Capitulo 23

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Faltaban pocos minutos para la media noche. Natsu y Sorano se encontraban en su habitación, y aunque parecía que estaban durmiendo, ninguno de los dos lo hacía.

Natsu besó la frente de su esposa, luego se aferró a ella. Él no pudo evitar sentirse culpable, —lamento ser la razón de casi todas tus preocupaciones —susurró dulcemente.

—Natsu... —ella susurró débilmente— hay que irnos de este reino, alejarnos de todos y vivir en paz —la voz de Sorano era débil, pero sus palabras tenían un gran peso en ellas.

—Sorano, el peligro no es estar en el reino, el peligro es estar cerca de mí —Natsu suspiró pesadamente, luego continúo diciendo,— para que ustedes estén a salvó, yo debería...

—No lo digas!, por favor ni siquiera lo pienses. No voy a alejarme de tí, y tampoco voy a permitir que te alejes de nosotros —Sorano dijo al borde de las lágrimas.

—Sabes, no quería decírtelo porque no quería preocuparte aún más, pero creo que es mejor que estés al tanto. Hace rato sentí un poder mágico similar al de Zeref —dijo Natsu tranquilamente.

Sorano comenzó a sollozar,— es injusto... —ella abrazó fuertemente a Natsu, y mientras lloraba, continuó hablando— es injusto, si él muere tu también morirás, así que si él te obliga a matarlo, tu también terminarás muerto, de cualquier manera saldrás perdiendo.

Natsu apretó los dientes con frustración. Seguramente ella ha estado sufriendo todo este tiempo, pensando que Zeref aparecerá en algún momento y lo obligará a pelear con él.

—Perdóname, pero debes ser consciente que llegará el día en que él y yo nos veremos cara a cara de nuevo —las palabras Natsu golpearon el corazón preocupado de Sorano, pero luego dijo— pero te prometo que no voy a matarlo, encontraré una forma de evitar un combate a muerte contra él.

Sorano no dijo nada, y solamente abrazó en silencio a su esposo, ella solo quería estar a su lado y sentir su calor.

La media noche llegó, y con ella un evento preliminar, hubo un anuncio ha todos los gremios que participarían en los grandes juegos mágicos, además de una enorme estructura en el cielo, pero ni Natsu ni Sorano reaccionaron ante el evento, ellos estaban demasiado ocupados disfrutando el momento juntos.

Natsu amaba demasiado a Sorano, ya ella le había mostrado un amor real, porque a pesar de saber todo sobre él, ella seguía a su lado y estaba dispuesta a apoyarlo en todas sus decisiones. Ahora ella era un punto de apoyo imprescindible para él, y si algo le llegase a pasar, él se derrumbaría por completo.

La puerta fue golpeada de repente, la persona que tocaba parecía desesperada, Natsu se levantó y se dirigió hacia la puerta, y cuando abrió se encontró a Lisanna con un rostro preocupado.

—Wendy está herida! —ella dijo con gran preocupación.

Al día siguiente, Natsu junto a los demás miembros de Fairy Tail, se encontraban en su lugar designado, esperando a que se hicieran presente los equipos de los gremios participantes, sin embargo, él se encontraba molesto, muy molesto, aunque no lo demostraba, pero aún no se encontraba tranquilo, aún no sabía quienes habían emboscado y herido a Wendy.

—Tienes que calmarte —Sorano agarró la mano de Natsu, ya que ella lo conocía mejor que nadie y sabía que no estaba nada feliz.

—No entiendo porque la atacaron, ella es solo una niña —Natsu dijo apretando los puños.

—Pero tienes que calmarte y disfrutar este evento, además debemos apoyar a nuestros compañeros —dijo Sorano, mientras se aferraba al brazo de Natsu, para tranquilizarlo.

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