Intentado olvidarlo, se empezó a meter en el bosque, seguido de Eldor, hasta que dieron con una pequeña cabaña destartalada. Entraron en ella y todo cambió. Lo que antes estaba roto o destruido, ya no estaba. De hecho, solo había cuatro paredes y ocho chimeneas. Sin dudarlo, se metieron en la que ponía “Criadero aéreo y agencia de viajes Asturiana”. La chimenea se amplió un poco y dejó ver una flecha que indicaba hacia arriba. Los chicos la presionaron y al instante comenzaron a subir a una velocidad vertiginosa. Con un golpe seco, se paró y los jóvenes salieron de ella.
-¿Qué es ese ruido?-Preguntó Eldor sacudiéndose el pelo de polvo.
Iset se acercó a la ventana del edificio en el que acababan de aparecer y palideció.
-Esto… hay una fuga masiva.
Grifos, dragones, pegasos, cuélebres , búhos… cientos de criaturas voladoras se iban de un lado a otro, mientras que la gente huía o se unía a los cuidadores que trataban de apresar, apagar los fuegos y…
-Mira, parece que van hacia aquella arena de entrenamiento- apuntó Eldor señalando hacia una estructura de metal con ventanas a los lados y una cúpula en la parte superior simulando una reja- vamos a ver.
Iset asintió y bajaron corriendo las escaleras. La nube que formaba el suelo les proporcionaba una estabilidad pasmosa, no solo reduciendo los impactos a la hora de correr, si no adaptándose a los pies de los chicos, lo que hacía que corrieran más rápido que de costumbre.
Esquivaron un par de hechizos que iban para los animales y se acercaron aún más a la arena.
-Eldor cuidado- gritó entonces Iset.
Un dragón Kingally, con dos alas acabadas en espolones para trepar y dos patas con unas garras inmensas se posó justo delante de él, chillando.
Entonces algo en la cabeza de Eldor tomó las riendas.
-¡Quieto!-gritó en élfico antiguo.
Y el dragón se echó en el suelo y se le quedó mirando.
-¿Pero que…? –preguntó Iset.
-Solo… sigamos- contestó Edor asustado .
Durante todo el día tuvo la sensación de que sus pensamientos no eran solo suyos. A demás sus sentidos habían estado disparados en todo momento, cosa que acrecentó nada más llegar allí. Y cuando el dragón se había posado delante de él, algo le había impulsado a hablar sin dejarle decidir. Y el no sabía élfico antiguo.
Asustado, no le dijo nada a su hermano y siguió corriendo hacia la arena. No sabía que a él le estaba pasando algo similar….
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Eldor e Iset 2: Dragones
FantascienzaNuestros protagonistas, con tan sólo once añitos van a hacer una compra muy especial🦅... Lo que no saben es que se van a llevar más cosas de las que ellos creen. De nuevo gracias a @Landsky_ por dejarme hacer pequeños guiños.¡Os quiero chicos! 😘