Dᴏs

108 8 3
                                    

Mi vida estaba al borde del precipicio sin embargo yo la empujaba cada vez más a él abismo sin salida al que estaría condenada por ser ignorante.

Sabía que estaba mal pero aún así seguía, porque según yo, era lo que mi corazón quería. Pero ¿de que vale el gozo de la carne si tú espíritu se está marchitando?

Comencé a descontrolarme y a saciar todos mis deseos por mal que me hicieran. Eso era lo que yo necesitaba, pensé en su momento, pero horas después cuando al sentarme en mi balcón observaba las estrella dejando que el vacío me abrazara me preguntaba ¿por qué me sentía incompleta?

El tormento de un alma [Cristiana]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora