Corrí a mi apartamento, no era lejos, mismo complejo, solo un par de pisos, aun así, lo sentí eterno. El aire que entraba por mi nariz me ahogaba, el cuerpo me temblaba y con cada paso creí que caería. Al llegar a la puerta me quedé meditando un momento mientras regulaba mi respiración ¿Esto era verdad? Me acaba de atravesar una puerta... Me había levantado tan rápido, había huido ¿huir de que?Huir de la realidad.
¿Cómo no me había dado cuenta? De camino a casa las cosas fueron normales, no interactué con nadie, no me fije en cómo los otros me miraban, nunca lo hacía... O tal vez si me di cuenta, me di cuenta de que no se fijaban en mí, en mi presencia. No me consideraba egocéntrico, pero tendía a llamar algo de atención, que nadie se volteara a mirarme para luego cruzar a la otra calle, era raro. Alto, debía ser consecuente; tenía prisa, por eso no me fije en los demás, no tuve esa clase de necesidad, además iba muy rápido. Esto es solo un mal viaje, un fallo.
Rebusque entre mis cosas intentando dar con las llaves, pero no tenía nada. De hecho, aparte de mi ropa no había ningún objeto, ni mis llaves, ni el monedero, ni la liga para el cabello ¿me robaron? Bueno estaba prácticamente inconsciente en un basurero de carros, fue suerte que no me quitaran los zapatos.
¿Qué debía hacer? Ya era de noche, mi madre ya debería estar en casa. Iba a tocar la puerta, pero me detuve, tenía miedo de atravesarla justo como la de Chifuyu ¿Cómo funciona esto? Recuerdo sentir tangible la puerta de Chifuyu cuando toque por la tarde y luego hace un momento yo- ¡No! eso no fue real ¡fue un fallo!
Antes de que continuará gastando neuronas lo escuche, el llanto de mi madre. Me gire y ahí venía ella caminando de a poco, sosteniéndose de las paredes como si el peso de su dolor no le permitiera erguirse.
-Mamá ¿qué paso? - Lo esperaba, al igual que con Chifuyu, no hubo respuesta a mi pregunta. - Oye mamá, la tarde ha estado muy rara, parece que todos quieren ignorarme ¿sabes que pasa? Porque tú también lo estás haciendo. - Que esperara su silencio no lo hacía más fácil de sobrellevar. - ¡Respóndeme! No entiendo nada, pero quiero que paren. No me ignores, tu no por favor...
Mientras hablaba ella se acercaba, sus pasos eran lentos, creí que cuando llegara a la puerta me abofetearía o algo, entonces me pare al frente. -Mamá, basta ¡tengo miedo! Dime algo, no llores. - La iba a tomar entre mis brazos, para hacerla mirarme a los ojos. - Si he sido mal hijo, pero no hagas esto, por fa- - Paso sobre mí, mejor dicho, yo pase sobre ella, mis brazos no la rozaron. - Mamá...
Estaba pasmado, en mi cabeza solo había silencio, de fondo se escuchaba a mi madre hurgando entre su bolso, buscando de seguro las llaves, algo difícil cuando tienes los ojos llenos de lágrimas.
Cuando abrió la puerta, la seguí. Entre rápidamente, el espacio no era muy grande así que (si yo existiera) ella tendría que moverse para dejarme pasar, pero no hubo necesidad, entre sin ningún inconveniente. No quería pensar, solo me dedique a seguirla.
Era muy tarde, mi madre llegaba a eso de las 7:00pm del trabajo, pero según el reloj de la sala faltaban 15 minutos para las 11:00 pm ¿Dónde había estado? No quería preguntarle, no obtendría respuestas, y ella no paraba de llorar. Lagrima tras lagrima, era esa clase de llanto donde el gritar no calma, donde uno se deja llevar, donde la tristeza te sofoca.
Torpemente se quito los zapatos y boto el bolso a la entrada, siguió un camino que conocía de memoria, que todas las noches hacía al llegar, uno que yo también sabía; el que iba a mi habitación. No toco, solo tomo el picaporte y miro al techo, como suplicando por algo, luego abrió la puerta lentamente, creyendo que lo que sea que estuviera deseando se iba a materializar.
Vacío.
Mi cuarto estaba lleno de mis cosas, uno que otro póster en las paredes, la cama sin hacer, ropa regada por ahí, la ventana abierta y al lado de esta una taza con agua para los gatos, pero seguía vacío, porque yo no estaba en el.
Mi madre cayó de rodillas al suelo, y su llanto sólo creció más, de entre sus sollozos se entendía mi nombre, pronunciado con dolor. Se levantó con dificultad, seguro se sentía ahogada, y camino lentamente hacia el mueble donde quedaba el último juguete que tenía. A inicios de año había hecho una limpieza y había botado todo lo que fuera de "niño pequeño", pero por alguna razón, mi madre me pidió/obligó que conservará ese, no me molesto, era un peluche de gato y le tenía estima, después de todo aún lo abraza cuando me daban pesadillas en las noches.
Ella lo tomo y lo miró por un momento, era viejo, los ojos se los tenía que haber pegado más de una decena de veces, la tela estaba desteñida, el negro que fue originalmente había pasado a un gris y tenía uno que otro remiendo. Ella solo lo abrazo con fuerza.
- Mi niño, mi bebé ¿por qué? - Decía una y otra vez, se acostó en mi cama mientras abrazaba el peluche, las lágrimas no paraban, desbordándose de esos ojos que siempre me miraban con afecto. - No había necesidad, no tenías que, eras tan joven, tan lleno de vida... Si tenías tus momentos, pero ¿A dónde irán tus sueños? ¿Tus metas? Todas las primeras veces que te faltaban ¿quién las hará? ¡Oh! mi amor ¿Qué será de mí? Dime cariño ¿qué me queda en la vida? Si no estás, yo no tengo porque pelear, por quién levantarme cada mañana. Si no estás tú, yo no tengo razón de ser... No tenías que ¡No tenías que morir! No ahora, yo debía irme primero ¡los hijos deben enterrar a sus padres! No al contrario... ¿Por qué mi niño? ¿por qué me dejaste sola?
Silencio ¿Cómo responder a eso? ¿Qué ganaba? Si mi voz no llegaría a sus oídos, esta no sería correspondida. Ahora entendía, mis palabras no se escucharán, mis manos no tocarán, mis gritos no serán acallados, lo entendía, porque una de las palabras dichas por mi madre se grabo.
Morir.
Esa noche me enteré de que sí morí.
Yo estoy muerto.
Baji Keisuke está muerto.
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Hola 😎
Ojalá estén bien, aquí otro minicapítulo de esto.
Recalco q el Baji está muerto pq el es quien narra, y es un proceso aceptar algo de ese nivel jsjs Quise poner a su señora madre pq me parecía justo, cuando vi el Bajitruco solo pensé en como reaccionarían sus apás :( luego que en el cap siguiente el Baji dice que no quiere que su mamá llore y quien termino llorando fui yo :(
En fin, muchas gracias por leer uwu
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Invisible
FanfictionBaji siempre estará al lado de Chifuyu, incluso después de la muerte. ..................................... Disclaimer: los personajes no me pertenecen, son parte del manga Tokyo Revengers, escrito e ilustrado por Ken Wakui.