10

4.8K 727 79
                                    

El bosque en invierno era lo más celestial que se podía apreciar en este mundo, las hojas de los enormes árboles estaban cubiertas por finas y gruesas capas de copos de nieve que se fueron acumulando a lo largo de las ventiscas, algunos riachuelos habían dejado de fluir sus aguas y a cambio se mostraban placas de hielo cubriendo toda la superficie. TaeHyung amaba el bosque en esas épocas.

Y andando solo después de hablar con JungKook pensó que sería sanador alejarse un poco de sus amigos, respirar tranquilamente sin compañía alguna. Se reflejaban en sus luceros miel los destellos de la tarde que amenazaba con perderse, alguna que otra lágrima rodó por sus mejillas rojizas al recordar la charla con el Alfa, pues no era sencillo de olvidar que la persona a la cual le había otorgado su corazón, lo partiera sin más y optase por seguir otro camino.

TaeHyung llevaba pensando mucho tiempo en ello, la verdad era que desde joven comprendió que aquellos sentimientos no eran semejantes a una amistad, eran diferentes y cuando empezó a descubrir más de ellos, las cosas se le fueron de las manos. Pensó que el Alfa sentía lo mismo, que sus corazones estaban enlazados y que aquello sería eterno. Y fue cuando JungKook más se alejó de él, cuando una noche llegó diciendo que debía casarse con el hijo de los Choi para sustentar a su numerosa familia debido a la pérdida reciente de sus progenitores.

Y quiso verlo de esa manera, aceptar que JungKook estaba siendo un buen hermano.

Pero entonces habría intentado también tenerle en cuenta a él. Si lo que quería era una persona con bienes monetarios y todo lo derivado a ello, ¿por qué no lo elegía a él? Si era consciente de todo el poder que tendría en unos meses, ¿que le cegaba ante la posibilidad de escogerlo a él?

Detuvo su andar un poco antes de llegar a la frontera de los Park, aquella zona tan llena de pequeños lobos y de vívidos lugares, un territorio que fue denominado como el más tranquilo y donde La Paz reinaba en todo su esplendor. Con la llegada de los hijos de los Park, el listón no se quedó abajo, aunque los anteriores líderes metieran sus narices algunas veces para guiar a sus hijos en algunas cosas.

"Desearía poder decirte lo que siento... pero me rechazarás otra vez"

Frente a él se vieron tres lobeznos de negro pelaje y de grandes orejas. JiMin le había hablado alguna vez de las distinciones entre razas dentro de los lobos, como él podía ser un lobo con el pelaje muy blanco y como sus hermanos y hermanas podían varias desde el negro azabache hasta el marrón o gris. Por lo que sabía, ningún lobo era agresivo, no llegaba a mostrar sus colmillos si no les dabas razones.

Así que cruzó el puente que le llevaba a la zona de los Park, sintiendo un alivio extraño recorrer su sistema, era un ambiente conocido por su Omega donde se sentía respaldado. Se agachó al instante cuando los lobeznos corretearon a su alrededor, jugando con ellos a la vez que acariciaba gentilmente sus pelajes oscuros. Era agradable tener la presencia de almas puras e inocentes en un momento tan pesado como lo era aquel.

—No soy el tipo de persona que da consejos... pero creo que deberías decirle a JungKook lo que te ocurre...

—Exacto, no eres el tipo de persona que da consejos, por lo cual estaría mejor que cerraras el hocico.

YoonGi se alzó de hombros sacudiendo su cabeza, tampoco le gustaba mucho hablar abiertamente con TaeHyung y éste se mostraba reacio a intentar mantener una amistad mínimamente lejana, es decir, tienen a alguien en común y es de preverse que tan mal no se llevarían.

Pero tampoco quería incrustarse mucho en aquel tema tan delicado, JiMin le había comentado la situación a groso modo y no le agradaba nada lo que escuchaba.

—JiMin y yo estamos planeando tener cachorros dentro de tres años -Dijo al verle entretenerse con los lobeznos inocentes- Así nuestros territorios estarían unidos ante la sociedad, pero también fortaleceríamos nuestra familia...

owns my heart |KookTae |OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora