El salón era un lugar lleno de alegría y risas, y en otro momento eso le hubiera causado arcadas a Sebastián, pero esta vez le transmitía calma y gozo, y más porque su hermanito James charlaba animadamente con el menor de los Lightwood. Él en su infancia no tuvo amigos, y no le importó. Sabía que fue creado para ser un soldado, nada más, pero en ese momento como nunca, deseo haber sido un chico normal, no mundano obviamente, sólo un cazador de sombras que fuera el mejor por su habilidad y no por su sangre demoniaca. Ugh, esos pensamientos le arruinaban el humor. Decidió concentrarse en encontrar a su hermana.
La noche anterior donde estuvieron apasionados fue extraño, ella se fue y al día siguiente se hizo la desentendida, alegando que no sabía de qué le estaba hablando. Si había algo que Sebastián odiaba era que lo ignoren. Recordó los ojos de ella, y por un momento se le cruzó la idea de que su hermana tenía doble personalidad, pero no quería sacar conclusiones apresuradas. No era el momento ni el lugar para eso. Le pareció ver un borrón anaranjado y lo siguió, pero su estómago le dio una sensación desagradable al ver que era su madre, quien parecía buscar a alguien molesta. Dispuesto a ir en la dirección opuesta, se acercó a la mesa fingiendo querer un bocadillo. Pero casi se atraganta al ver a su hermana muy cerca y demasiado contenta hablando con un chico rubio de ojos azules. Tirándose el cabello hacia atrás a pesar de estar ya peinado caminó hasta la pareja que ignoraba su entorno. Clary tenía un vestido celeste largo y con volados en la parte inferior; se veía hermosa, pero para él siempre estaba así. A solo un par de metros, otro llegó primero.
En un traje blanco, Jace puso la mano sobre el hombro del chico con una sonrisa, pero si prestabas atención podías ver la vena de su frente palpitando.
-Buenas noches ¿me permite hablar un momento con la dama? -.
El rubio lo miró con evidente molestia, una mirada similar a la de Clary.
-No tienes invitados que atender Herondale-respondió apretando los puños.
-Estoy seguro que los tiene-siguió Clary mientras llevaba la copa a sus labios, sin embargo, antes de poder tocar el líquido, Sebastián se la arrebató y se la tomó de un trago. Clary lo miró sin creer lo que hizo.
-Aún eres muy joven para beber-respondió simplemente el peliplatinado encogiéndose de hombros-. Ven, vamos a bailar mientras el joven Herondale hace de buen anfitrión con... ¿cómo era tu nombre?
Por el tono con desdén, el chico pensó que Sebastián solo estaba burlándose de él.
-Te veo luego Jonathan-dijo Clary tironeando de su hermano para evitar un conflicto. Sebastián sonrió con satisfacción al ver la mirada asesina de Jace.
En el centro de la improvisada pista de baile, los hermanos se balanceaban de un lado a otro.
-Eso fue grosero John-.
-El titulo como tu hermano me lo permite-respondió tajante-. Además, no sé qué le ves a Wayland.
-Eso no debería importarte, sólo me gusta-respondió ella mirando a otro lado.
-Si vas a estar con alguien debe ser alguien capaz de poner el mundo a tus pies por ti; alguien que pueda protegerte...-eso último salió casi sin pensar.
-El mundo... ¿para qué querría yo el mundo? -Clary dio un giro sobre si y volvió a los brazos de su hermano-. Y para protegerme... te tengo a ti.
El corazón de Sebastián latió con fuerza, pero se recordó que se lo decía porque él era su hermano en ese lugar.
Aun así, lo que diría sería verdad en formas que no imaginaba.
-Tú y yo-suspiró juntando sus frentes mientras ella sonreía.
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En el Último Minuto
Fiksi Penggemar*Situada en Ciudad de Cristal* Jace encuentra a Valentine y Sebastián en el bosque Brocelind, pero en medio de su pelea con Sebastian, un demonio aparece y como venganza contra Valentine, los envía a los tres a una dimensión alterna, donde la guerr...
