Un angel deslumbrante [Teruhashi Kokomi x OC]

[1] Tu deslumbrante belleza

Es una nueva mañana en la academia P.K.

Teruhashi Kokomi, la proclamada "reina de la escuela", camina escuchando los suspiros de cada chico que la ve. Ésto no es una sorpresa, es una rutina diaria que marca la normalidad de un día.

Cada chico que la ve, cae rendido a sus encantos, cada chico que la ve, suspira por su hermosura.

A expepcion de uno, Saiki Kusuo.

Saiki Kusuo es el único chico que nunca a suspirado por ella, ni siquiera una vez.
Ésto causó confusión y mucha intriga en Kokomi, pero poco a poco llegó a la conclusión de que él está secretamente enamorado de ella, cómo lo es cada hombre, y gracias a esta idea se ha obsesionado por él, quiere escucharlo suspirar por ella.

Kokomi llega a su asiento, sentándose con su habitual gracia.
Sus ojos recorren las hojas de su libro, como la perfecta estudiante que es, está repasando los temas que han aprendido recientemente.
"¡Que aplicada!" Pensarán de ella.

Sus compañeros murmuran, obviamente ella es el tema central como todos los días.
Pero entre comentarios, también se rumorea sobre un nuevo alumno ¡Una nueva compañera! ¿Será ella linda? ¿¡Le hará competencia a Teruhashi?! Tantas expectativas puestas sobre alguien a quien aún no conocen ni el nombre.

Cuando la clase está por empezar, alguien se asoma por la puerta. Un rostro confundido que no termina de decidir si entrar o no al salón. Antes de que pueda decidirce la profesora entra al salón y la mira esperando que la imite.

— Buenos días a todos, antes de empezar la clase vamos a presentar a la nueva estudiante.

A la par de estas palabras una joven castaña entra a la clase con cierta incomodidad.

Mira la clase examinando todo a su al rededor, hasta que sus ojos terminan sobre Teruhashi, perdiéndose en sus pensamientos.

— Por favor, preséntese, señorita.— Llamó su atención la profesora

— Ah- si, soy Suzuki Akiko.

Más allá de la decepción, no hubo reacción.

Es una chica común, simple, lo que más llamaba la atención de ella es su alta estatura, pero tampoco eso era algo que los chicos vieran como atractivo...

La castaña de lentes se dirigió al banco vacío que había justo en medio de el salón.

Teruhashi quedó un poco confundida de que la haya mirado tanto, aún así no le tomó importancia, ya que ella sabía el poder de su belleza
¡Seguro le tiene envidia! ¡Pobrecita!

De ojos marrón oscuro, flaca pero no particularmente delgada tampoco, lentes simples y un lunar debajo de la comisura izquierda de su labio.
Si físicamente no era interesante, su atuendo y actitud no la ayudaban tampoco.
En realidad si, su falda era más larga de lo común. Raro, normalmente si una chica modifica su uniforme, lo hace más corto, ¿Pero a quién le importa?

Nadie volvió a rumorear de ella, pues no encontraron qué resaltar.
Cuando llegó el primer receso, cada quien se dedicó a su grupo y rutina habitual.

Suzuki se quedó quieta en su asiento. Quieta, muy quieta. Ni siquiera sacó su teléfono o algo con qué entretenerse. Su mirada estaba perdida en la nada mientras jugaba con su lapiz, dándole vueltas entre sus dedos.

Teruhashi no estaba segura porqué la miraba.
De vuelta, no hay nada que resalte de ella, no para Teruhashi al menos.

O sea, si, la chica está sola, y nadie pareciera hablar con ella.