Punto muerto.

Dulce introducción al caos.

¿Se puede romper un corazón que ha dejado de latir?. Decía que tenía el corazón alicatao' hasta el techo.

El problema era que no sabía restar, su mitad a mi corazón. La enlazaron y se ha desatado. Mientras tanto pasan las horas, sueño que despierto a su vera, me pregunto si estará solo y ardo dentro de una hoguera.

Ayer bebí hasta jurar, cada trago que quemaba mi garganta hacía acordarme de éste lugar.

Jueves, hay una pareja sentada tres bancos hacia mi derecha, me miran raro, no me importa.

Soy de la genereación del Milenio, la generación Y. Nacida entre el comienzo del SIDA y el 11-S, más o menos. Nos llaman la "generación global". Somos conocidos por nuestra exigencia y narcisismo. Somos sinónimo de revolución, capaces de entrar donde tiemblas y sientes y sembrar el caos.

Es jueves por la mañana, me encuentro en un banco blanco, como todo en éste lugar, sé que hice todo para no sentir: sexo, drogas, alcohol para alejar el dolor, para alejar a todos esos chicos que quise y no me quisieron.

Daría todo lo que tengo, o he tenido, para sentir dolor otra vez, para sufrir.

Noté cierto cosquilleo en los pezones, pero creo que fue psicosomático.

Probaré de todo. Ese es el problema, no puedo sentir una mierda. No puedo sentir nada. Pensamos que el dolor es el peor sentimiento. No lo es. ¿como puede haber algo peor que ese eterno silencio dentro de mí?

No puedo más, creo que voy a enloquecer.