Supongo que gritó hasta que su garganta le pidió parar, o hasta que la voz de su conciencia le hizo eco, cuando el peso de todas las palabras que soltó le llegó de golpe. No sé cuánto tiempo fue, solo que lo sentí larguísimo, al fin y al cabo, no es bonito escuchar como el amor que alguien te profesaba se convierte en odio y resentimiento.
Chifuyu siempre me pareció curioso, tenía su propia manera de demostrar. Había cosas que soltaba como bombas y otras que guardaba con recelo, dependiendo de la persona su conversación podía ser fluida o mantenerse al margen; elegía a quien seguir, con quien entablar amistad e igualmente a quien ignorar hasta el punto de fingir que no existía. Tenía una especie de filtro que yo no llegaba a comprender del todo, pero respetaba y de algún modo admiraba, porque si eras de los afortunados que él escogía como amigos te brindaría una lealtad de otro mundo, tanto así que nunca dude que Chifuyu sería capaz de morir por quien consideraba como suyos. Pero esa lealtad y fe ciega tenía una especie de doble punta, él puede ser demasiado indulgente, él nunca te culpara por lo que hiciste, a menos que le molesté demasiado, y aun así en el fondo se acusara por “no ser suficiente”.
Como hizo ahora, cada cosa que iba contra mi era rebajada y superada diez veces por los comentarios contra si mismo.
Cuando la furia pareció memar en su interior el piloto automático se activó, se levanto de su cama y salió del cuarto, yo lo seguí. Su destino era la cocina, allí tomo agua e ignoro a Peke J, supe que Chifuyu se había privado, comió una galleta de avena (las odiaba) y bebió más agua. Supongo que al momento de dejar el vaso en el fregadero se fijo en como su saco estaba sucio, de lagrimas y mocos, e intuyo que debía darse un baño. Con la misma lentitud se dirigió a ese espacio de la casa; se quito la ropa sin ganas y con esa misma energía se bañó, se demoro tanto que al terminar la tina ya estaba llena*. No paso mucho para que de nuevo su silencioso llanto se hiciera presente.
– Lo siento mucho, perdóneme no debí decir eso, Baji-san.
– No importa, entiendo la razón. – Ya se me había hecho costumbre responder, era preferible a guardarme las cosas, aun si no obtenía respuesta.
– De verdad, la rabia me inundo y yo solo quería soltar todas esas ideas que me han llenado la cabeza en los últimos días. Entiendo porque lo hizo, pero no dejo de creer que fue una decisión cruel. Su vida por el bienestar de sus amigos suena y es la cosa más amable del mundo, sin embargo, dejo todo atrás…
– Lo sé y no me arrepiento, aunque ahora tenga que soportar este purgatorio.
– Usted me conocía muy bien, supongo que entenderá que a quien culpo más de esto es a mi mismo.
– Sí, tienes esa estúpida manera de ser.
– Me siento tan insuficiente, sin usted aquí es como si yo no tuviera que hacer, ni a quien seguir. Baji-san, usted se llevo un pedazo de mi alma y ahora me siento tan vacío, solo puedo llorar y lamentarme, no tengo fuerzas para hacer nada más y pareciera que nunca las tendré.
No supe como responder a eso, y Chifuyu no dijo nada más, los dos permanecimos en silencio un rato. Tanía un nudo enorme en la garganta, pero a diferencia de mi acompañante yo no podía llorar, era como si las lagrimas no quisieran salir por mis ojos, me sentía impedido como si algo me estuviera reteniendo, es una de las peores sensaciones del mundo.
– Me pregunto dónde está, Baji-san ¿allá las cosas son mejores? – Retomo la “conversación” empezando a preguntar, no se había movido de la tina, de seguro el agua ya estaba fría y no parecía importarle.
– Para nada.
– ¿Es tranquilo y tan bonito como lo pintan? – Su mirada estaba perdida y de algún modo se mostraba soñadora, las lágrimas habían parado dejando sus ojos brillantes y algo colorados.
– No, es todo lo contrario.
– ¿Se sentirá solo? – Hablaba con pausas entre pregunta y pregunta, como si enserio esperara mi respuesta, como si de verdad pudiera escucharla.
– Bastante.
– ¿Debería ir y acompañarlo, Baji-san?
Quedé perplejo intentando entender el significado de sus palabras, me sentí estúpidamente feliz y luego me dolió muchísimo, porque podía aceptar esa idea e idealizarla. Tener a Chifuyu conmigo, claro que quería eso, abrazarlo y estar con él, si pudiera conseguir eso este infierno que ahora poseo se volvería un paraíso de forma inmediata; vaguearíamos por ahí, recorreríamos el mundo gozando de la compañía que nos brindaríamos el uno al otro, sin importar nada porque el tiempo ya no seria un impedimento. Sí quería, ya amaba esa fantasía, la anhelaba.
Así que mi reacción fue neutra cuando Chifuyu se levanto de la tina para alcanzar la maquina de afeitar que estaba en el mueble de al lado. Tampoco hice nada cuando la tiro con fuerza al piso varias veces, hasta romperla, ni cuando tomo la cuchilla con sus manos arrugadas, por estar tanto tiempo bajo el agua, solo me observe la escena como si de una película se tratara.
Se recostó de nuevo en la tina y me sorprendiendo como nunca demostró alguna clase de duda, con el pulso firme acerco la cuchilla a su brazo y la hundió rápidamente en la piel. Lo hizo con fuerza y cuando una mueca de dolor surgió en su rostro decidió arrástrala para hacer un corte largo. La sangre no tardo en salir, caía fluidamente al agua de la tina, tiñendo el agua como era de esperarse, ese liquido rojo es demasiado escandaloso. Luego levanto la mano que sostenía la cuchilla y repitió la acción, no sé cuántas veces porque decidí voltearme, no quería ver...........................................................
*Según mi conocimiento de cultura japonesa (muy poco) tienen la costumbre de bañarse para limpiar su cuerpo y luego usar la tina a modo de relajación, entonces Chifuyu se demoro un buen pq al terminar la tina ya estaba llena xd
Hola banda 😭
¿Cómo están? Ojala que la vida les trate bien 😘
Perdón por la demora, sucedieron cosas y esto fue muy difícil de escribir :( espero que quedara bien pq me dolió muchísimo jsjs 😣😣 cualquier cosa lo corrijo después así que si hay errores me avisan
Vi que el fanfic ya superó las 1k vistas y tiene más de 200 votos, muchísimas gracias por eso ❤️

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Invisible
FanfictionBaji siempre estará al lado de Chifuyu, incluso después de la muerte. ..................................... Disclaimer: los personajes no me pertenecen, son parte del manga Tokyo Revengers, escrito e ilustrado por Ken Wakui.