con las pruebas en voluntarios, nombrando a su experimento: "M-preg"

Tras meses de constante trabajo finalmente obtuvo un resultado positivo; uno de los voluntarios estaba gestando. No podía negar que hubo mucho sufrimiento durante todo este tiempo, modificar el organismo de los hombres para adaptarse al crecimiento de un bebé dentro de ellos, era una hazaña muy complicada de lograr.

Examenes por aquí y por allá, fuertes dolores por las cambios corporales, aborto tras aborto, daños internos y psicológicos, todo un sacrificio por parte de los voluntarios para conseguir la repoblación del mundo.