Si sale cruz, habrá que echarle cara.

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Me dirigí a clase de Lengua aún en las nubes, tal era así que al entrar ni siquiera me di cuenta de que la clase había comenzado.

-Gracias por venir, señorita Divelle.- saludó despectivamente Yolanda.
Me sonrojé de vergüenza y me dirigí rápidamente a mi asiento.

-Enia, debido a tu tardanza, me gustaría que fueras la primera en exponer tu trabajo.
Todos se voltean hacia el pupitre del fondo esperando alguna respuesta. La silla chirria. Me aclaro la garganta y me dirijo hacia la pizarra, ese lugar donde te sientes insignificante y a veces, solo a veces, imbécil.

Libertad, no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina,
por quien el día y la noche son para lo que quieran,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

-Me he permitido hablar sobre Cernuda en uno de sus poemas publicados en 1931 en el que éste, explora los límites del amor.

-¿Con 'explorar los límites del amor' quieres decir con el deseo y el placer?

-El amor es un imposible: solo la soledad permanece.

-¿Igualas el hecho de amar con la destrucción?

-No estoy aquí para hablar sobre lo que pienso respecto al amor. Solo es poesía.

Poesía. De esto se trata. Me la he comido cruda y con patatas, con lubricante y sin preservativos, la he visto desnudarse o cubrirse con vergüenza de metáforas. La he visto huir y quedarse, sobría recien levantada y borracha con una vida de ojeras. La he tocado, besado, hecho el amor y llorado su ausencia.Y sin embargo, puedo decir con absoluta fe que no tengo ni puta idea de en qué consiste ese milagro de seis letras. A veces me preguntan y me quedo callada. Tengo claro que la poesía no es pulsar la tecla de intro al final de cada frase. Incluso tengo mis dudas respecto la importancia de las palabras dentro de ella. Más que lenguaje, siento lengua.

Pasé el resto de la mañana pensando en las musarañas. Resultaba difícil creer que las palabras de David y la forma en que me miraba no fueran fruto de mi imaginación.
Con la mochila a un hombro y con el típico moño de andar por casa me dispuse a salir de aquella cárcel barra infierno que solo unos pocos lo llamaban por su nombre real.

-¡Enia!- me giré sobre mis talones aun que si os digo la verdad, nunca me tuve que girar. -Me esperas o qué.

-¿David?

- Quiero saber cómo acaba tu poema.

-¿A qué viene ésto?

-Me intereso por la poesía. ¿cómo termina?

-Permíteme que lo ponga en duda. No se te ve por alguien interesado en la poesía.

-Enia, en esta vida todo es poesía. Tú, eres poesía.- no pude evitar sonreir. -verte sonreir es una puta revolución. Ves. He hecho poesía. Así, sin nada.

-Si a eso le llamas poesía no mereces escuchar a Cernuda. Lo pondría en el apartado 'frases para ligar con tu ex' pulsar intro y que en la famosa red de información te salieran cientos de frases cursis con las que me entrarian ganas de pegar a alguien.

-Enia, ¿qué nos pasó?

- justificas mi existencia:
Si no te conozco, no he vivido;
Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

-¿No hay más?

-Hasta mañana, David.

-¡Espera!, ¿vas a Gran Vía?

-¿Desde cuándo te importa hacia dónde me dirijo?

-Era para acompañarte. Duermo en casa de mis tíos.

-Iba a echar una mano a mi madre en la cafetería.

-¿cogemos la línea 5?

-Si te empeñas.
Por el camino nos contamos lo maravillosa e interesante que había sido nuestra vida de unos años pa' acá. Yo, no pude contar mucho.

-Cara o Cruz.- me puso una moneda en frente mientras se sacaba un cigarro.

-Cigarro.- había pillado la indirecta y me ofreció uno. -¿De qué va ésto?- me había estado realizando esta pregunta desde nuestro encuentro.

-Promesas. No creo en la suerte y, sigo sin saber perder.
No pude evitar reirme.

-Está bien, tendre que echarte a suertes, cara no volverte a ver, cruz quererte para siempre.

-¿Y si sale cruz?

-Si sale cruz, habrá que echarle cara.

Punto muerto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora