Aer siempre quiso actuar con Rodrigo.
Rodrigo siempre quiso ser compañero protagonista de Aer.
Desde que cruzaron miradas ese día en ese casting, ambos tuvieron la sensación extraña de lo sorprendente que sería protagonizar una serie juntos.
Todo ca...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Miami Times.
27 de febrero de 2021.
Celeste H. ¿No se encuentra al mismo nivel que sus colegas?
La productora venezolana, Celeste Reina Harber, conocida únicamente como Celeste H, es atacada con comentarios ofensivos por los usuarios en la plataforma azul.
Estos aseguran que no se encuentra a la altura de productores como Maximiliano y Zerm, añadiendo evidencias en donde se puede apreciar el nivel de desorganización que posee la señorita H al momento de llevar a cabo los procesos de sus producciones.
Entre los comentarios más destacados, se encuentran los siguientes:
"Si no fuera amiga de Zerm, probablemente no tendría el mismo éxito en la industria".
"Celeste antes trabajaba de cajera en Venezuela, mejor se hubiera quedado en su país, sus producciones de manera individual son aburridas y me dan cringe. Se nota su privilegio solo por tener contactos. Cosas como esas no deberían seguir escondiéndose en esta industria".
"Conozco mujeres que merecen estar en donde ella se encuentra, no lo logran por la falta de contactos".
"Un amigo mío trabajaba de asistente de producción, me comentó que renunció a causa de los malos tratos de esa mujer".
—¿Me prestas tu ducha? —un Rodrigo adormilado tocó la puerta de mi departamento —. Estoy hablándote desde hace como cinco minutos. ¿Qué tanto hacías?
Tenía el cabello alborotado cubriendo su frente, sus grandes labios estaban resecos y mantenía su mirada adormilada puesta en mí, esperando una respuesta. Inconscientemente, lamió sus labios, acompañó ese gesto con un leve golpe en mi frente.
—Leía algo —descuidado, dejé el teléfono en mi bolsillo —sobre Celeste... ¿Crees que nos trata mal? Es decir, tu percepción de los hechos. Puede que mi fanatismo me ciegue y no pueda darme cuenta de ciertas situaciones.
Colocó ambas manos en mi cara, para obligarme a guardar silencio y mirarlo fijamente.
—¿Celeste nos trata mal, Jeans? —negué con dificultad —, entonces no te dejes influenciar por esos comentarios. Son notas amarillistas, redactadas con veneno, no con palabras. Ya es lo suficientemente difícil para Celeste el soportar los malos comentarios de extraños, para tenernos a nosotros dudando de sus habilidades como productora.
Me soltó, después de darme palmaditas suaves en mi cabello.
—Joven Jeans, ¿me prestas tu ducha? —retrocedí, apartándome de la puerta para que entrara.
Aún no me acostumbraba a que el chico fuera mi vecino: buscaba cualquier excusa para no quedarse solo en su departamento, la única razón por la cual no lo ignoraba o detenía sus visitas, era porque, tampoco me gustaba estar solo. Seguía sin creer que lo estaba mirando todos los días de la semana, pasando horas a su lado, ya no era visualizar sus entrevistas, iba mucho más allá de eso.