Capitulo 5 ~El niño~

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Bruce observaba al contrario desde la barra viéndole cocinar, no sabía muy bien por qué, pero le gustaba verle, haciendo cualquier cosa, le gustaba estar alrededor del mayor, ver la sonrisa que se formaba en sus comisuras mientras tarareaba alguna canción en tanto preparaba la comida, como ponía aspecto serio cada que fumaba, como le sonreía cuando le hablaba y como su total atención se solía concentrar en él, el mayor era solamente suyo y suponía que pensar en aquello era lo que le gustaba.

Arthur le dejaba hacer muchas cosas que sus padres jamás le habían permitido, le dejaba observar por la ventana entre los tablones

-no podemos quitar los tablones porque de otra forma sabrán que hay alguien aquí – le respondió a la petición de quitar la madera de la ventana y suponía que tenía razón así que después de una vez no volvió a preguntar, pero el mayor había hecho bastantes agujeros para que se entretuviera viendo la cuidad por ellos

Le dejaba escuchar música con él, a su padre no le gustaba que nadie estuviera junto a él mientras escuchaba su aburrida opera así que le enviaba a su habitación, el escuchar y compartir unos cuantos pasos de baile con el mayor le hacía realmente feliz

-no creo haber aprendido de alguien, tal vez la televisión, pero solo lo hago cuando estoy feliz – respondió a la pregunta de en donde había aprendido a bailar tan bien

Permitía que dibujara en las libretas que le había dado, sus padres consideraban de mal gusto malgastar papel así que solo le permitían dibujar en sus clases que eran específicamente para eso

-no te muevas ya casi termino – comento el niño sonriendo ante el intento del mayor de ver que estaba haciendo

Bruce dibujaba bastante bien para alguien de su edad, después de todo había tomado clases de pintura y dibujo desde que pudo tomar un lápiz correctamente

-tienes mucho talento con esto- comentó Arthur sorprendido ante el dibujo del niño, él mientras fumaba sentado tras la mesita al lado de la ventana era lo que había dibujado

Al niño le gustaban los halagos del contrario cosas como "tienes talento", "lo has hecho muy bien", "eres muy bueno en esto" le hacían feliz puesto que, aunque sabía que sus padres estaban orgullosos de él nunca le habían dicho nada parecido o mostrado que lo estaban; que el mayor lo hiciera casi todo el tiempo y que enserio mirara lo que había hecho le llenaba de felicidad

Otra cosa que Bruce apreciaba del contrario era que le dejaba opinar acerca de las cosas que hacían, el niño tenía voz y voto y si de alguna forma lo que decía tenía más sentido que lo que el mayor estuviera pensando eso se hacía, le gustaba puesto que nadie nunca le había preguntado qué era lo que quería hacer y sobre todo le gustaba que el mayor en serio le escuchara

Habían pasado al menos una semana desde que ambos se habían escapado del asilo, Arthur estaba bastante sorprendido de que no hubieran comenzado a buscar al niño aun y aliviado al mismo tiempo; sobre todo se sentía bien y bastante tranquilo, aquella semana habían sido sumamente agradable en realidad nunca pensó que pasar el tiempo con el niño sería tan fácil

Bruce no le juzgaba, le prestaba atención, era inteligente y tenían gustos parecidos; compartían un gusto por la música, charlaban por largas horas sin pausa y con energía, al niño le gustaba bailar junto a él y parecía que era feliz en aquel abandonado y polvoriento departamento; aunque de todas formas en esa semana se había encargado de limpiarlo y acondicionarlo para el pequeño

-supongo que no lo sé- dudo un poco la respuesta viendo el cielo – no sabría decirlo, ¿y el tuyo? – pregunto viendo de reojo al niño quien estaba acostado junto a él observando igualmente el cielo

Little BrotherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora