El cuarto día de los grandes juegos mágicos, había llegado. Tanto espectadores y participantes de cada gremio se estaban preparando para las competencias que se aproximaban y, los miembros de Fairy Tail no eran la excepción.
Yukino llegó donde sus compañeros con lágrimas en sus ojos.
—!Nee-san! —ella corrió a los brazos de su hermana—, he perdido mis llaves —dijo, mientras lloraba.
Sorano abrazó a su hermanita, para tratar de consolarla.
-¿Que fue lo que pasó? -ella preguntó.
—No lo sé, cuando me levanté, me di cuenta que ya no estaban —Yukino explicó entre sollozos.
—No te preocupes, vamos a encontrarlas —dijo Sorano, para tranquilizarla.
Mientras los demás sentían compasión por la joven maga estelar, Natsu y Sorano, se miraron el uno al otro. Ambos se dieron cuenta que algo sospechoso estaba pasando.
Más tarde, la primera competencia del día estaba por comenzar, la cual se llamaba ''Batalla Naval'', donde cada uno de los competidores lucharía dentro de una esfera de agua y lucharían por expulsar a sus oponentes, donde el ganador sería el último que quedase dentro de ella.
Mientras los participantes de cada gremio se preparaban para la primera competencia, Natsu y Sorano investigaban el robo de las llaves de Yukino, quien se encontraba deprimida, ya que sus llaves tenían un gran valor sentimental.
Al ver la situación emocional de su querida hermanita, Sorano quería encontrar a la persona responsable y hacerle pagar. Obviamente Natsu, tampoco se quedaría con los brazos cruzados, así que, también se dispuso a buscar al culpable.
Por un momento, pensaron que podría ser obra de Zeref, pero pensándolo mas tranquilamente, se dieron cuenta que eso no tendría sentido.
Natsu utilizó sus sentidos de dragonslayer, pero no pudo encontrar nada. Seguramente la persona que lo había hecho, los conocía muy bien.
—¿Sucede algo? —Natsu preguntó, al ver la expresión seria de su esposa.
—Sólo pensaba la razón del porqué robar las llaves de Yukino, si Lucy es quien tiene un mejor repertorio.
Sorano se preguntaba si el siguiente objetivo sería Lucy, ya que probablemente lo que querían eran las llaves de oro.
—No importa cual es su objetivo —Natsu dijo con seriedad—, ya que no permitiré que lastimen a las personas que aprecio.
Natsu y Sorano decidieron regresar con sus compañeros, ya que no encontraron ninguna pista en la habitación de Yukino, ni en la posada donde se hospedaban y, fuera de ese lugar sería casi imposible encontrar algo. Además, era posible que el ladrón ya no se encontrase en la ciudad.
Cuando llegaron, todos estaban en silencio y parecían molestos.
—¿Que fue lo que pasó? —Sorano leyó rápidamente el ambiente y, supo que algo malo había pasado.
—La primera competencia acaba de terminar, y Lu-chan terminó en muy mal estado —Levi habló con tristeza y frustración.
Minutos después en la enfermería, Natsu estaba casi incontrolable, ya que si no fuera por el hecho de que Sorano estaba allí para calmarlo, seguramente ya hubiese causado un alboroto contra los de Sabertooth.
—Tienes que calmarte —dijo Sorano—, estoy segura que, Minerva sólo lo hizo para molestarnos.
Ella también estaba molesta, pero no quería caer en el juego de Minerva, además, sabía que lo había sólo para molestarla a ella concretamente.