Tinteado

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Caminaba cuidadosamente por el gran pasillo que conectaba su torre al castillo, siempre deteniéndose y observando con miedo su alrededor, si sus padres le veían estaba seguro que seria castigado.

Afortunadamente logro llegar al final del pasillo, su mano tembló al tocar la cerradura pero con gran esfuerzo y conteniendo el suspiro empujó la puerta. En cuanto se abrió observó por varios segundos el pasillo, el olor agradable de la cocina llegó a su nariz.

Tenía poco conocimiento del castillo, siempre estaba encerrado y solo iba de su habitación al gran salón, al salón de música y volvía a su habitación, así hasta que fue encerrado en la torre, la única vez que salió fue cuando se presentó oficialmente al pueblo como parte de la realeza.

Ese día que apreció de cerca las flores, el gran bosque y el olor a sal llegó a él, se sintió feliz, aunque no habló con nadie y prácticamente nadie le habló, aun así pudo ver a su pueblo, era parte de la realeza y por lo tanto debía cuidar del pueblo y sus intereses.

Su pueblo era bonito, la manada era unida y muchos de ellos parecian amables, todos y cada uno de ellos eran similares, piel blanca, rasgos finos, rostros alegres, todos eran lo contrario a él. Buscó a alguien parecido a él, alguien que al menos tuviese el cabello de su color o su piel, pero no había nadie, era único y recordó las palabras de su hermano: "Eres diferente Donghyuck, eres el único que no es igual a nosotros, eres prácticamente un extraño, no encajas aquí"

Recuerda la vez en la que cubrió su cuerpo con pintura blanca, ese día hizo un retrato familiar pero él no encajaba, así que pintó su piel igual a su familia; luego de ello se dio cuenta de que tal vez solo necesitaba cambiar su color y fue ahi cuando vació la pintura sobre él.

Se observó en el gran espejo del salón, ahora era como ellos, sus padres sin avisó ingresaron y le vieron, creyó que finalmente encajaría, creía que lo felicitarían.

"¿que has hecho?- preguntó su madre enojada- ¿Qué desastre has hecho Donghyuck?-

Madre, Donghyuck solo quiere ser como nosotros, ¿no lo ves?- dijo Jaemin acercándose al cuadro de Donghyuck- él quiere ser como nosotros- luego soltó una pequeña risilla.

¿Por qué Donghyuck?- preguntó su padre.

No sabía que responder y solo los observó, fue ahí cuando una lágrima traicionera se deslizó por su mejilla y la pintura se borró.

Pero no puedes ser como nosotros- dijo su gemelo mientras quitaba parte de la pintura del rostro de su gemelo, luego su madre rompió su cuadro y salió de la habitación, su padre solo lo observaba sin decir nada y Jaemin tan solo le repetía que no podía ser como ellos, que era diferente."

Le abandonaron en aquel salón donde abrazó los pedazos de su pequeño retrato familiar, era el único al que le había dedicado tanto tiempo y en el que se había incluido, por las paredes del castillo lucían las grandes obras con solo sus padres y Jaemin, él tambien quería ser parte de la obra, él tambien quería estar ahí, él tambien era su hijo.

¿Qué culpa tiene Donghyuck?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora