Capitulo 8 ~ El Pueblo ~

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La vista frente a él era realmente dulce, tan tranquila, le llenaba de paz como nunca había sentido y podía asegurar que era la primera vez que se sentía en verdad feliz.

Ver a Bruce jugar en el amplio jardín de la cabaña era acogedor, el niño corría jugando con la nieve dando pequeñas risas cuando este le lanzaba una bola de nieve y él fingía morir de manera sobreactuada; tanta paz y tranquilidad era un cambio bueno en su opinión todo en general en el tiempo que habían estado ahí había sido perfecto.

Aunque no había sido fácil al principio.

El primer día había estado lleno de incertidumbre; llegaron acompañados de una nevada que por poco les dejo varados en medio de la carretera, pero suerte pudieron llegar muy a penas a la entrada observando la gran sombra que se ocultaba tras la bruma.

La cabaña, si así se podía llamar a la pequeña mansión en medio de un lindo, aunque apartado bosque, se veía tenebrosa y solitaria; tampoco ayudaba mucho la oscuridad de la noche.

Estaciono el auto notando como las huellas de los neumáticos eran rápidamente cubiertas por la nevada; fuera del auto el viento azotaba frio, al salir la una ráfaga le golpeo la cara despeinándole, asiéndole temblar por la sensación fría que acariciaba sus mejillas y mordía sus orejas, de alguna forma dolía respirar.

No así, tomo en brazos a Bruce que aunque trato de decir que prefería ir por su cuenta dado que su mayor se veía lastimado, Arthur no dejo que protestara y le cargo apegándole hacia el tratando de darle su calor y cubriéndole con una manta; camino torpemente sintiendo sus pies hundirse en la gruesa capa de nieve que se había formado en la entrada antes de llegar, se esforzó por mantenerse en equilibrio con el niño en brazos protegiéndole de la nieve que caía y el viento frio que no había hecho más que empeorar empujándole levemente de vez en cuando.

En un principio pensó en romper el cristal de un lado de la puerta principal, pero al llegar a las escaleras pensó que era bastante peligroso, aunque era muy poco probable, no quería que si alguien pasaba por frente la cabaña se dieran cuenta que estaban ahí así que prefirió buscar otra forma de entrar.

Vago un poco por los alrededores apresurándose en tratar de encontrar otro método de entrada, después de todo no quería que Bruce estuviera afuera más tiempo del necesario en aquel tiempo, para su buena suerte encontró la pequeña ventana a nivel de piso que probablemente daba al sótano.

Así que entro a la casa rompiéndola, bajo teniendo cuidado de los cristales rotos encontrándose entonces en una habitación completamente oscura; busco a tientas el interruptor preocupándose por un momento por la probabilidad de que no hubiera electricidad, aunque aquella preocupación desapareció cuando la bombilla ilumino el lugar.

No podía decir que era el sótano más bien era el cuarto de las calderas, apresuradamente tomo un hacha que se encontraba recargada en una de las paredes subiendo con prisas las escaleras que daban a la planta baja logrando salir solamente después de haber destrozado la perilla de la puerta, después de eso solo fue hacer que Bruce entrara con más seguridad por la puerta principal después de todo no quería que se cortara o se arrastrara en la nieve como lo había hecho él.

Hizo pasar al niño quien se mantenía abrigado con la frazada notando el tacto helado, le sentó en el recibidor bajando de nuevo al cuarto de calderas encendiendo los hornos tratando de mantener a Bruce en un lugar más cálido, aunque tardaría un poco sabía que una vez lista la caldera no tendría porque preocuparse por el frio.

Como previo las calderas tardaron un momento en calentar el lugar, aliviado al sentir la subida de la temperatura notando que el niño había dejado de temblar.

El por su parte una vez que en varios viajes saco lo que tenían en el auto, por fin pudo pensar en vendar algunas de sus heridas.

Al final después de preguntarle si estaba bien fue Bruce quien cuido de sus heridas, podría decirse que en realidad solo pasaba las cosas que el mayor le pedía del botiquín, pero eso no quitaba que estuviera preocupado.

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