El hombre de la máscara

Capítulo 10: ÚLTIMA VEZ

La fiesta de disfraces, un legado de los antepasados de los Kranz, una fiesta que se efectúa cada diez años en la inmensa mansión de la adinerada familia por primera vez se llevará a cabo una segunda vez en un mismo año todo esto con la única intención de unir dos corazones que no están destinados a estar juntos. Esta noche los disfraces han cambiado y un invitado más aparecerá. ¿Podrán Nora y Eckhard reconocerse nuevamente? ¿Permitirá Nathan que Nora y Eckhard estén juntos? ¿Aceptará Nora la verdadera identidad de su famoso ídolo? ¿Qué deparará el destino para Nora y Eckhard?

Eckhard POV

Tras aquella noche intensa en la cual una hermosa chica aceleró mi corazón con tan sólo un beso y algunas caricias, el enterarme que ella es mi fan me cayó como anillo al dedo. Sería capaz de revelar mi identidad con tal de conocerla y probar una vez más sus labios. ¿Será buena idea arriesgarme por ella? Claro que lo vale, mi corazón ruega por volver a verla, sólo un poco más.

-¿Padre? ¿Puedo hablar contigo un momento? -cuestioné desde la entrada de su oficina.

-Claro, Eckhard. ¿Qué pasa? -respondió sin mirarme si quiera un momento.

-Padre, me gusta una chica. -solté sin más que decir, esto atrajo su atención por completo.

Cerró su computadora de golpe y la movió a un lado, bajó sus lentes un poco y me observó con delicadeza.

-¿Cómo es ella? ¿Donde la conociste? ¿Qué edad tiene? ¿Cómo es su personalidad? -me bombardeó por completo con miles de preguntas que no era posible responder ya que ni siquiera yo tenía conocimiento sobre ella y su vida.

-No lo sé, no puedo responder a todas en cambio puedo decirte que la conocí en la fiesta de disfraces. -me miró incrédulo por unos minutos.

-¿La chica con la que te besaste ese día? -para este momento ya se había despojado de sus lentes.

-Sí, me gusta ella y quiero conocerla. -sonreí levemente al tener de nuevo esos recuerdos vagando por mi cabeza.

La chica de la máscara era un misterio, un misterio que me roba el sueño por las noches y que estaba dispuesto a resolver.

-Bien, ¿Cómo se supone que la vas a conocer sin siquiera saber su nombre? ¿O sí lo sabes? -odio estos momentos en los que él tenía la razón.

Lo odio porque me reprocha las cosas en la cara y no hace absolutamente nada para ayudarme, sin embargo, es la mejor persona de toda la casa para conversar acerca de múltiples cosas. Es buena compañía, bueno escuchando y dando consejos pero muy malo ayudando.

-No... No lo sé, por eso vine contigo. -bajé un poco la cabeza, era mi manera de manipular y siempre funcionaba.

-¿Qué tienes en mente? -mantuvo su mirada sobre mí en espera de mi pronta respuesta.

-Pues... Creí que quizás y sólo quizás podríamos reorganizar la fiesta de disfraces para el sábado. ¿Es eso posible? -mi método de manipulación es infalible, ladeé la cabeza y con mirada de cachorro hice puchero.

-¿Sabes cuanto tiempo toma organizar una fiesta de esa magnitud? -la sorpresa en su rostro es completamente inevitable ante mi solicitud.

-Claro que lo sé, solemos organizarlo todos juntos para que sea perfecta pero... ¿Podríamos improvisar un poco esta vez? Es que realmente me gusta esa chica. Te prometo que será sólo por esta vez. -me arrodillé frente a él esperando que aceptara mi solicitud.

Se mantuvo pensativo por varios minutos sin decir ni una sola palabra, quizás se estaba tomando su tiempo para tomar una decisión como esa.

-Bien, debemos reunirnos todos esta noche. Si quieres que se realice. ¡VE A AVISAR A TODOS! -su voz provocó un estruendoso ruido por toda la oficina y yo al escucharlo salí con rapidez de ella en busca de el resto de los miembros Kranz.