Capítulo 8

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El día del matrimonio Todoroki.
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Izuku gruñó cuando su madre le llamaba para levantarse, su despertador no había sido encendido para sonar tan temprano como siempre, pues era el día de descanso que pidió especialmente para que se casara, y por ende el que quería usar para dormir a gusto.

—Izuku, levántate, se te hará tarde y tienes que arreglarte.

—Nos casaremos a las tres de la tarde, son las ocho. —murmuró contra su almohada el menor.

Inko suspiró derrotada, salió de la habitación de su hijo, sabía que Izuku nunca fue fácil de despertar sabiendo que no tenía responsabilidad de hacerlo. Pero a la mujer le ponía ansiosa que el tiempo pasara demasiado rápido, quizás Izuku no era una mujer a la que debían arreglar tanto el cabello o maquillarle, solo eran detalles de cuidado de piel y que se viera pulcro con el shiromuku que ella había visto una sola vez y que debía de estar en el lugar en el que se haría técnicamente de todo para la boda.

Por su parte Izuku tanteo el otro lado de su cama y lo sintió vacío, Shouto no estaba a su lado, lo que le generaba una sensación desagradable. Sabiendo aquel faltante en su mañana, se levantó del colchón para estirarse perezoso y salir de la cama. No entendía las tradiciones de no ver a la pareja antes de la boda, pero habían insistido tanto en ello que le quitaron el celular y se lo llevaron en la tarde de ayer de su departamento.

Los preparativos fueron avanzando poco a poco, ya que el trabajo de cada uno de los que organizaba ocupaba su tiempo, pero Izuku fue testigo de que Momo era amable y siempre pidió su opinión sobre los preparativos. Aunque él los sintió muy deprisa, ya que en menos de lo que ellos esperaban ya tenían una boda tradicional al igual que una civil con invitados, recepción y templo que Momo junto a Denki arreglaron a un estilo tradicional.

Si Izuku no supiera que ambos eran muy buenos amigos, pensaría que Jirou era engañada, pero no.

Las últimas semanas fueron las que Shouto e Izuku, no pudieron disfrutar de la intimidad de su hogar como casi siempre lo hacían, pues varias noches a la semana, ya fuera Momo, Denki, Rei, Fuyumi, entre otros; les pedían opiniones sobre los últimos detalles, terminando demasiado tarde, dejando la opción de dejar a sus invitados algo amontonados, pero separandolos a ellos, es por eso que Izuku debió intervenir más de una ocasión para que Shouto no corriera a nadie de su hogar.

Sin embargo, al final todo debía valer la pena, ¿no?

Aunque Izuku realmente quería irse a su departamento y sacar a patadas a Natsuo y Hawks de su departamento para ir a dormir con Shouto. Extrañaba su calor matutino, la manera en que le abrazaba aferrándose hasta con las piernas y su respiración le golpeaba haciéndole cosquillas en el cuello, donde las charlas cortas antes de salir de la cama o inclusive el sexo era algo que quería tener ahora, pero estaba lejos de su pareja y de cierta manera se sentía un caprichoso por no tener a Shouto a su lado.

Después de una ducha rápida y fría, se reunió en torno a la mesa para desayunar con sus progenitores, le sonrió a su padre que desayunaba leyendo el periódico y puso su plato para llenarlo de cereal para sucesivamente servirlo de leche para no remojar demasiado este.

—Todavía puedes decir que quieres irte y tomamos el auto, te llevaríamos con tu abuela.

Izuku se rió y se metió una cuchara a la boca, no dejaría a Shouto en el altar.

—Estoy bien, papá. Quiero casarme.

Hisashi sonrió y acarició los cabellos húmedos de su hijo.

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