Peridoto

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Jeno veía el cuello de Donghyuck y era inevitable el deseo que crecía dentro de él.

Comenzó lentamente a lamer la marca y pronto escuchó los pequeños gemidos que el omega soltaba, eso le indicaba que estaba haciendo bien su trabajo .

Había algo en Donghyuck que siempre lo atraía, era inevitable y siempre se preguntaba el por que. Con su legua deslizándose por el cuello del omega mil pensamientos invadían su mente y era un poco difícil concentrarse en lo que estaba haciendo, y era aun mas difícil el contener las ganas que tenia de terminar con la unión, todavía quedaba un gran paso para por fin estar complemente en sincronía con Donghyuck.

Pero Donghyuck aun no estaba listo para ello, era tan solo un pequeño que apenas se enteraba que podía convertirse en lobo y no lo controla del todo, había pasado casi toda su vida creyendo que era un simple beta o menos.

Sintió las delicadas manos de Donghyuck apretarse en su cintura, de pronto su legua sintió como el sabor de las hierbas era aun mas amargo del que en un inicio, su lobo empezó a preocuparse y alejo al omega un poco.

Ojos chispeantes, ojos que demostraban mas de una emoción por segundo y ojos que cambiaban de color, una vez mas el lobo de Donghyuck estaba fuera de control.

No de nuevo- murmuro.

Era extraña la sensación dentro de él cada que Donghyuck tenia uno de sus "ataques", a como llamaba cada vez que el omega entraba en conflicto con su "ESPOSO", ahora podía llamarle así.

Esposo.. mi esposo, MIO-casi gruñe al pronunciar esas palabras.

Pero lo importante ahora era que su esposo estaba teniendo un conflicto con su lobo y no podía controlarlo, las veces anteriores el cuerpo de Donghyuck no resistía mucho y simplemente se desmayaba pero esta vez era diferente, podía sentirlo. El cuerpo de Donghyuck por alguna razón empezaba a aumentar su temperatura, parecía ser fiebre.

Duele... duele mucho- apenas era audibles las palabras de Donghyuck- haz... haz que pare, por favor-

Todo va a estar bien, lo prometo-

Donghyuck sentía que podía morir, su vista se nublaba, su cuerpo dolía demasiado, tenia frio, mucho frio y todo giraba. Nunca antes le habia sucedido algo así, de las pocas veces en las que enfermo fue de un pequeño resfriado o los ataques alérgicos, sabia que esto era diferente.

Quería ser como Jaemin, su modelo a seguir, el perfecto lobo, su hermano casi nunca enfermaba y siempre mantenía esas sonrisa hermosa que iluminaba su rostro, aquel joven delicado y agradable con rasgos finos, aquel omega deseado por todos, aquel príncipe ideal. Incluso si no llegaba a ser aceptado por todos, se conformaba con no ser odiado, no quería causar problemas en el palacio y en la manada.

Ahora que tenia un alfa, ahora que tenia a ese "alguien especial" que lo quería, no arruinaría las cosas, daría todo de si para ser un omega digno de un alfa como lo es Jeno. Si Madre Luna lo habia escuchado y había enviado a Jeno o incluso si había sido un error, no importaba, él haría lo mejor que podía como el omega que era.

Pequeño  ĕclipsis- una voz extraña en su cabeza susurro.

Un escalofrío recorrió su cuerpo y de un momento a otro el dolor desapareció dejando su cuerpo inmóvil, esa extraña voz le era familiar pero no recordaba de donde.

Es hora de que conozcas la verdad- eso le inquietó- mi pequeño, hay muchas cosas que no sabes y muchas preguntas que guardas tienen respuestas- susurraba con calma la "extraña" voz- No te preocupes mi pequeño, sabrás todo una vez que el cielo se una con el mar, las respuestas llegaran en cuando el tiempo sea confuso y yo estaré esperando por ti- podía percibir el cariño y la sinceridad en las palabras- por ahora, debes despertar-

Jeno- susurro con un hilo de voz en la desesperación.

No sabía quien era el dueño de esa voz o si era algún recuerdo, no estaba seguro y tenía miedo. Miedo de que algo malo pasara, el miedo de encontrar preguntas con respuestas que cambiaran el rumbo de su vida, su madre siempre había dicho que la curiosidad era la perfecta trampa para morir y cada que sentía que algo estaba fuera de su control, cada una de esas veces, se acordaba de aquella frase.

Agregándole un miedo mas a su vida, ahora tenía una increíble preocupación por su alfa, Jeno era el alfa perfecto a sus ojos y probablemente a los ojos de todos los lobos, pero Donghyuck no se sentía ni siquiera como un omega "normal" y eso, eso era algo que le carcomía por dentro. Tenia miedo de perder a Jeno por algo que él no podía controlar, no sabia como ser un buen lobo y mucho menos como ser un buen omega, se reflejaba en el intento de algo que anhelaba.

Aquí estoy-

Jeno.. por favor- tenía incluso temor de decirle a su alfa que él no se consideraba a su altura- por favor no... no me dejes, quédate.. conmigo, quedate aquí.. junto a mi- una pequeña lagrima traicionera se deslizo por su mejilla hasta tocar el suelo.

Siempre estaré a tu lado.. lo prometo-

A los ojos del alfa, su omega era lo mejor que alguna vez pudo pedir, en la perspectiva de Jeno, Donghyuck era todo lo que necesitaba y no sabía cómo explicarlo, cada una de las sensaciones que esa hermosa persona provocaba en él, cada vez que Donghyuck sonreía o cuando simplemente lo observaba, cada pequeña acción de Donghyuck hacia que su cuerpo se sintiera extraño, culpaba a su lobo de las inmensas ganas de encerrar al omega en una caja de cristal, las ganas de esconderlo del mundo y no dejar que nadie mas lo viera, que nadie se acercara a él y evitar cualquier amenaza, si era posible solo él podria observar a Donghyuck, no permitiría que el mundo cruel le hiciera daño.

Y cada vez que alguien se acercaba a Donghyuck,  tenia miedo, miedo de que se lo arrebataran en un sólo segundo, miedo de no ser suficiente para él, miedo de no tener mas a Donghyuck.















¿Qué culpa tiene Donghyuck?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora