MANERAS | Pedirle disculpas a alguien puede ser una tarea bastante complicada si es que no sabes como hacerlo.
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✗ Fanfiction de durabilidad corta.
✗ Es completamente de mi autoría.
✗ Capítulos cortos.
✗ Female Reader 🅇 Kageyama Tobio.
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Entonces, luego de aquel incidente. Kageyama tuvo que disculparse con la señorita, diciéndole que esa carta era para alguien más. La chica rubia tristemente asintió pero entendió el problema.
— Bueno Kageyama, ya vimos que tu suerte es de perros. ¿Que harás ahora? — dijo Daichi al no ver reacción en el rostro de Tobio.
— Oe, ¿Y porqué no le regalas algo dulce? Sabes, con todos los consejos que me guardo podría ya haber conquistado a la chica. — Comentó burlonamente Kei.
— ¡Jamas te haría caso a tí, idiota! —
. . .
Esta bien, según la reseta que me recomendó Miwa, podría hacerle una magdalena considerablemente grande con unas letras arriba...
Kageyama buscó recetas por cielo y tierra, hasta que encontró un tutorial en YouTube de unos dangos caramelizados. Le pareció perfecto y puso manos a la obra.
Esta bien, entonces...serian, 3 cucharadas de esto, 5 de aquello, tengo aquí la mantequilla y...¿¡30 cucharadas de azucar!? Ugh...si eso dice la receta tienes que seguirla, Tobio.
Tobio siguio la receta tal cual la entendió, aunque...el no sabe inglés, el tailandés en el idioma original tampoco era una opción, así que solo lo pego en el traductor de google y punto.
Entonces, una receta de unos ricos dangos que tenía que originalmente llevar 30 minutos de refrigeración de la masa, término siendo una masa sin textura con una cantidad desbordante de azúcar.
Supongo que pudo quedar mejor..
Después de eso, compró en alguna tienda de por ahí una bolsa que se veía bastante decorativa junto con una cajita de cartón para depositar los dangos. Prosiguio a escribir en la cajita su nombre para que no haya mal entendidos.
. . .
Ella abrió su casillero para agarrar los libros de historia que iba a precisar, vio una pequeña cajita con un adorable moño color azul. Confundida, la tomó y la revisó, al ver que olía a dulce, la guardo en su mochila. Se la comería en el descanso habitual.
Con cuidado, quitó la bolsa de plástico y la abolló para guardarla en un bolsillo pequeño de su mochila.
Caminó a su clase y se perdió en la voz del profesor.
. . .
Cuando llegó el descanso, se sentó apoyando su espalda en una pared. Abriendo la cajita y viendo tres dangos de distintos colores.
La chica no se dio cuenta que unos chicos, más específicamente algunos del club de volley, la estaban observándose y esperando a que pruebe el "Delicioso" postre que había preparado Kageyama.
Y también, ellos vieron como aquella chica, agarraba la bolsa plástica que tenía en su mochila y escupia la bolita del dango verde. Se fue corriendo al baño al sentir una arcada horrible.
Sintió que no llegaría, por lo que atrás de un arbusto de ahí cerca desecho todo su estómago y un poco más. La cara de Kageyama no podía estar más blanca de la vergüenza.
Plan postre: ¡Fallido!
¿volviste a pensar que causándole un malestar en el estomago la conquistarias? JA, que imbécil.
¡Fallaste!
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