You and Me

Capítulo 5

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Tres años antes del matrimonio Todoroki.
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—Una vez me dijeron que no se debía tener pena de los muertos. —mencionó Izuku viendo sus sombras sobre la acera que se alargaban por ser tarde, al momento de regresar a casa del pecoso, después de tener una cita con Shouto que llevaba una bolsa con el postre de Izuku que no se acabó en el restaurante al que fueron.

El heterocromático sabía que desde hace un tiempo, Izuku había empezado a lidiar con la muerte y la vida, poco después de graduarse de medicina y ahora estar en el área médica profesional aprendiendo en urgencias del hospital número uno de Musutafu, el cual tenía el mayor número de emergencias que el resto de hospitales; y como interno seguía aprendiendo de sus superiores.

El ambiente médico no era para todo el mundo le había dicho el más bajo, pues la alegría y la tragedia podían estar de la mano en ese mismo espacio de pasillos blancos y de hombres al igual que mujeres valientes que veían el milagro de la vida o el orgullo de salvar una, pero también la miseria del sopor que es perder la vida de una persona en sus manos.

Ser héroe y doctor no era tan diferente, pero a final de cuentas. La fina línea que siempre se toca entre salvar o dejar morir es más constante y compleja en un doctor. Izuku la tocaba de manera más constante. Shouto ya había visto la miseria que le causó a Izuku perder a su primer paciente hace tan solo unas semanas, siendo esta una víctima de un desangre en medio de cirugía que le podía salvar la vida a esa persona.

Shouto creyó que Izuku estaría hundido en el temor por la muerte, pero no era así y le alegraba tener al chico tranquilo, a pesar de que su sopor siempre sería constante.

—¿Por qué no hay que tenerles pena a los muertos? —cuestionó curioso Shouto de seguir el hilo de la conversación dada por el otro chico.

—Porque hay que tenerles pena a los vivos, no hay mayor dolor que seguir vivo y sufriendo, la muerte no es el peor de los finales, Shouto-kun. —acotó al final mirándole para luego dirigir su vista a enfrente.

—Creo comprenderlo.

—El médico en jefe me explicó eso después de la muerte del paciente en cirugía, no quise comprenderlo, pero hay cosas que nosotros como médicos no controlamos. No controlamos la vida o la muerte, y mucho menos quien entra al hospital. —mencionó Izuku mirando el suelo de la acera, deteniéndose de repente, encarando a Shouto. —Por favor, Shouto-kun se cuidadoso en tu labor como héroe.

—¿Por qué dices eso?

—No quiero saber que estas al borde de la vida y muerte. —le dijo el de pecas acariciando su propio brazo derecho sobre su chaqueta.

—Izuku, los héroes siempre podemos resultar heridos. No puede prometer que saldré ileso todo el tiempo, siempre hay cosas que nos lastiman.

—Lo sé. Por eso, a veces quisiera ser un héroe para estar a tu lado y protegerte. No quisiera verte como la gente que ha llegado a los hospitales y he ayudado, las heridas leves en la Yuuei cuando llegabas al consultorio de Recovery Girl no son nada, a verte con todo el tipo de heridas que he tratado en otros héroes y civiles. Por favor, cuídate.

—Tú ya eres un héroe, Izuku. Mi héroe y si llegara a lastimarme, no te sientas obligado a tratarme.

Izuku miró al suelo preocupado, tampoco podía prometer eso, debía ser profesional. Sin embargo, le asintió a Shouto que le sonrió y acarició la mejilla pecosa que adquirió un tono rosado ante el gesto, pero aún así el más bajo fue el que se paró sobre las puntas de sus tenis blancos para besar el rostro de Shouto que le sonrió de manera suave, pues Izuku siempre era el que lo besaba y le encantaba cada uno de sus besos tímidos y hasta cierto punto atrevidos, pues no era común que los japoneses estuvieran en la calle teniendo muestras de afecto, pero suponía que Izuku había adquirido aquello por haberse desarrollado en un hogar con un extranjero, haber estado en América por un tiempo y salir con aquella chica nortemericana, de la que Shouto prefería ni hablar o mencionar.