Al llegar a casa me sentí humillada, frustrada y confundida, a este punto estoy indecisa en si regresar a la fiesta o simplemente darme por vencido y quedarme en casa llorando y tragando helado mientras veo una película de romance.
Tras un breve debate entre mi orgullo y mis ganas de asistir al evento acabé decidiendo que regresaría al lugar, tomé la máscara y me dirigí al auto dispuesta a regresar a la fiesta.
Nathan POV
Estuve conduciendo tras el auto de Nora hasta que ambos llegamos a la fiesta cuando ella bajó del auto noté que el chico encargado de llevarlos al parqueo le dijo algo a Nora y ella tras llevar sus manos a su rostros subió nuevamente a su auto y se retiró.
La observé con detalle, en sólo ese minuto que estuvo fuera de su auto admiré cada parte de ella, sé que es para mí pero apenas nos conocemos y no quiero arruinar lo que tenemos. Desde mi auto puedo ver a una hermosa mujer de aspecto fuerte, sin embargo, con el poco tiempo de conocernos me ha demostrado ser mucho más fuerte de lo que aparenta y de lo que ella cree;
'' Soy mucho más frágil de lo que aparento y me aterra que la gente sea capaz de descubrirlo. Me aterra mostrar mi interior ante los demás.'' recordé sus palabras tras una conversación bastante interesante.
Su auto, el cual iba hacía el lado contrario contribuyó a una mirada más, pude ver por una milésima de segundo su hermosa mirada, sus mejillas rosadas al parecer de vergüenza y una expresión de ¿Asco? Necesito averiguar que acaba de suceder.
-¡Hola! ¿Porque ella se fue tan rápido? -me acerqué con una leve sonrisa.
-Al parecer olvidó su máscara y los invitados deben venir con el disfraz completo. -afirmó y al mismo tiempo torció su boca hacia la izquierda.
-Entiendo, espero y pueda volver. -le obsequié una nueva sonrisa e ingresé a la inmensa casa.
¡Mi hogar!, exclamé para sí mismo, al cruzar la entrada del lugar los recuerdos de mi infancia y adolescencia comenzaron a llenar mi cabeza;
-¡ESPERA NATHAN, SOY SUPER ECKHARD, YO TE SALVARÉ! -frente a mí habían tan sólo dos pequeños niños corriendo uno tras el otro.
-Eckhard, es mi turno de ser el héroe. -el eco de las voces retumbaba en mi cabeza.
Mi pequeño yo se dejaba caer al suelo haciendo berrinche para que mi mejor amigo le permitiera tomar el protagonismo del juego.
No pude evitar sonreír al recordar esas cosas, fueron buenos tiempos y con Eckhard a mi lado siempre fueron mejores.
-¿Nathan? ¿Eres tú? -preguntó Elle, la hermana menor de Eckhard.
-Sí, Elle, no lo puedo creer. ¡Estás inmensa! -me acerqué a ella y le di un fuerte abrazo mientras sonreía.
Elle, la pequeña Kranz, es menor que yo por cuatro años, desde pequeña fue la más dotada, ojos de color llamativo y un cabello hermoso de un color también llamativo, recuerdo que hubo una gran disputa debido a su aspecto, se creía que la señora Kranz había tenido una aventura con otro hombre pero esto se solucionó con una prueba de ADN y al final se descubrió que al igual que los otros hijos, Elle también es una legítima Kranz.
Claro, cualquier persona mal pensaría la proveniencia de la niña si ella posee un cabello de color naranja y ojos verdes cuando el resto de los descendientes poseen cabellos castaños y ojos claros de un color miel.
-Ni hablar de ti. Ya no vas a crecer más. ¿Cierto? -preguntó intentando acariciar mi cabello pero su baja estatura se lo impedía.
-No es posible, ahí me quedé atorado. -ambos comenzamos a reír tras mi comentario.
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El hombre de la máscara
RomanceEn un pequeño pueblo en Alemania donde fácilmente todos se conocen. En el se encuentra un famoso rapero y una veterinaria innovadora bastante reconocida por crear la cura para el famoso virus letal; ¨Parvovirus¨, por algunos accidentes o quizás por...