Las vacaciones habían terminado. Las cosas en el mundo de Zane habían vuelto a una relativa normalidad, si pudieras llamarlo así.
Zane había mantenido cerca a Bay, pero tuvo poco tiempo para hablar abiertamente con ella, Blu y Draven estaban siempre a sus pies.
A Bay no le importaba, ya había llegado a gustarle más Blu, y amaba a Draven con todo su corazón. Ahora, era el momento de enfrentarse a sus miedos.
Bay estudió al guerrero Castians casi de tres metros delante de ella; Zane no le dejó llegar más cerca. El guerrero parecía humano. Sus ojos eran oscuros, y su pelo, también oscuro, era precioso.
Era tan alto como Zane, pero el pecho no era tan amplio, estaba prácticamente sin pelo y no tenía pezones en el pecho. Bay sabía que su piel tenía una armadura impenetrable que subía.
El guerrero, cuando estaba en la batalla, se cubría en un escudo de ébano y prácticamente era indestructible.
Al igual que los Tonans, sus pies se convertían en garras, sus largos dedos crecían en garras por sus presas. La diferencia entre los Tonans y los Castians era el color de la armadura y las estruendosas colas que les crecían debido a las mentiras que decían.
--"Quiero estar aquí."-- dijo con firmeza Bay.
--"No hay peligro en mi planeta, puedo protegerte mejor."-- dijo el Castians.
Zane gruñó bajo en su garganta, y Bay sabía que tomó esa declaración como una púa a su capacidad para mantenerla a salvo.
--"Fui secuestrada en Ulsy. Me vendieron como mascota. Zane no dejó que nada me lastimara desde que llegué a su cuidado. Quiero quedarme con él."--
El Castians olfateó el aire, y por un momento fugaz, Bay se preguntó si estaba husmeando por algún temor en ella, o la falta de honradez, coacción o miedo.
El Tonans siempre sabía cuando ella tenía miedo, aun cuando ella simulaba no tenerlo. Al Tonans le gustaba más cuando ella lloraba.
Por último, el Castians asintió. --"La hembra puede quedarse."-- dijo el Castians, a pesar de que parecía decepcionado.
--"Las hembras humanas del universo no les pertenecen a ustedes."-- dijo Titus, sus palabras eran duras.
Había sorprendido a Bay que Titus hubiera insistido en estar en la reunión, pero observó con cautela como otro Castians era retenido en la habitación y Bay recordó haber visto a los Castians siempre apareciendo de dos en dos. Los Tonans viajaban solos, al menos esa era su experiencia con aquellos seres.
Quizás Titus sintió importante supervisar las acciones que se producían en su nave.
--"Las hembras humanas están más seguras con nosotros."-- dijo el Castians.
--"No voy a tener un Castians dictándome ordenes."-- dijo Titus en un gruñido. --"No se presentaran aquí cada vez que mis guerreros encuentren una hembra. De lo contrario apareceremos en su planeta cada vez que encuentren una. Estoy seguro de que podemos hacer mucha perturbación, o conseguir un convenio."--
--"¿Cuál es?"-- Preguntó el Castians.
--"Encuentren sus propias mujeres de la Tierra y encontraremos las nuestras. Así estaremos en paz con las hembras encontradas. De lo contrario, vamos a hacer la guerra."--
Titus llegó a su gran altura de más de dos metros cuarenta y tres y se paró en frente del Castians que subió su blindaje en su lugar, sus dos colmillos largos crecieron, sus garras en las manos y las uñas de los pies brillaron afilados.
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La Mascota De Otro Mundo
RomanceSu vida nunca había sida tan trágica como cuando fue secuestrada y maltratada. Sin saber por qué, fue llevada a un mundo desconocido y vendida al mejor postor.