𝚅𝚎𝚛𝚍𝚊𝚍 𝚘 𝚁𝚎𝚝𝚘【＋１８】

Capítulo 6

El camino en el coche habría sido silencioso, de no ser por la música de la radio.

'No puedo creer que me haya acostado con Valentina, y fue el sexo más asombroso que haya tenido' sonrió para ella misma, observando los carros pasar. Tenía muchas ganas de gritarlo por la ventana para que el mundo se enterara, la emoción era mucha como para contenerla.

“Si haremos una fogata deberíamos comprar unos bombones” Lucía rompió el silencio desde el asiento trasero, sacándola de su trance Valentinesco inducido. Pudo escuchar lo esperanzada que sonó, por lo que se rio.

Se movió en el asiento hasta poder encararla. “Desayunamos hace menos de dos horas y ya estás pensando en el postre, ¿Alguna vez no estás hambrienta, Borges?” la molestó, aunque ya conocía la respuesta. Su amiga podría comer suficiente para alimentar a una pequeña colonia, pero también se ejercitaba duro para mantener su figura.

Y Juliana, ella no era del tipo que hacía ejercicio. Disfrutaba un poco de cardio, pero nada comparado a la rutina de Lucía. Diablos, si alguna vez la veían corriendo tendrían que estar seguros de que era porque la estaban persiguiendo. Sabía que no estaba gorda, pero sí que tenía algunas suaves curvas que le gustaban. No se avergonzaba de su cuerpo ni tampoco había recibido quejas sobre él.

“Sabes que cuando se trata de comida y de sexo yo pienso con anticipación” dijo con una sonrisa que mostraba sus dientes blancos.

“Algunas veces me lo pregunto, ¿Qué te gusta más? ¿El sexo o la comida?” Renata se unió a la conversación.

Lucía se quedó tan callada que comenzó a pensar que no respondería, pero lo hizo.

“¿Por qué elegir? Si quiero una rebanada de pastel, comeré una rebanada de pastel. Mejor aún, la comeré directamente del six pack de Eva, tal vez echaría algo del glaseado en su...”

“YA ENTENDIMOS, LUCÍA” Renata y ella interrumpieron al mismo tiempo, consiguiendo cortar su respuesta.

“¿Qué? ¿Y si iba a decir que en su cuello?” preguntó riendo.

Decidió responder, pues su amiga al volante no necesitaba perder la concentración mientras conducía.

“Te conocemos y esa no es la parte del cuerpo que ibas a decir, además, no creo que su cuello necesite mucha atención...”

Por suerte, antes de que Lucía tuviera la oportunidad de decir algo más, llegaron al dormitorio. Usaron sus identificaciones para entrar, una vez cruzadas las puertas fue directo a su cama, dejándose caer de cara contra el colchón. La falta de sueño por fin la había golpeado.

Seguía sorprendiéndole que hubieran podido convencer al supervisor del dormitorio de que las dejara compartir habitación, bueno, después de que ellos se pusieran en contacto con sus padres para recibir su aprobación.

Lucía siguió su ejemplo, exceptuando que se dejó caer sobre ella y no en su cama.

“Lu, quítate de encima” se quejó, tratando de levantarse sin conseguirlo.

En su lugar se acomodó mejor sobre su espalda. “Nop” fue todo lo que dijo.

Buscó a Renata con la mirada, esperando que fuera a ayudarla, pero ella solo negó con la cabeza, claramente acostumbrada a la escena particular. “Mientras ustedes dos se acurrucan iré a bañarme primero” dijo agarrando su toalla y caminó hacia el baño.

Intentó nuevamente sacarse a Lucía de encima, sin tener éxito. Decidió probar con otra táctica, girando sobre su costado para que ella rodara hacia un lado.