Tʀᴇs

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Sin saberlo comenzaba a estar rota, en pedazos, porque en un descuido había dejado que la oscuridad me alcanzara.

La luz con la que fui bendecida una vez comenzaba a debilitarse porque era mi responsabilidad mantenerla encendida mas yo en un capricho pasajero me olvidé de lo que verdad importaba para concentrarme en una felicidad efímera que sólo me hundiría un poco más cada día.

Me faltaba Él pero no quería apreciarlo.

Me faltaba Él pero me engañaba a mi misma diciendo lo contrario.

Me faltaba Él pero mi corazón encaprichado se cegaba cada vez más.

Me faltaba Él pero era demasiado terca para entenderlo.

El tormento de un alma [Cristiana]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora