You and Me

Capítulo 4

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Tres años y cinco meses antes del matrimonio Todoroki.

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—¿Por qué demonios andamos en las calles de Musutafu a las…? —Katsuki revisó su reloj mientras andaban en las calles vacías. —¡Las ocho de la mañana!, ¿qué demonios, Cara Redonda?

Ochako qué estaba caminando a su lado cubierta con un abrigo, guantes, bufanda y orejeras, por culpa del inclemente frío de la mañana, le miró con el ceño fruncido abrazando el melón que los dos compraron para la ocasión, mientras Shouto iba más adelante que ellos, un poco menos abrigado que ambos y una bolsa con un regalo para la familia Midoriya por haber llegado tan de repente a su hogar.

—Recuerda que Deku-kun regresó hoy.

—Y eso qué, el maldito nerd, no se va a ir a ningún lado si vamos más tarde, hace un frío horrible, me oíste bastardo, ¿por qué diablos venimos?

Ochako le golpeó levemente el brazo en señal de reproche.

—Todoroki nos pidió que viniéramos. Además, también estabas emocionado por su llegada, cuando tu madre te lo dijo el otro día cuando estudiábamos en tu casa.

—¡No es cierto! —gruñó ocultando su vergüenza.

—Oh Bakugo-kun eres tan tímido, solo admite que extrañaste a tu amigo de infancia. —mencionó sobreactuando Ochako tocando su mejilla, ocasionando que Bakugo le tirara la otra mientras la chica chillaba de dolor. —Basta Bakugo-kun o le diré a tu madre.

La sola mención de Mitsuki, hizo que Katsuki soltara a la castaña de mala gana, pues la mujer siempre se ponía del lado de Ochako.

—¿Qué tienes cinco para acusarte con la vieja bruja?

—Yo no, tú sí, cobarde. —respondió la chica lanzándole una bola de nieve a la cara al rubio y corriendo a la par que Bakugo le perseguía “furioso”.

Shouto que no entendía al par que parecía pareja, tomó el melón que le dijo Ochako cuidara y había dejado flotando antes de salir huyendo por la acera vacía.

Entre caídas de Katsuki y risas de Ochako, ella fue haciendo que los tres llegaran más rápido a la zona de departamentos donde vivía Izuku con sus padres.

—Al último le apestan los pies. —dijo la chica corriendo escaleras arriba.

—¡Oye, Uraraka! —gritó Katsuki subiendo de la misma manera los escalones al tercer piso, mientras Shouto les seguía tranquilo, a pesar de estar emocionado de llegar al lugar que había visitado con contadas ocasiones.

Al llegar al piso tres, vio que Ochako estaba al otro lado del pasillo corriendo y bromeando con Bakugo que ahora cargaba con la bufanda rosa. Shouto le tomó poca importancia al asunto y preguntó por el número de departamento del que tocó el timbre y la puerta fue abierta por Inko, la cual traía un suéter que le hacía ver más pequeña de lo que realmente era.

—Hola, tía Inko. —mencionó Katsuki con el rostro mirando a otro lado para que Ochako no le fastidiara más de lo que hacía ese día y no le viera la cara a Shouto o de plano se enojaría y lo mandaría al diablo.