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La estadía en el hospital fue más corta de lo esperado, luego de una transfusión, uno que otro punto y muchas recomendaciones, fue dado de alta a la mañana siguiente. Claro que también le agendaron citas con el psicólogo y otras con el psiquiatra.

Al llegar a casa fue sorprendido por sus amigos, quienes le reprocharon en medio de caras de angustia, incluso Takemichi lloro. Se sintió culpable, y tal como había hecho en el hospital con su madre, les pidió perdón por esa decisión apresurada, ellos aceptaron, entendiendo sus motivos. Charlaron un rato, hasta que Chifuyu menciono que se sentía cansado, esa noche durmió con su madre, a petición de ella.

Luego de eso el tiempo empezó a fluir, sus brazos sanaron, dejando varias cicatrices, su corazón también se recupera gracias a la terapia. A veces llora al recordar la sonrisa de Baji, o cuando las palabras, y acciones, bonitas que le dedicaba llegan a su mente. No oculta su malestar, sabe que superarlo será casi imposible, después de todo el muchacho fue su primer amor y lo sintió morir en sus brazos, algo demasiado traumático según su psicóloga. Sin embargo, sabe que no hay herida que el tiempo no cure, en un futuro espera recordar a Baji y sonreír por todas las cosas bellas que vivió a su lado.

A veces se siente observado, pero no de mala manera, es más como si algo lo estuviera protegiendo, lo considera extraño porque no le desagrada en absoluto. Takemichi le sugirió ir con una bruja, piensa que en su encuentro cercano con la muerte algún espíritu se le pudo pegar, una declaración estúpida que le causa bastante risa a Chifuyu. Por ahora se negará a la sugerencia de su amigo, no quiere ser estafado y al final se siente cómodo, está seguro de que “la presencia” no tiene malas intenciones.

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Ese día se despierta temprano, toma una ducha rápida y escoge ropa cómoda, se decide por un buzo negro heredado. Hace poco la mamá de Baji fue a la ciudad, para visitarlo y para vender el apartamento, ya que al final se mudaría con su familia al pueblo. Mantienen el contacto, se mostró bastante preocupada luego del “accidente”, cada tanto lo llama para preguntarle como está y hablar sobre sus vidas. En la mudanza la señora le dijo que podía quedarse con lo que quisiera del cuarto de Baji, claro que ella primero saco un par de prendas y un peluche viejo, para luego decir que ahora el espacio era completamente suyo.

Chifuyu se quedó con bastante ropa, algunos chokers, varias pulseras, y un anillo, el que compartían. Baji amaba todo lo que tuviera que ver con accesorios, un día habían ido al centro para comprar anillos a juego, Chifuyu no era mucho de joyería así que guardaba el suyo la mayoría del tiempo, para no perderlo, mientras Baji lo llevaba en un dedo o colgado en el cuello. Al encontrarlo se le salió una suave risa, casi un bufido, al pensar que ahora tenía una pareja de anillos que no usaría jamás, le causo bastante nostalgia. Esa sensación solo aumento al encontrarse una caja bien guardada en el mueble, dentro estaban todas las cosas que le había regalo a Baji desde que empezaron a salir; cartas, notitas, etiquetas de ropa, hasta papeles de algún dulce. Esa caja también se la quedo, después de todo Baji había conservado con tanto esmero esos detalles. 

Recordar eso le provoco ganas de llorar, se había distraído mucho solo por esa prenda. Respiro un poco hasta obtener algo de calma y terminar de arreglarse. Al salir de su cuarto se encuentra con que su madre ya le ha servido el desayuno, se sienta a comer.

Takemichi no demora en llegar. – Comenta al fijarse en la hora que marca el televisor, apresurándose así mismo.

Come bien, no quiero que te ahogues. – Habla su madre al verlo ingerir sin masticar. Este la ignora y termina su desayuno, se levanta y deja los platos en el fregadero, para después correr a la entrada a calzarse los zapatos. La señora solo niega y prefiere preguntar – ¿A dónde van hoy?

Ya sabes, es ese finde del mes que vamos a la correccional.

Oh, visitaran al amigo de Baji. – Se ha vuelto costumbre que el tercer sábado de cada mes él y Takemichi recorran media ciudad solo para llegar a esa instalación, al inicio su madre se mostraba reacia a que interactuara con ese muchacho, lo considera peligroso, ahora lo acepta un poco.

Sí, Baji-san me hablaba de él, lo apreciaba muchísimo. Puede que tuviéramos un inicio difícil, pero es agradable, solo es un chico que tuvo demasiados problemas.

Entonces ¿esperas llevarte bien con él? – Dice dudosa, su hijo es demasiado amable a veces. La señora niega felizmente al escuchar la respuesta de Chifuyu y al ver la gran sonrisa que este le dedica antes de salir.

Sí, estoy seguro de que Baji-san quería eso.

Fin

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Hola 👋

Asies banda este es el final 🤑

Espero les gustará, fue algo completamente nuevo para mi, salí de mi zona y wow bastante denso 😔

Muchísimas gracias por leerlo, besitos ❤️

InvisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora