12:00 am

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Unos orbes azules se asomaron cansados tras escuchar el sonido de una alarma.

'19/07/22 12am'

Marcaba la hora digital de su pulcera animal, la apagó con cansancio para proseguir a sentarse y teñirse los ojos con bastante cansancio, y al sentir que el sueño ya estaba esfumandose de su cuerpo, procedió a levantarse y salir de su carpa, al estar afuera lo primero que vio fue el cielo aún oscuro, lleno de estrellas y una gran luna que estaba entre la mitad de las estrellas, bajo la mirada para observar a quien estaba seguro de que estaría sentado al borde del risco, y así era, su hermano menor, Chris, estaba justo sentado en ese borde, con la mirada baja y en completo silencio.

Martin comenzó a acercarse, sin preocupación por el ruido de hacía, después de todo, su hermanito ya sabía que estaba en ese lugar, al llegar, solo se sentó a su lado mientras se quedaba viendo al mismo punto que el moreno, la nada.

-Hermano... Mira se que no te gusta este día pero- lo miro -al menos... Dejame desearte un feli-.

-No- interrumpió bruscamente, sin apartar su mirada vacía -odio este día... Y lo sabes, no merece ser celebrado, al menos no para mi...- termino en un tono triste, cosa que desánimo al mayor, el cual tenía una mirada preocupante clavada en su hermano.

-Tal ves... Deberías volver a la terapia que dejaste hace unos años...- propuso en el mismo tono preocupado, pero está vez con una pequeña sonrisa en su cara.

-No... No lo necesito- el terminar esta frase, miro a Martin con ojos tranquilos, junto con esto, una ligera sonrisa -estoy bien solo... No me gusta esta fecha-.

Los orbes cafés se quedaron en contacto con los azules, mientras sus portadores no hacían un solo sonido, aún que no era nada incómodo ni tenso, solo había paz, hasta que el mayor del dúo la rompió.

-estas enojado, verdad?-

Inmediatamente la expresión de Chris cambio, ahora estaba sorprendida y sin brillo en sus ojos, el contacto visual siguió por un tiempo. Aunque el moreno la rompió momentos después, volviendo su cabeza a la nada, con la misma mirada vacía y triste, al igual que sus otras facciones.

-si... Estoy enojado...-

No hubo un solo ruido durante un par de segundos

-pero que puedo hacer... Solo era un niño... No pasaba de los 7 años...- expuso en un sollozo.

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-Martin!- exclamó una mujer alegremente mientras entraba a la habitación del niño.

-si mamá?- Contesto, dejando el papel con garabatos que tenía para prestarle completa atención.

-tu padre y yo lo estuvimos pensando... Y queremos que tengas una hermanita!... Que dices?-

-en serio! SI! QUIERO TENER UNA HERMANA, ASI PODRÉ JUGAR CON ALGUIEN MIENTRAS ESTE EN CASA!- grito con la natural energía que tendría un niño el cual justo un par de días antes, había cumplido 10 años, así paso unos segundos, hasta que de un momento a otro paro. -pero... será muy pequeña para mí... Cuando yo tenga 20 ella apenas tendrá 10 años...- justifico con un poco de molestia. La madre lo miro confundida, claramente se le había olvidado un pequeño detalle.

-tranquilo Martin, no vamos a tenerla, vamos a adoptarla, verás, desde que te tuve a ti, ya no pude tener más hijos, y de echo lo estuvimos intentando con tu padre los primeros años de tu vida, pero no funciono, aún así, nuestro sueño es tener dos hijos, por lo que no nos queda otra opción más que adoptar- volvió a decir con felicidad.

-y será lo suficientemente grande para jugar?-

-si! Lo va a ser-

Después de esto, Martin volvió a festejar, no se pudo calmar en todo el día, o bueno, más bien toda la semana. Ni siquiera los días en los que iban a distintos orfanatos, el pequeño se ilusionaba con cualquier niño que fuera menor a el, pero que tuviera la edad suficiente para jugar, sin embargo, sus padres no estaban de acuerdo con el, esto claramente lo tenía confundido, aún que nunca hizo algún escándalo por adoptar a alguien en ese mismo instante.

solo era un niñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora