𝚅𝚎𝚛𝚍𝚊𝚍 𝚘 𝚁𝚎𝚝𝚘【＋１８】

Capítulo 5

Poco después de llegar al auto de Renata, se giró a tiempo para ver a Valentina, Eva y Leonardo saliendo de la casa.

La castaña estaba diciendo algo que asumía debió haber sido bastante divertido, pues Leo había echado la cabeza hacia atrás para reírse y Eva negaba con una sonrisa.

Se tomó el tiempo para apreciar lo relajada que Valentina se veía con sus pantalones de mezclilla y su camisa de franela azul. Sintió sus latidos aumentar cuando sus ojos se encontraron y ella le ofreció esa deslumbrante sonrisa.

“Hola” le dijo cuando se detuvo en frente.

"Hola, tú" respondió Juliana, curvando los dedos alrededor del cinturón que vestía, acercándola para un beso. ¿Cómo iba a resistirse cuando se veía así de bien? Además, ¿Todo o nada, cierto?

“Oh no, ustedes dos, deténganse” Lucía dijo mientras se escurría entre ellas, separándolas.

“Quiero comer antes de que me ponga gruñona y si siguen con eso nunca nos iremos”

Intentó parecer ofendida, pero la verdad era que dada la oportunidad agarraría a Valentina y la llevaría a la habitación para arrancarle todo menos la camisa.

“¿Estás diciendo que siempre estás gruñona o de vez en cuando solo eres una perra?” Renata habló, haciendo que los demás se rieran por su intento de chiste.

Lucía le mostró el dedo del medio a su otra amiga. “¡Pido el asiento de adelante!” gritó subiéndose al lugar del copiloto y azotó la puerta. “Ustedes tres” señaló a las hermanas y a su primo. “Pueden irse en la camioneta de Eva, nos vemos en la fonda de Perlita. Prepara los mejores chilaquiles. ¡Andando!” exclamó mientras movía un dedo en el aire, tratando de hacer que todos se movieran.

Se giró hacia Valentina mientras los demás se acomodaban en los carros. “Dios, se pone mandona cuando tiene hambre” rodó los ojos.

“¿Cuándo no lo es?” preguntó la castaña y un claxon interrumpió.

“Tienen cinco segundos para subirse” una vez más Lucía les gritaba.

Volvió a rodar los ojos, besando a Valentina. “Esa es nuestra señal, nos vemos en un rato” dijo comenzando a alejarse, pero se detuvo. “Oh, por cierto” se estiró para susurrarle al oído. “No llevo pantis” le besó la mejilla, notando cómo el color le subía al rostro y murmuraba 'mierda' lo suficientemente bajo como para que solo ella escuchara. Se rio, ahora sí terminando de alejarse y añadió un contoneo más pronunciado a sus caderas.

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Llegaron al lugar unos minutos después. Al salir Renata se fue con Leo, Lucía/la Coja se fue con una Eva que sonreía con suficiencia, y a ella sus pies la llevaron hacia Valentina, quien se acariciaba la nuca, algo que le parecía sumamente adorable. Era increíble lo dominante que podía ser en la cama y cómo en público se volvía una ternura.

Juntos entraron al restaurante. Se dirigieron a una mesa alejada en una orilla, Juliana se sentó junto a Valentina, acercando su silla a ella para que pudieran compartir el menú.

“Muero de hambre, podría comer cualquier cosa” Lucía soltó.

“Lo sabemos” Renata y ella respondieron al mismo tiempo, causando que los demás rieran.

Volteó a ver a Valentina. “¿Qué se te antoja?” preguntó.

“No lo sé” se encogió de hombros. “Lucía dijo que los chilaquiles estaban buenos, quizás pida unos en salsa roja”