Warning ⚠ ; Este capitulo no contiene ninguna advertencia.
Recuerden que esto solo es ficción, nada de esto es real. Si este tipo de contenido no es de tu agrado te invito a saltarte el capítulo y evitar malos entendidos, gracias! Perdón si hay alguna falta de ortografía :)
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¿Realmente esto es quiero hacer con mi vida? me cuestione una vez más mirando seriamente el pequeño formulario que se encontraba en una página de mi computadora.
Recién acabo de terminar la preparatoria, lo que significa que es momento de escoger una carrera universitaria, en cual pasaré por lo menos 4 largos años estudiando. Si bien, a mis padres no les molesta si estudio o no, pero si decido no estudiar me obligarían a trabajar y no los culpo ¿quien quisiera a una hija que no hace nada y aun así quiere todos sus lujos?
Así que estoy apunto de hacer una gran decisión. No me gusta estudiar pero creo que trabajar no es una opción viable ya que todavía no cumplo la mayoría de edad y dudo mucho encontrar un trabajo que acepte personal menor de edad.
Escribí mis datos en aquel formulario y lo mandé a el correo de la universidad, aunque no tengo malas calificaciones el problema va a ser el examen de admisión ya que soy muy mala, pero luego me preocúpare por ello, lo importante ahora es ver que acepten mi solicitud.
— Hola hija, ¿ya mandaste el formulario? — pregunto mi madre entrando a la habitación.
— Si, justo lo acabo de enviar.
— Me alegro, por cierto acaban de llegar nuevos vecinos y me gustaría darles la bienvenida al vecindario, en la noche vamos a ir para que te arregles, vi que había un chico de tu edad. — dijo mi madre guiñandome.
— Ay mamá, en que cosas piensas. — rei con algo de incomodidad.
— Bueno, te dejo, recuerda que vamos a ir en la noche, por que después se te olvida. — regaño saliendo de mi habitación.
Suspire levantandome de la silla en la que que encontraba y camine hasta mi armario buscando que podría ponerme.
(...)
— ¿Puedo pasar? — preguntó mi madre tocando la puerta.
— Adelante. — dije terminando de amarrar las agujetas de mis zapatos.
— Ya cas- ¡_____! ¡¿Que es lo que llevas puesto?! — exclamó alterada acercándose a mi.
— Pues mi ropa normal, ¿no ibamos a ir con los vecinos? — pregunté confundida.
— ¡Por eso! ¡Vamos a invitarlos a cenar y tu te tienes que ver bien! — dijo con un tono de molestia.
— Pero no le veo nada de malo a mi ropa. — dije comparado la ropa de mi madre y la mía. Se veía una gran diferencia, ella lleva puesto un lindo vestido azul marino no demasiado elegante pero si formal, resaltando su belleza, y yo pues... llevo unos pantalones de mezclilla color gris a la altura de la cintura, una camisa negra y una chaqueta gris combinando con el pantalón.
