Episodio 1: La Miserable vida.

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Crei que después del accidente no iba a tener otro sufrimiento al menos no otra carga que llevaría en mis hombros, pero aún así... La maldita vida me hizo una mierda.

Llegue a Corea del Sur con tal de saber mucha cultura coreana, mi sueño era viajar por el mundo, lograr saber más sobre este mundo en que los humanos estamos habitando.

Soy una Latina que tenía una familia que con ella vino a Corea, aún así después del incendio en donde mis padres murieron... He Estado tan sola, deprimida, decepcionada de todo.

Sin embargo, yo he Tratado de avanzar pero en Corea solo consigo poco dinero. Solo puedo comprarme un plato de comida ya que ingredientes para hacer en casa no logró conseguir, en Corea una manzana es cara e imagínense tener que comprar carnes y todo lo necesario, es algo que odio de Corea.

Logre hacerme la cola para luego mirarme en el espejo que tenía en mi habitación. Lo bueno era de que mis departamento era grande ya que solo mi mamá y mi papá conmigo vivíamos aquí.

Así que hay dos habitaciones un baño, una cocina y el comedor que esta cerca de la pequeña Sala.

Tome las llaves para luego ponerme los zapatos e irme de la casa y dirigirme a mi trabajo.

Soy niñera aún así me pagan poco solo por cuidar a unos cipotes que solo piensan en molestar y arruinar te la vida.

Al llegar me quité los zapatos y empece a trabajar con lo tipico que debía de hacer y era saludar a la señora que me decía que se dirige a su trabajo pero se que solamente va a putear.

Comencé con mi día, mi aburrido dia. Limpie la casa mientras veía a los dos niños ver la tele con su plato de comida que les había hecho logre terminar para dirigirme a ellos y bañarlos para alistarlos y dejarlos dormir ya que su siesta siempre es a las 6 de la noche.

Logre a los días acostumbrarme al horario de Corea, en donde es muy diferente al de mi pais.

Emili- Es un asco tener que soportar todo esto. -Murmure, para ver como los niños tenían sus biberones ya que eran niños de 4 años.

En eso escucho la puerta principal abrirse, me encaminó a ver quien es y era la señora madre de los niños. Pero como todos los días viene con su cabello algo despeinado y borracha.

Xx: ¿Ya están dormidos?. -Me pregunto mientras que se quitaba los zapatos y dejaba la botella en la mesa.

Emili: Si, ¿ya puedo irme?.

Xx: Si, Si, niña lárgate. -Me dijo dándome mi propina.

Emili: Oiga, eso es muy poco para las horas extra que me hizo trabajar.

Xx: Pues es todo lo que tengo, ahora lárgate que me fastidias.

Emili: Maldita vieja.

Salí de la casa para meter mis manos en los bolsillos de mi sudadera y así caminar en las calles de la ciudad.

Suspire para mirar el cielo, ya empezaba a oscurecer.

Ví un puesto de comida y decidí acercarme, logre comprarme un plato de comida que gasto todo lo que había ganado.

Me fui a departamento aún así sentí que me jalaba.

Hombre: A ver, Aver niña, que suerte que te encuentro aquí y no en tu departamento. -Me dijo el hombre que tenía enfrente.- Dame mi dinero o te arrepentiras.

Emili: A penas logre comprarme mi plato de comida.

Hombre: No me interesa, dame mi dinero.

Emili: Te pagaré cuando logre tener suficiente.

Hombre: Bien te lo buscarte.

(.....)

Abri mi puerta en donde me quité los zapatos, puse mi plato en la mesa para dirigirme al baño, me quité la capucha y escupir un poco se sangre, me mire al espejo al tener mi mejilla y mi ojo casi morado gracias a los golpes que ese cerote me dio.

Emili: ¿Por que son tan malditos?... -Exclame entre dientes apretando el lavamanos.

Abri la regadera para dejar caer agua. Me empece a quitar mis vestimentas para así darme un baño.

Al salir fui a mi habitación para empezar a secarme y luego ponerme una camisa grande y unos short que no se veían por la camisa que al parecer era XL.

Me acosté en mi Cama para luego ver la foto que tenía en mi mesa de noche.

Emili- Cuanto los extraño, desearía que ustedes estuvieran aquí. -Dije besando la fotografía para luego ponerla en su lugar.

Y creo que por mi palabrería podrán saber que soy una Latina hecha y derecha, que tiene unos grandes ovarios como para resistir al todo mundo.

Mi nombre es Emili Yamilet Rodríguez García tengo 17 años y era estudiante de Tercer Año de bachillerato en la especialidad de Salud.

Y ahora soy una necesitada de dinero al venir a vivir con su familia ya muerta a Corea que son unos malditos tacaños.

𝗘𝗹 𝗝𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗖𝗮𝗹𝗮𝗺𝗮𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora