-Yukino?- Sorano tenía una expresión de felicidad en su rostro, mientras unas pequeñas lágrimas caían por sus mejillas.
-Nee-san?- la joven tenía una expresión similar a Sorano, ambas se acercaron hasta quedar frente a frente y luego se miraron a los ojos durante un momento, luego se aferraron en un fuerte y emotivo abrazo.
-Yukino, me alegra haberte encontrado, te he buscado desde hace mucho tiempo- dijo Sorano entre lágrimas.
-Nee-san, realmente eres tú?, estoy feliz de encontrarte- Yukino lloraba como una niña en el hombro de Sorano.
Todas las personas dentro de la sala veían con expresiones diferentes la escena, algunas sonreían otras parecían confusas, mientras que ha otras les daba igual, Natsu interrumpió la interacción entre ambas hermanas.
-Que les parece si mejor vamos a hablar a otro lugar más comodo- dijo Natsu, mientras agarraba la mano de Sorano.
Yukino no conocía al hombre que las acababa de interrumpir, pero parecía que su hermana si, así que no dudó en seguirlos.
Los tres se dirigieron hacia el parque central de magnolia, Sorano y Yukino hablaban felizmente, mientras Natsu las observaba de reojo, ambas estaban muy sentimentales, ya que se frotaban los ojos de vez en cuando para limpiarse las lágrimas. Minutos después habían llegado a su destino, después de hablar durante unos minutos más, Yukino vió de pies a cabeza a su hermana, debido a la emoción no se había percatado de la apariencia de ella.
-Nee-san, estás....?- Yukino fue interrumpida por su hermana.
-Así es, estamos esperando un hijo- Sorano abrazo el brazo de Natsu, mientras que él solo sonreía.
Yukino comenzó a sollozar -estoy tan feliz, significa que voy a ser tía- dijo con ojos llorosos.
-"Que chicas tan sentimentales"- pensó Natsu mientras veía como ambas hermanas se abrazaban.
Time skip: 3 años.
Natsu se encontraba a varios metros de su casa, el lugar estaba destruido y algunos árboles estaban quemados.
-No crees que estás exagerando?- Sorano se encontraba bajo la sombra de un gran árbol que estaba a un par de metros de donde Natsu entrenaba.
-Tengo que volverme fuerte o no podré matar a ese dragón- Natsu camino hacia donde estaba su ahora esposa, ya que se habían casado hace poco más de dos años.
Sorano tenía una cesta para picnic y había puesto una manta en el césped bajo la sombra del árbol -desde que Hiryū nació has entrenado cada día, deberías descansar un par de semanas- dijo mientras sacaba comida de la cesta, luego miró a Natsu que se encontraba viendo hacia el cielo -quieres vengarte de ese dragón?, qué crees que pensarían tus amigos, que crees que pensaría Happy....- Sorano fue interrumpida por Natsu.
-No es por venganza, es solo que siento que algún día aparecerá de nuevo y querrá destruir todo, tengo ser fuerte para poder protegerte a ti y a Hiryū, para poder proteger a todas las personas que aprecio- Natsu agarró las manos de Sorano, y mirando directamente a sus ojos, dijo -cuando la isla Tenrou fué destruida, me sentí impotente y aunque hubiera estado con ellos no hubiera podido hacer nada, por eso decidí entrenar hasta el cansancio, no quiero sentirme impotente nunca más, además, si algo te llegase a pasar, yo....-
Sorano colocó la cabeza de Natsu sobre su pecho, y mientras lo acariciaba dijo -yo también quiero ser más fuerte, quiero enfrentar los problemas a tu lado y no escondida detrás de ti-
-No quiero- las palabras de Natsu fueron directas, Sorano dejó de acariciarle la cabeza, ella estaba decepcionada, sabía que ella no era tan fuerte como él, pero esperaba que él confiara en ella, Sorano estaba a punto de hablar, pero Natsu siguió hablando -no quiero que estés a mi lado, porque no importa contra quién o cuántos me este enfrentando, si tú estas a mi lado mi prioridad siempre va a ser protegerte-
Sorano sonrió de una manera dulce y adorable, incluso sus mejillas se habían enrojecido -eres demasiado sobreprotector, aunque eso es algo que amo de ti- dijo mientras lo seguía acariciando.
-Te amo demasiado, si algo te llegase a suceder perdería la cordura completamente, aunque te volvieras más fuerte que yo, tú y Hiryū serán siempre mi prioridad para proteger- dijo con una voz tranquila pero honesta y llena de determinación.
-Pero no tienes que preocuparte tanto por mi, y...... ¿Que estás haciendo?- dijo Sorano, al ver que Natsu estaba acomodando la cabeza sobre sus pechos.
-Solo me estoy acomodando, tus pechos son tan suaves que hacen que me de sueño- Natsu cerró los ojos y termino de acomodarse, Sorano solo sonreía dulcemente mientras acariciaba la cabeza de su esposo.
Dos horas más tarde.
-Que pasa cariño, puedes continuar?- Natsu veía el rostro cansado de su esposa -deberias invocar un espíritu estelar o un ser mágico del libro- dijo mientras se ponía una pose defensiva.
Sorano se cruzó de brazos y de una manera infantil dijo -no quiero!-
Natsu solo le dedicó una pequeña sonrisa, la razón del porque Sorano entrenaba con Natsu sin usar magia de invocación era por el hecho de querer volverse más fuerte físicamente y aprender a defenderse sin usar su magia de invocación, ya que hace dos años durante un misión se encontró indefensa ante un enemigo, era una mujer que peleaba cuerpo a cuerpo y tenía una enorme velocidad que no le dio tiempo de invocar, si no hubiera sido por Natsu ella habría muerto, así que desde ese día había decidido entrenar con Natsu sin usar magia, además desde ese día Natsu se volvió aún más sobreprotector con ella, ya que estuvo cerca de morir.
Después de haber entrenado ambos se dirigieron a su casa a descansar.
-Natsu, porque no quieres que Fairy Tail participe en los juegos mágicos?- Sorano se encontraba en el sofá, mientras Natsu tenía la cabeza en sus piernas, ella dirigió su mirada hacia Natsu, luego dijo -no tienes la confianza en que podamos ganar?-
-Sabertooth ganó este año, ya han ganado tres años seguidos, pero ellos tienen muchos magos fuertes, en cambio nosotros no tenemos tantos magos con la fuerza suficiente para participar, es solo para evitar una humillación, incluso Macao estuvo de acuerdo- dijo Natsu, con una mirada pensativa.
Un mes después.
Sorano se dirigía hacia el gremio, mientras tomaba de la mano a un niño de tres años con un color de cabello similar a ella, Sorano se encontraba un poco preocupada ya que Natsu hace poco más de dos semanas que había salido a una misión que el consejo le había encomendado, no era una misión difícil, solo tenía que investigar unas ruinas y comprobar si estas tenían un núcleo mágico.
Sorano llego a las puertas del gremio que por alguna razón estaba silencio, ella abrió las puertas y en ese momento se dio cuenta de la atmósfera depresiva que se sentía, además dos miembros del Consejo se encontraban al lado de Macao, quién parecía estar triste, en el momento en que la vieron entrar todos bajaron la mirada.
Yukino tenía los ojos rojos y una expresión de tristeza, ella se acercó a Sorano y dijo -Nee-san, llevaré a Hiryū al parque- dicho eso salió del gremio junto al pequeño, mientras lágrimas salian de sus ojos.
Lahar y Doranbolt eran los miembros del Consejo Mágico que estaban presentes, Lahar dio un paso al frente y con cortesía dijo -Señora Dragneel, lamentamos informarle que las ruinas en donde Natsu Dragneel se encontraba fueron destruidas debido a la explosión del núcleo que estás contenían- todo el gremio estaba en silencio y con la mirada hacia el suelo, mientras que Sorano tenía la mirada vacía, y en lo más profundo de su corazón deseaba que no fuera lo que ella creía, pero las siguientes palabras hicieron que su mundo se derrumbara por completo, Lahar se inclinó frente a Sorano, luego dijo -hicimos una búsqueda en todo el lugar y no encontramos nada relacionado con él, así que el Concejo llego a la conclusión de que....... Natsu Dragneel falleció debido a la explosión.